"Con cinco millones de parados es dif¨ªcil salir del agujero"
A los 83 a?os los recuerdos se amontonan en la mente y no siempre es sencillo seleccionar y seguir un orden de relato cronol¨®gico. Pero David Morin (1928) lo consigue y con una memoria privilegiada recuerda con todo detalle sus primeras relaciones con Madrid, eligiendo dos de sus principales viajes a la capital. Su primer relato se centra en la cita con Marcelino Camacho en 1964, organizada en clandestinidad por el Partido Comunista y a celebrarse en casa del hist¨®rico dirigente sindical. Sin embargo, la v¨ªspera, han detenido a Marcelino, y cuando Morin y otro compa?ero llegan al domicilio sin saber nada de la detenci¨®n y como "hombres muy extra?os", la mujer muestra ciertos recelos. Estos, poco a poco, se ir¨¢n desvaneciendo porque la hermana del detenido se convence de que los reci¨¦n llegados son de confianza y no polic¨ªas. "Fui con un compa?ero de la Naval, Jos¨¦ Mari Casta?ares, que se enfad¨® much¨ªsimo diciendo en voz alta ?C¨®mo pueden desconfiar de m¨ª"?
"Los j¨®venes trabajadores estaban obligados a afiliarse al frente de Juventudes"
"La tele me ten¨ªa un particular cari?o, por la boina y por hablar con el cigarro en la boca"
"En 1947 el Gobierno vasco en el exilio convoc¨® una huelga general"
"Hay personas que me resultan tremendamente antip¨¢ticas, como Aznar"
"Asustada por la huelga la oligarqu¨ªa vizca¨ªna pidi¨® a Franco concesiones"
"El nacioalismo radical no est¨¢ rodado pol¨ªticamente, Se ir¨¢ disolviendo como un azucarillo"
"Ser sindicalista supon¨ªa vivir entre la legalidad y la clandestinidad"
"Pasamos mucha hambre. Nos tocaba a once garbanzos cada uno"
"Adolfo Su¨¢rez nos resolvi¨® el conflicto de la huelga de hambre"
"En la c¨¢rcel de Carabanchel se mont¨® una 'universidad paralela"
Por entonces se hab¨ªan iniciado los primeros pasos de CC OO en el Pa¨ªs Vasco, mucho antes que en Madrid y que en ning¨²n lugar de Espa?a. La primera Comisi¨®n Obrera Provincial se crea un a?o antes (1963) en la iglesia de La Aneja en el barrio bilba¨ªno de Uribarri. La mayor¨ªa de sus miembros son cat¨®licos, como Valeriano G¨®mez Lav¨ªn, Angel Garc¨ªa, muchos de la HOAC, de JOC, algunos sin adscripci¨®n pol¨ªtica y el ¨²nico comunista, David Morin. La finalidad de esta primera cita en Madrid era "para conocerse" y empezar a preparar la organizaci¨®n de CC OO a nivel de Espa?a, despu¨¦s del inicio de esa experiencia en Euskadi. Morin ya ten¨ªa contactos con Jos¨¦ Luis L¨®pez de Lacalle, posteriormente asesinado por ETA, responsable en Gipuzkoa, (junto con Jos¨¦ Unanue), y con el que se reun¨ªa en Eibar. En Madrid quer¨ªan hacer lo mismo y "exportarlo" al resto del pa¨ªs. "Ser sindicalista, entonces, supon¨ªa vivir entre la legalidad y la clandestinidad, con reuniones secretas en los montes de las Encartaciones o en las sacrist¨ªas de las iglesias "aliadas".
A los cuatro d¨ªas, Marcelino Camacho sale de comisaria y conoce a David. "Mi relaci¨®n con ¨¦l fue muy buena, y estuvo varias veces en mi casa, hasta que muchos a?os m¨¢s tarde se levant¨® "la veda" contra Tom¨¢s Tueros y contra m¨ª. Mi mujer lleg¨® a decirme que Marcelino fue qui¨¦n me hab¨ªa castigado, porque si ¨¦l no presta apoyo a nuestros oponentes en CC OO, estos no hubiesen podido apartarnos de la direcci¨®n". Durante a?os, con Camacho se entendi¨® mejor a nivel pol¨ªtico que a nivel sindical, porque, por ejemplo, ten¨ªan interpretaciones distintas de la historia de CC OO. Para Marcelino, el movimiento hab¨ªa nacido en la mina de La Camocha en Asturias, y para David en la huelga de 1947 convocada por el Gobierno vasco desde el exilio, y de gran trascendencia. "Entonces, en Bizkaia dominaba la oligarqu¨ªa que era el alma del r¨¦gimen, y esta se asust¨® pidiendo a Franco concesiones. ?Y qu¨¦ concesiones hizo Franco? La celebraci¨®n del primero de Mayo que se convirti¨® en el d¨ªa de "San Jos¨¦ obrero", la de los Jurados de Empresa, y otra la de los convenios colectivos. Esas tres decisiones no se aplican hasta a?os m¨¢s tarde, pero son concesiones, y eso lleva a que en torno a ellos se organice la clase trabajadora despu¨¦s de la huelga de 1947 que paraliz¨® a las grandes empresas vizca¨ªnas con m¨¢s de veinte mil huelguistas ese 1 de mayo", apostilla.
Sin embargo, Morin no quiere eludir, su primer viaje a Madrid, mucho antes, cuando en 1948, y a sus veinte a?os, despu¨¦s de un largo recorrido al finalizar la Guerra Civil, que junto a su familia, le lleva a Asturias, al exilio en Francia, a Valladolid a cuidar toros de lidia en una finca, hasta que regresa definitivamente a Bibao en 1944 para trabajar en una cristaler¨ªa. "Fueron a?os dif¨ªciles y pasamos mucha hambre. La comida estaba racionada, y los cont¨¦! nos tocaba a once garbanzos cada uno. Siento reconocerlo pero, a veces, tuvimos que robar comida para animales en los furgones de tren del muelle de Santurce". M¨¢s tarde, David trabaja en una empresa de Lamiako, Earle, "la Delta", y son tiempos del Frente de Juventudes al que todos los j¨®venes trabajadores est¨¢n obligados a afiliarse y pagar una cuota. Un a?o m¨¢s tarde de la hist¨®rica huelga del Primero de Mayo, el joven David, nombrado a dedo, se ve obligado a trasladarse a Madrid a la Escuela de Capacitaci¨®n Social. "?Qu¨¦ quer¨ªa el r¨¦gimen? Amaestrar a los futuros Jurados de Empresa. El frente de Juventudes nos llev¨® a la calle Azcona y all¨ª estaba de administrador Villalobos, el padre de la exministra, al que le hicimos una huelga de hambre porque nos daban muy mal de comer. Sabemos que los vascos en eso exigimos siempre mucho. Y el que nos resolvi¨® el conflicto fue Adolfo Su¨¢rez, entonces jefe del Frente de Juventudes. En aquella escuela quienes daban las clases eran militares. ?Qu¨¦ manda narices! Muy antiamericanos entonces, nos daban aut¨¦nticos m¨ªtines y nos llevaban a lugares significativos del r¨¦gimen como Brunete, a ?vila, a Toledo la imperial, y al Valle de Los Ca¨ªdos. La mayor¨ªa de los que fuimos, m¨¢s tarde, nos volvimos antifranquistas y algunos revolucionarios", recuerda con orgullo. Esa primera estancia madrile?a en 1948 dur¨® 45 d¨ªas, y los j¨®venes trabajadores regresaron a sus f¨¢bricas.
Posteriormente y en sus m¨²ltiples viajes a Madrid, David Morin, habitualmente, se alojaba en casa de una cu?ada: "porque era muy dif¨ªcil meterse en un hotel por la vigilancia policial continua, y as¨ª siempre contabas con una coartada familiar. Era muy duro, pero vi¨¦ndolo con retrospectiva, tambi¨¦n, algo divertido. ?Hay que joderse lo que hemos hecho!". Todos esos viajes los hac¨ªan en tren, y a veces coincid¨ªa con Felipe Gonz¨¢lez o Alfonso Guerra "que ven¨ªan con la "chupa" de cuero a reunirse con Ram¨®n Rubial, ambos representantes de las dos fuerzas determinantes en el socialismo; la vasca y la andaluza.
Durante la segunda mitad de la d¨¦cada de los a?os sesenta el PC de Euskadi descansa sobre una base eminentemente obrerista que se ver¨¢ ampliada por su presencia dentro de CC OO, y entonces Jos¨¦ Unanue, Tom¨¢s Tueros, y David Morin se convertir¨¢n en los dirigentes m¨¢s significativos.
En aquella ¨¦poca, Morin, cuyo "nombre de guerra" es Miguel Goria, tambi¨¦n forma parte del Comit¨¦ Central del PC, y participa en la capital a diversas reuniones clandestinas, a las que llaman coordinadoras. En ellas conoce a gente de toda Espa?a: andaluces, catalanes, valencianos, vascos...como Juli¨¢n Ariza, Jos¨¦ Casado, y m¨¢s tarde Eduardo Saborido, o Antoni Guti¨¦rrez, y se organizan "las primeras acciones". Entre ellas la del 27 de octubre de 1967 con la llamada a la huelga general, que provoca nuevas detenciones. Estas reuniones se celebraban en distintos pisos, y alg¨²n chal¨¦ prestado por el Conde de Motrico, Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, o por alg¨²n torero o artista conocidos. En esa ¨¦poca, Morin acumula cargos como el de Jurado de empresa de Beltr¨¢n y Casado, que fabricaba el Gogomobil y se hundi¨® econ¨®micamente, y tras ganar las elecciones "verticales" llega a ser vicepresidente de la Junta Social Provincial del Metal, y miembro de la Comisi¨®n Nacional del Metal en Madrid. All¨ª, en 1965, conoce a Martin Villa, entonces uno de los responsables del sindicato vertical, y quien a?os m¨¢s tarde se acord¨® de su apellido en el entierro de Fernando Mugica, asesinado por ETA. "Me ha tocado acudir a muchos funerales, entre ellos al de vuestro colega Jos¨¦ Mar¨ªa Portell". En Madrid estrecha sus relaciones con Juli¨¢n Ariza, con Nicolas Sartorius, o con el cura Paco, Francisco Garc¨ªa Salve, y se inician sus m¨²ltiples periplos por muchas c¨¢rceles espa?olas.
Entre 1964 y 1973 David Morin pasa temporadas en las prisiones de Larrinaga y Basauri (Bizkaia), la provincial de Vitoria, el penal de Burgos, Carabanchel, C¨®rdoba, Sevilla, Huelva, Zaragoza y Soria. Recuerda con especial inter¨¦s su primer traslado, -junto con Josu Ibarrola (hermano del pintor)-, a Madrid la v¨ªspera de Navidad cuando el furg¨®n celular est¨¢ a punto de caerse al r¨ªo Duero con los dos reos esposados. Susto que se ve aliviado al poder celebrar la Nochebuena con los dem¨¢s presos pol¨ªticos de la Sexta galer¨ªa de Carabanchel. "Condenado a seis a?os por pertenecer a CC OO y participar en la huelga de Bandas, me tir¨¦ tres a?os en preventivo y luego me llevaron a Soria para cumplir el resto. En una de las cinco huelgas de hambre coincid¨ª con Lalo, el padre del lehendakari, Patxi L¨®pez. Multados por participar en manifestaciones, muchas estudiantes pasaban d¨ªas en Carabanchel en donde les organiz¨¢bamos cursillos de marxismo. Entre ellos estuvo Barrionuevo. Ten¨ªamos algunos libros como el de Nikitin La nueva econom¨ªa pol¨ªtica o los de Afanasiev. ?Hombre! era marxismo estalinista. Muchos de estos alumnos se convertir¨ªan en dirigentes pol¨ªticos". Esta universidad era de tal trascendencia que el diario franc¨¦s Le Monde lleg¨® a titular: "En Espa?a todas las universidades cerradas menos la de Carabanchel".
Cuando muere Franco, en 1975, David Morin se encuentra en Paris porque el partido "le ha sacado de Espa?a" junto con Ram¨®n Ormazabal, el l¨ªder del PC en Euskadi, con el que meses m¨¢s tarde tendr¨¢ un enfrentamiento en v¨ªsperas del primer Congreso de CC OO en Barcelona. ("Ram¨®n no quer¨ªa que vaya yo, prefer¨ªa a Mikel Camio").
En Paris se hospeda en casa de unos campesinos de Talavera cerca del aeropuerto de Orly. Iba todos los d¨ªas a la DECO (Delegaci¨®n de CC OO en el exterior) y all¨ª conoce a los hijos de Santiago Carrillo, al excenetista Rozas, a Manolo Escobedo y a otros muchos exiliados. Pero antes de regresar definitivamente a Bilbao se traslada a Roma para participar en un multitudinario homenaje a Dolores Ibarruri, La Pasionaria.
Muchos a?os antes de este acto, David ya se hab¨ªa reunido en m¨²ltiples ocasiones con La Pasionaria y con Santiago Carrillo en Francia, como en el XVIII Congreso del PCE, que se celebr¨® en Lille. "En esa ocasi¨®n estuve m¨¢s de dos horas con Dolores. Era la mujer m¨¢s encantadora del mundo. Se acordaba mucho de la Arboleda, de las Encartaciones, y conoc¨ªa esa zona mejor que yo, extra?¨¢ndose que yo no fuese m¨¢s a menudo. Al final de la entrevista me pregunt¨®: "Oye David, ?c¨®mo os llev¨¢is con los socialistas y con los nacionalistas? Le contest¨¦ que personalmente en todos esos a?os no les hab¨ªa visto en primera l¨ªnea durante el franquismo. Entonces, sonri¨¦ndose, me dijo: "no os preocup¨¦is que cuando llegue la democracia si los ver¨¦is". "?Vaya que si los vimos!".
Durante la Transici¨®n, y con ocasi¨®n de sus numerosos viajes a Madrid, David Morin mantiene m¨²ltiples contactos y relaciones con sus compa?eros del sindicato como secretario general de CC OO de Bizkaia y con el partido, al ser miembro de su Comisi¨®n Ejecutiva. "Iba a todas las reuniones. A m¨ª la televisi¨®n me ten¨ªa un particular cari?o por la boina. Siempre me sacaban por la boina y por mi habilidad de hablar con el cigarrillo en la boca".
Sus encuentros con Felipe Gonz¨¢lez fueron anteriores a su presidencia del Gobierno y con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no tuvo ninguna oportunidad. "Hay personas que me resultan tremendamente antip¨¢ticas, y una de ellas es Aznar. Lo de la Guerra de Irak no se lo perdono. Me ha hecho manifestarme muchas veces".
En cuanto a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero afirma que "es natural que se llegase a este deterioro porque la crisis es muy aguda, pero no es obra suya, ni de Merkel, ni de Sarkozy que son los que, tambi¨¦n, van a caer. Si alg¨²n presidente ha sido socialista, no socialdem¨®crata, ese es Zapatero, y, m¨¢s all¨¢ de la crisis, ¨¦l ha permitido ensanchar las libertades en este pa¨ªs. Con cinco millones de parados era muy dif¨ªcil salir del agujero". David a?ade que, como conocedor de la historia del l¨ªder socialista Facundo Perezagua, cree que el PSOE ya no va jugar el papel de rebelde. Sin embargo, s¨ª recuerda que un d¨ªa le dijo al lehendakari L¨®pez que su partido deb¨ªa ser un partido de gobierno y de lucha. "No se entiende una izquierda sin lucha, y si se hubiera ense?ado los dientes a los mercados en toda Europa, lo m¨¢s seguro es que en este momento estar¨ªamos en otra situaci¨®n", afirma algo vehemente.
-?Y cu¨¢l va a ser el papel de los sindicatos?
-"No va a quedar m¨¢s remedio que luchar y movilizarse, porque algunos no quieren dejar ni el menor resquicio a los estados de bienestar, aunque antes fueron muy complacientes al ayudar a crearlos. ?Frente a eso que se puede hacer? Luchar y salir a la calle, no veo muchas otras alternativas. En el mundo se va a producir un gran cambio, una gran revoluci¨®n, pero con formas completamente distintas. Lo de los pa¨ªses ¨¢rabes que luchan para conseguir su libertad, es un ejemplo important¨ªsimo".
-Hablando de libertad, ?c¨®mo ve el tema de ETA?
-"Lo veo finiquitado. No s¨¦ cu¨¢ndo se va atrever a decir que se disuelve? Dejar, ya lo ha hecho, porque cuando dices que ya no vas a matar es que has claudicado. Ahora, no lo van a decir as¨ª, pero el avance es importante aunque no hayan tomado la decisi¨®n ¨²ltima. Es posible que un d¨ªa digan que dada las circunstancias pol¨ªticas de este pa¨ªs hemos decidido desaparecer".
- ?Y c¨®mo interpreta que hayan tenido los resultados del 20N, porque la historia de ETA no deja de ser un fracaso pol¨ªtico, a parte del da?o causado y el tema de las v¨ªctimas?
-"Esta gente siempre ha tenido voto y apoyo social, porque aqu¨ª el cuento de Sabino Arana no se lo creyeron del todo los nacionalistas del PNV, pero s¨ª los radicales. Eso del independentismo, de que esto no es Espa?a, etc. ha calado en determinadas sensibilidades y en mucha gente y es la que les vota. Pero eso se va a ir disolviendo como un azucarillo en un vaso de agua. Me refiero al nacionalismo radical no al democr¨¢tico. Todav¨ªa no est¨¢n rodados pol¨ªticamente. Lo estaban para apoyar a los que mataban, pero no para gobernar. Y eso a lo ¨²ltimo, ya sabemos lo que pasa, y es que la gente deja de votar cuando no se cumple con las leyes de la democracia. S¨ª, primero tendr¨¢n que aprender a ser dem¨®cratas. Pero vuelvo a lo de antes. Para m¨ª lo fundamental es que desaparezca ETA porque si lo hace estos ya est¨¢n sin padre, sin padre espiritual. Si esto ocurre va a ser todo mucho m¨¢s f¨¢cil. No descarto que puedan ser los aliados de ma?ana, como lo es hoy en d¨ªa el Partido Popular".
David Morin
De padre socialista y madre de tendencia anarquista, David Morin nace el 16 de septiembre de 1828 en el barrio de Romo, en Getxo (Bizkaia). Con menos de 30 a?os es nombrado miembro del Jurado de Empresa de la factor¨ªa Beltr¨¢n y Casado, y poco despu¨¦s vicepresidente de la Junta del Metal de Bizkaia. A?os m¨¢s tarde (1967) compagina su cargo de secretario general de CC OO de Euskadi con su participaci¨®n en el Comit¨¦ Central del Partido Comunista. Despu¨¦s de la primera Asamblea del sindicato "autorizada" y celebrado en Barcelona, y del IX Congreso legal del PC, Morin es elegido miembro de la Ejecutiva confederal. Antes, y durante el franquismo, recorrer¨¢ varias c¨¢rceles como Basauri, Carabanchel o Soria cumpliendo seis a?os de condena. En 1979 dejar¨¢ su cargo en el partido despu¨¦s del IX Congreso, y pocos a?os despu¨¦s, y tras la renuncia de Santiago Carrillo, abandonar¨¢ el PC para afiliarse al PSOE, pero seguir¨¢ como militante de CC OO.
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