Merkozy existe
Nadie lo ha visto, pero existe. Como el unicornio. Yo cre¨ªa que era un invento de mis colegas para retener algo tan apreciado como la atenci¨®n de los lectores. Gracias al semanario Der Spiegel me enter¨¦ de que recibe a los periodistas y habla con ellos, aunque luego se niega a realizar declaraciones con derecho a cita. No estoy hablando del parlanch¨ªn Nicolas Sarkozy, ni de la circunspecta Angela Merkel, sino de las dos personas que se encargan de que Francia y Alemania tomen decisiones y tengan una sola voz, es decir, que Merkozy exista.
Son dos altos funcionarios de unos 50 a?os que se hallan en contacto permanente y hablan al menos una vez al d¨ªa por tel¨¦fono, en franc¨¦s. Quiz¨¢ como compensaci¨®n a la lengua de trabajo, el alem¨¢n que tiene a cargo la tarea es de un nivel inferior al franc¨¦s: director del departamento Europa de la Canciller¨ªa, frente a secretario general del presidente de la Rep¨²blica. Su despacho se halla en el tercer piso del sobrio y moderno edificio de la Canciller¨ªa, inaugurado en 2001 cuando se traslad¨® la capital federal de Bonn a Berl¨ªn. El despacho de la contraparte francesa est¨¢ en el segundo piso del viejo palacio del El¨ªseo, abierto en 1722 y m¨¢s tarde residencia de Madame de Pompadour, la amante del rey Luis XV.
El franc¨¦s se llama Xavier Musca, es corso como la primera esposa de Sarkozy y fue testigo de su boda. El alem¨¢n es Nicolas Meyer-Laudrut, conocido en Bruselas por su labor como portavoz del presidente de la Convenci¨®n Europea, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, y en Alemania porque su sobrina Lena gan¨® Eurovisi¨®n en 2010. El primero tiene una antigua relaci¨®n de amistad con Sarkozy, de su ¨¦poca universitaria; el segundo es un alto funcionario con una sobria relaci¨®n profesional con la canciller, como corresponde al riguroso orden berlin¨¦s.
Para completar las asimetr¨ªas, Francia, el pa¨ªs que tiene una aproximaci¨®n m¨¢s pol¨ªtica a la crisis del euro, est¨¢ representado por un experto en finanzas; mientras que, Alemania, de visi¨®n mucho m¨¢s econ¨®mica, est¨¢ representado por un diplom¨¢tico. El primero es un enarca, salido de la Escuela Nacional de Administraci¨®n (ENA); el segundo es historiador, con una tesis sobre Francia y la unificaci¨®n alemana y forjado como diplom¨¢tico en la pol¨ªtica europea.
Merkozy es la mezcla de agua y aceite. De una parte, un rey elegido cada cinco a?os y con regaliana capacidad de gastar y endeudarse. De la otra, un canciller que gobierna en coalici¨®n, bajo un r¨ªgido sistema de competencias y directrices (Richtlinien), el control de un Parlamento y un Tribunal Constitucional que no dejan pasar ni una, y la cultura monetaria rigorista propia de un pa¨ªs devastado hace 90 a?os por la inflaci¨®n. Quien tiene la llave psicol¨®gica de Merkozy es el franc¨¦s. "Cuando Merkel me ve se pone nerviosa, cuando te ve a ti se tranquiliza", le dijo Sarkozy en un acto p¨²blico en 2009. -
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