Despertar al lector
En Advertencia al lector, el primero de los antipoemas de su libro de 1954, Nicanor Parra pidi¨® para la poes¨ªa un nuevo alfabeto y tem¨¢ticas nuevas, a riesgo de molestar a los "doctores de la ley" y de ofender el gusto de los acomodados lectores, cuya indignaci¨®n recreaba en su texto: "?Las risas de este libro son falsas!', argumentar¨¢n mis detractores / 'Sus l¨¢grimas, ?artificiales!' / 'En vez de suspirar, en estas p¨¢ginas se bosteza' / 'Se patalea como un ni?o de pecho' / 'El autor se da a entender a estornudos". Es ley de vida: las grandes rupturas, los cambios de paradigma, suscitan el escarnio y la incomprensi¨®n. Recu¨¦rdense las burlas al joven Rub¨¦n Dar¨ªo, la estupefacci¨®n producida inicialmente por las vanguardias.
La antipoes¨ªa pretendi¨® romper con el acomodamiento del lector y con una poes¨ªa que ya se conceb¨ªa y trataba como lujo o ejercicio solitario: los versos modernistas, tan osados y novedosos en sus comienzos, se festejaban en los salones burgueses; los experimentalismos y buceos metaf¨ªsicas de la vanguardia, hab¨ªan quedado reducidos a una "poes¨ªa de c¨ªrculo vicioso / para media docena de elegidos". La lucha de Parra ha sido, desde siempre, por una comunicaci¨®n viva y vital con el lector. Para conseguirla, ha ido afinando en m¨¢s de siete d¨¦cadas de escritura los recursos que lo identifican como antipoeta. Me refiero al lenguaje y las tem¨¢ticas agresivamente cotidianos, al empleo punzante y a veces desternillante de la iron¨ªa y el humor, y a la insistente representaci¨®n de un yo po¨¦tico que no maquilla sus contradicciones, sino que las revela; y me refiero, sobre todo, a la insubordinaci¨®n tenaz de la antipoes¨ªa ante los dogmas po¨¦ticos, pol¨ªticos y religiosos.
Para comunicarse con el lector, hab¨ªa que agredirlo, romper sus expectativas, expulsarlo de su c¨®modo sill¨®n. El ¨²ltimo verso de Advertencia al lector dice: "Yo entierro mis plumas en la cabeza de los se?ores lectores". La agresi¨®n surti¨® efecto: los se?ores lectores pronto aprendieron a convivir y extra?arse con la antipoes¨ªa. Cuando en 1972 public¨® sus Artefactos -no un libro, sino una caja de tarjetas postales-, explic¨® Parra en una entrevista que buscaba con ellos un "pinchazo a la m¨¦dula", como si tocara los "puntos sensibles del lector con la punta de una aguja". Es una de las vetas m¨¢s fruct¨ªferas de la antipoes¨ªa en su lucha por despertar al lector: el di¨¢logo entre el texto y la imagen, que se inici¨® con los Quebrantahuesos en 1952 -en compa?¨ªa de Enrique Lihn y Alejandro Jodorowsky- y lleg¨® a su culminaci¨®n con una concurrida y pol¨¦mica exposici¨®n de las "obras p¨²blicas" celebrada en Santiago de Chile en 2006.
Niall Binns es responsable de las Obras completas de Nicanor Parra.
Babelia
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