20-N: ?Qu¨¦ cabe aguardar?
El lastre resulta demasiado pesado incluso para un buen candidato como lo es, sin duda, Rubalcaba. Lo que se dirime el domingoes la mayor¨ªa absoluta de Mariano Rajoy. Todo un s¨ªmbolo de perseverancia y aguante. Y una esperanza para muchos que, me temo, se dejan llevar m¨¢s con el coraz¨®n que con la cabeza.En esta crisis, Espa?a ha sido extraordinaria sobre todo en dos cosas: en la ca¨ªda de la recaudaci¨®n tributaria y en el incremento de la tasa de paro. Ning¨²n pa¨ªs ha experimentado empeoramientos similares en ambos frentes.
Nuestros problemas con el d¨¦ficit p¨²blico tienen que ver, sobre todo, con los ingresos fiscales extraordinarios que proporcionaba la burbuja inmobiliaria. Millones de compraventas al a?o que dopaban la caja del tesoro y nublaban la vista de los gobiernos a la hora de introducir poco meditadas rebajas fiscales y soslayar la lucha contra el fraude fiscal. Cuando esos ingresos extraordinarios se evaporaron, vimos al rey desnudo. Para m¨ª, esta es la principal cr¨ªtica que cabe hacerle a Rodr¨ªguez Zapatero en el terreno de la gesti¨®n econ¨®mica.
Ninguna reforma laboral, por agresiva que sea, va a ser capaz de que volvamos a una tasa de paro del 10%
El malestar de cinco millones de personas y sus familias tienen que ver con otras causas. Fundamentalmente, la especializaci¨®n productiva de la econom¨ªa espa?ola, el pinchazo de una burbuja inmobiliaria que acog¨ªa a cientos de miles de trabajadores inmigrantes y, en fin, una cultura empresarial miope en lo que se refiere a la gesti¨®n de los recursos humanos y en las ant¨ªpodas de la que se practica en Alemania, por ejemplo. En el caso del paro, la responsabilidad global del Gobierno hoy en funciones es menor.
?Qu¨¦ cabe aguardar de un Ejecutivo encabezado por Mariano Rajoy en el terreno econ¨®mico? En el primero de los frentes se?alados, la cosa est¨¢ clara: recortes de gasto. Lo han dicho por activa y por pasiva. El equilibrio de las cuentas p¨²blicas a corto plazo no va a venir por el lado de los ingresos. Y esos recortes lo sufrir¨¢n la n¨®mina de los empleados p¨²blicos, los pensionistas, los parados y la inversi¨®n p¨²blica. En general, el horizonte no pinta nada bien para los servicios p¨²blicos. Sigue siendo un misterio (relativo) para m¨ª que votantes de rentas modestas, que dependen en mayor medida de la provisi¨®n p¨²blica de servicios, est¨¦n tan ansiosas de un cambio de gobierno que prefiere recortar servicios antes que actuar contra los que no pagan los impuestos que deben y hacer que paguen m¨¢s los m¨¢s ricos.
Y digo lo de relativo porque, en realidad, la situaci¨®n se entiende cuando se observa lo bien que han dise?ado el marco interpretativo de la realidad desde la derecha y lo mal que lo ha hecho la izquierda. El cl¨ªmax se alcanza viendo a Zapatero defender que la supresi¨®n del impuesto de patrimonio beneficia a las clases medias y cuando escuchamos a unos y a otros que el impuesto m¨¢s progresivo, el que grava las herencias, es una pesada carga para las familias modestas.
Respecto al paro, me temo que ninguna reforma laboral, por agresiva que sea, va a ser capaz per se de hacernos volver a una tasa del 10% en una legislatura. En el mercado de trabajo se pueden y deben hacer cambios legislativos para que sea m¨¢s racional y funcione mejor. Pero creer que 10, 20 o 50 p¨¢ginas del BOE van a arreglarnos el problema es de ilusos.
En definitiva, o cambia radicalmente y en positivo el entorno econ¨®mico europeo (tanto por lo que ata?e a nuestras exportaciones como en lo que se refiere a ataques especulativos) y se nos suaviza el ritmo de consolidaci¨®n fiscal (por ejemplo, ampliando a 2015 el momento en el que llegar al 3% de d¨¦ficit) o lo que cabe esperar con un Gobierno del PP para la pr¨®xima legislatura es m¨¢s sudor, sangre y l¨¢grimas con futuras recompensas inciertas.
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