Retratos de una madurez adolescente
Francesca Woodman, con apenas 22 a?os, dej¨® un legado fotogr¨¢fico de culto
La mayor parte de los artistas necesitan toda una carrera para construir su obra. El caso de la fot¨®grafa Francesca Woodman es excepcional: precis¨® de menos de 10 a?os para dejar, tras su suicidio a los 22, un legado que la ha elevado a los altares de los artistas de culto. Tres d¨¦cadas despu¨¦s de su desaparici¨®n en 1981, la rotundidad de su legado sigue fascinando e inquietando.
Nacida en 1958 en Boulder (Colorado, Estados Unidos), dej¨® a su muerte unos 800 negativos que custodian con extremado celo sus padres, la ceramista Betty Woodman y el pintor George Woodman. Por eso, cada nueva entrega de im¨¢genes se convierte en un acontecimiento art¨ªstico. La m¨¢s reciente, las 10 copias in¨¦ditas que se pueden ver en la galer¨ªa La F¨¢brica hasta el 21 de enero, junto con otras tantas editadas anteriormente, en la exposici¨®n Unseen photographs and selected works (Fotograf¨ªas in¨¦ditas y obras seleccionadas).
Las nuevas im¨¢genes se han incluido tambi¨¦n en la muestra inaugurada el 5 de noviembre en el San Francisco Museum of Modern Art (SFMOMA), la primera retrospectiva de Woodman en dos d¨¦cadas, que ayuda a entender el especial estado de gracia de su breve periodo creativo: "Aunque fue inusualmente dotada y precoz, el conjunto de su carrera representa una artista en el filo, ni mujer madura ni ni?a inocente, sino en ese tumultuoso y provisional momento previo a la verdadera madurez", escribe la conservadora de fotograf¨ªa del SFMOMA Corey Keller en el ensayo A portrait of the artist as a young woman (Retrato de la artista como mujer joven).
Las im¨¢genes in¨¦ditas que se pueden ver en La F¨¢brica profundizan en los temas que interesaron a la artista desde que, a los 13 a?os, empezara a tomar sus primeras fotograf¨ªas y a explorar con un medio que en los a?os setenta se incorpor¨® a los planes de estudio de las escuelas de Bellas Artes: el cuerpo femenino, la teatralizaci¨®n, el surrealismo y, sobre todo, el autorretrato como g¨¦nero, puesto que es la propia Woodman la protagonista de todas sus im¨¢genes. "Hay que destacar que sus acciones eran el objeto de las fotograf¨ªas; no le interesaba la acci¨®n en s¨ª, sino para fotografiarla. En ese sentido, hay que distinguir sus acciones de la performance", explica Efra¨ªn Bernal, director de La F¨¢brica. Las im¨¢genes est¨¢n impresas en gelatina de plata y sus precios var¨ªan entre 4.000 y 6.000 euros. Como es habitual en todas las fotograf¨ªas de Woodman, se editan en series de 40, aunque solo se ponen a la venta hasta la n¨²mero 25. Son las normas de sus padres y albaceas.
Unseen photographs and selected works. Fotograf¨ªas in¨¦ditas y seleccionadas de Francesca Woodman. Galer¨ªa La F¨¢brica. Alameda, 9. Hasta el 21 de enero. Entrada gratuita.
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