M¨¢xima presi¨®n
El Gobierno que salga hoy de las urnas tiene ante s¨ª una tarea descomunal: crear empleo y devolver al pa¨ªs a la senda del crecimiento
"Mirad c¨®mo cambian las cosas de r¨¢pido. Hace unos a?os, se hablaba de Espa?a como de un milagro. ?Qui¨¦n querr¨ªa ahora estar en su situaci¨®n?". Ese oscuro presente al que alud¨ªa hace unas semanas el l¨ªder franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, es con el que tendr¨¢ que lidiar, en apenas un mes, el presidente del Gobierno que salga hoy de las urnas. La econom¨ªa espa?ola le prepara un recibimiento por todo lo alto: otra recesi¨®n en ciernes, apenas dos a?os despu¨¦s de la que se gan¨® el apelativo de Gran Recesi¨®n, cinco millones de parados y todas las alarmas encendidas en los mercados financieros.
El ¨²ltimo Consejo de Ministros antes de una convocatoria electoral suele ser tiempo de balance. Pero la apremiante crisis financiera, que ahora tiene en la compraventa de deuda p¨²blica su principal escenario, no est¨¢ para juegos florales. El pasado viernes, la vicepresidenta econ¨®mica, Elena Salgado, se tuvo que emplear a fondo para rebatir lo que empiezan a plantear los mercados: ?Necesitar¨¢ Espa?a pedir auxilio a la Uni¨®n Europea y el Fondo Monetario Internacional para poder pagar su deuda? "No hay ninguna petici¨®n de rescate en nuestra imaginaci¨®n, est¨¢ absolutamente fuera de toda consideraci¨®n", proclam¨® en su comparecencia ante la prensa.
Apenas dos a?os despu¨¦s de la Gran Recesi¨®n, se esfuma el crecimiento
El fantasma del rescate marca el ¨²ltimo Consejo de Ministros
"La recuperaci¨®n ser¨¢ lenta y dolorosa", apunta Manuel Balmaseda
La deuda privada y la sequ¨ªa de liquidez impiden salir de la crisis como en 1993
Salgado se apoy¨® en el bajo nivel de la deuda p¨²blica (66% del PIB hasta junio) y del coste para el Tesoro (el inter¨¦s medio de la deuda es inferior al 4% del PIB, cerca de los m¨ªnimos hist¨®ricos) para despejar las dudas. Pero, aunque sea solo en la imaginaci¨®n de algunos inversores, la idea ha ido tomando cuerpo esta semana: como resultado, el diferencial de rentabilidad con la deuda alemana rond¨® los 500 puntos b¨¢sicos. Y el Tesoro tuvo que comprometerse a pagar m¨¢s del 7% para colocar bonos a 10 a?os. Son los l¨ªmites fronterizos del territorio del rescate, aquel que ya traspasaron Grecia, Irlanda y Portugal, pa¨ªses sometidos a duros ajustes a cambio de la concesi¨®n del cr¨¦dito redentor.
El estado de excepci¨®n al que abocan la presi¨®n de los mercados y la fallida gesti¨®n pol¨ªtica de la crisis -sendos Gobiernos de tecn¨®cratas en Italia y Grecia, el futuro de varios pa¨ªses enganchado a la deuda que el Banco Central Europeo decida comprar cada d¨ªa-, se transparent¨® en la cuesti¨®n m¨¢s recurrente durante la ¨²ltima conferencia de prensa antes de las elecciones generales: ?Hay alg¨²n modo de acelerar los plazos para que el nuevo Gobierno pueda tomar medidas ya?
"En democracia hay que respetar los tiempos que marca la ley", zanj¨® el portavoz del Gobierno, Jos¨¦ Blanco, con manifiesta irritaci¨®n. Esos plazos postergan la constituci¨®n del nuevo Ejecutivo un mes. Y tambi¨¦n sus primeras decisiones. Porque los tradicionales cien d¨ªas de gracia ni se contemplan. Los expertos consultados para este art¨ªculo relativizan el efecto de esa andanada inicial de medidas. "Para provocar una reacci¨®n positiva en los mercados, el Gobierno tendr¨ªa que sorprender en su primer Consejo de Ministros con reformas mucho m¨¢s contundentes de lo que se ha planteado", avisa Manuel Balmaseda, economista jefe de la multinacional Cemex.
"Por muchos ajustes que se hagan, lo prioritario es resolver la crisis de la deuda soberana, lograr mayor consenso en Europa", opina Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Campuzano, estratega de Citigroup. "Las medidas que se adopten pueden ser correctas, pero lo m¨¢s importante es tener capacidad para convencer a nuestros socios europeos de que afronten de una vez la crisis", a?ade.
Sara Bali?a, de Analistas Financieros Internacionales, aboga por "distinguir entre lo urgente y lo necesario". "EE UU y Reino Unido, con malos datos econ¨®micos y mayores niveles de deuda p¨²blica, no tienen problemas para seguir endeud¨¢ndose en los mercados", recalca Bali?a, "tienen una flexibilidad operativa que ahora Espa?a no tiene". Esos mecanismos (fijaci¨®n del tipo de cambio y de los intereses de referencia, intervenci¨®n monetaria) se cedieron al Banco Central Europeo. Pero la crisis financiera ha dejado dolorosamente claro que la zona euro, con la pol¨ªtica fiscal anclada en intereses nacionales, est¨¢ muy lejos de ser una federaci¨®n. Deshacer ese nudo ser¨ªa lo urgente, la condici¨®n necesaria para dar vuelo a la recuperaci¨®n.
La oferta electoral del PSOE para reanimar el crecimiento econ¨®mico ha pivotado sobre esa idea. "La econom¨ªa espa?ola puede salir perfectamente de esta crisis si no la ahogan financieramente con una mala pol¨ªtica europea", clam¨® esta semana Felipe Gonz¨¢lez, ex presidente del Gobierno y uno de los principales animadores de la campa?a socialista. En el mismo frente, el candidato a la Presidencia, del Gobierno, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, ha reclamado que la UE permita aflojar el ritmo de ajuste fiscal y desarrolle un plan de inversiones europeo para compensar el recorte de gasto en varios pa¨ªses. Tambi¨¦n, como buena parte de la academia, que el BCE d¨¦ tiempo a la convergencia fiscal pendiente con una compra masiva de deuda p¨²blica.
El candidato del PP, Mariano Rajoy, impulsado por el vendaval a favor de las encuestas, ha dado pocas pistas. Asegura que dar¨¢ la pelea en Europa, aunque sin revelar sus propuestas; anticipa que, en caso de llegar a La Moncloa, habr¨¢ recortes generalizados, pero esquiva entrar en el detalle. Y blande la recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola en los a?os noventa, el inicio del prodigio que Sarkozy dio por acabado, cuya gestaci¨®n Rajoy reivindica para el PP. "Que se vuelva a hablar del milagro espa?ol, y no de un pa¨ªs sometido a la tutela de Europa", areng¨® en un mitin.
La recesi¨®n de 1993 era, antes de esta crisis, la ¨²ltima etapa negra de la econom¨ªa espa?ola. Tras una intensa crisis monetaria en Europa, los flancos m¨¢s d¨¦biles quedaron expuestos (inflaci¨®n descontrolada, d¨¦ficit p¨²blico recurrente, dependencia del exterior). El PIB se contrajo un 1% y el paro se dispar¨®.
Por contraste con la situaci¨®n actual, la salida de aquella recesi¨®n fue rapid¨ªsima. Cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar relev¨® a Felipe Gonz¨¢lez en la Presidencia del Gobierno, en 1996, el crecimiento ya hab¨ªa llegado al 3%, despu¨¦s de tres devaluaciones consecutivas de la peseta. El nuevo Ejecutivo del PP prolong¨® el ajuste del gasto p¨²blico iniciado en la anterior legislatura, con recortes de inversi¨®n y congelaci¨®n del sueldo de funcionarios. Aceler¨® el programa de privatizaciones, liberaliz¨® la venta de suelo y abri¨® al mercado algunos sectores, como las telecomunicaciones o la energ¨ªa. Y Se agarr¨® al cumplimiento del Tratado de Maastricht, paso previo al euro: las condiciones de financiaci¨®n a la econom¨ªa espa?ola pasaron de ser un obst¨¢culo a ser un acicate, el nivel de deuda p¨²blica empez¨® a descender y el empleo a carburar, hasta sumar m¨¢s de cinco millones de nuevos puestos de trabajo en dos legislaturas. Fue tambi¨¦n el arranque de un modelo de crecimiento impulsado por el cr¨¦dito f¨¢cil, el inicio de la burbuja inmobiliaria que estallar¨ªa en la cara al Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
El economista jefe de CatalunyaCaixa, Xavier Segura, minimiza los paralelismos con la situaci¨®n actual, m¨¢s all¨¢ del elevado nivel de paro. "No hay la opci¨®n de devaluar la moneda y el nivel de endeudamiento privado es ahora mucho m¨¢s abultado", se?ala. "La diferencia esencial es que esta es una crisis financiera a nivel global, mucho m¨¢s profunda. Y mucho m¨¢s dif¨ªcil de afrontar en pa¨ªses que acaban de tener una burbuja. El sobreendeudamiento del sector privado es algo muy distinto, que hace de la recuperaci¨®n algo lento y doloroso", coincide Balmaseda.
Los resortes al alcance tambi¨¦n son muy distintos de los que hab¨ªa en 1996. Adem¨¢s de haber perdido el control de la pol¨ªtica monetaria, las privatizaciones ya no pueden dar tanto de s¨ª (el PP recaud¨® casi 35.000 millones), los fondos estructurales de la UE han menguado, el lastre de las viviendas sin vender es mucho m¨¢s pesado y hay una crisis bancaria en toda regla.
Pero, sobre todo, el nuevo Gobierno tomar¨¢ el mando cuando la crisis se recrudece otra vez, no cuando la recuperaci¨®n da los primeros pasos. El ¨²ltimo pron¨®stico de AFI, en l¨ªnea con las revisiones hechas por organismos internacionales y servicios de estudios privados, es una buena muestra: si ahora hay cinco millones de parados, el desempleo aumentar¨¢ hasta los 5,4 millones en el arranque del pr¨®ximo a?o. Y en el paso de 2011 a 2012 volver¨¢ la recesi¨®n, cuyo inicio se esquiv¨® este verano por un pelo, seg¨²n las primeras estimaciones estad¨ªsticas.
A los seis meses escasos de tomar posesi¨®n, en diciembre de 1996, el entonces vicepresidente econ¨®mico, Rodrigo Rato, se permiti¨® decir que la econom¨ªa espa?ola estaba "en la mejor situaci¨®n de estabilidad en 25 a?os", con una tasa de crecimiento respetable, inflaci¨®n bajo control, condiciones financieras en franca mejor¨ªa y el paro en retroceso. Por descontado, la persona que sustituya a Elena Salgado al frente de Econom¨ªa en diciembre no podr¨¢ decir nada parecido tras sus primeros seis meses en el cargo. De lo que decida la zona euro los pr¨®ximos d¨ªas, depender¨¢ que su punto de partida sea m¨¢s o menos desesperado. -
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