Una visita a los banqueros del arte
Las sacudidas econ¨®micas redibujan tambi¨¦n el mapa de las valiosas colecciones de los grandes de las finanzas, sometidos a procesos de fusiones y absorciones
?Qu¨¦ fue de la colecci¨®n de Argentaria? ?Qu¨¦ har¨¢ el Sabadell con las adquisiciones de la Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo? ?Qu¨¦ destino aguarda a las m¨¢s de 7.000 piezas acumuladas por las cajas gallegas? Las sacudidas financieras que durante los ¨²ltimos a?os han redibujado el mapa de la banca espa?ola han provocado importantes efectos colaterales: fusiones, compras y absorciones han comprimido un paisaje en el que todav¨ªa se vislumbran muchas podas. Y entre los numerosos activos propiedad de cada entidad hay uno que interesa especialmente al mundo de la cultura: las colecciones de arte que muchos bancos o cajas iniciaron en el momento de su nacimiento o, de manera especial, a partir de la d¨¦cada de los ochenta.
Algunas entidades tienen poco que envidiar a los principales museos
El futuro de este patrimonio art¨ªstico es incierto por culpa de la actual crisis
Lo mismo que son muy pocas las comunidades aut¨®nomas que lograron sustraerse a la construcci¨®n de un templo propio para el arte contempor¨¢neo, son muy pocos los bancos que se resistieron a crear su propia gran colecci¨®n. En unos casos (las cajas), vinculados a los artistas de la regi¨®n en la que estaban asentados; en otras ocasiones, esas colecciones tienen poco que envidiar a las de algunos grandes museos. El objetivo inicial era que las estrellas del arte de ayer y de hoy dieran relumbr¨®n a los despachos de los ejecutivos. Poco a poco, esas colecciones se convirtieron en mucho m¨¢s que mudos testigos de suculentas negociaciones.
La colecci¨®n de la Fundaci¨®n Banco Santander es un ejemplo de lo ocurrido en el exclusivo planeta de los banqueros del arte. Con m¨¢s de un millar de obras de los siglos XVIII, XIX y XX, entre las que no falta un buen pu?ado de obras maestras, el resultado final procede de decenas de operaciones, aunque los cimientos fueron contruidos por las piezas del Banco Urquijo (T¨¤pies, El Paso, Guerrero, adem¨¢s de los siete deslumbrante tapices que cuelgan en la sede de Boadilla del Monte...). El Urquijo fue una de las primeras entidades que entendi¨® el coleccionismo como algo m¨¢s que el capricho de un alto ejecutivo o que un ejercicio costumbrista. En 1988 su conjunto de grandes obras fue tasado por Sotheby's en m¨¢s de 6.000 millones de pesetas. Una de las m¨¢s cotizadas, el Retrato del conde de Floridablanca, pintado por Goya, se lo qued¨® el Banco de Espa?a, pasando a enriquecer la espectacular colecci¨®n de retratos de Goya que posee el organismo supervisor.
Rosario L¨®pez Mer¨¢s, directora de proyectos culturales de la Fundaci¨®n Santander, cuenta que cada entidad, por peque?a que sea, suele contar con una joya entre sus aportaciones. Del Banco de Granada viene la Virgen ni?a de Zurbar¨¢n, y del Banco de Jerez proviene la rica colecci¨®n de monedas (2.218, de todas las ¨¦pocas) del Santander. La propia entidad fue coleccionista desde su creaci¨®n. De esos or¨ªgenes proceden parte de los 30 guti¨¦rrez solanas que suelen exhibirse junto a obras mayores de El Greco, Cranach, Van Dyck, Sorolla, Casas, Picasso o Miquel Barcel¨®.
Los tesoros del BBVA conforman otro de los olimpos del coleccionismo privado en Espa?a. Con un millar de piezas, el resultado final es la suma de 150 operaciones financieras. Una de las partes m¨¢s notables de la colecci¨®n, nada menos que 428 obras, fue aportada por Argentaria. Tanto el Bilbao como el Vizcaya adquirieron obra de los artistas vascos m¨¢s importantes del siglo XIX y XX. Mientras el primero se especializ¨® en artistas flamencos, los segundos prefirieron atesorar nombres de las vanguardias art¨ªsticas. El valor de todo ello es dif¨ªcil de cuantificar hoy. En funci¨®n de los seguros, podr¨ªa hablarse de unos 50 millones de euros. A la hora de se?alar la joya de la colecci¨®n, los actuales responsables de la entidad no dudan: el Retrato de Don Pantale¨®n P¨¦rez de Nenin, pintado por Goya en 1808, un ¨®leo que ha participado en m¨¢s de 30 exposiciones, valorado en cinco millones de euros y adquirido por el Banco Exterior en 1961 a los herederos de la familia Labat y Sives, tataranietos de la hermana de Don Pantale¨®n, el protagonista de la obra. El retrato forma parte de la selecci¨®n de obras que habitualmente se exhibe en el madrile?o Palacio del Marqu¨¦s de Salamanca junto a obras de Juan Carre?o, Murillo, Regoyos, Rusi?ol, Esteban Vicente, T¨¤pies, Lucio Mu?oz, Antonio L¨®pez, Julio Gonz¨¢lez, Cristina Iglesias, Sicilia....
Un caso un tanto diferente lo constituye la colecci¨®n de La Caixa. Las aportaciones de las entidades asimiladas han sido irrelevantes, seg¨²n Nimfa Bisbe, directora de la colecci¨®n de arte contempor¨¢neo de la firma. Una experta internacional, Mar¨ªa Corral, fue la encargada de crear, en 1980, una colecci¨®n de arte contempor¨¢neo que hoy es fiel reflejo de todo lo que est¨¢ ocurriendo en el mundo. Con la instalaci¨®n y la escultura como platos fuertes, entre las joyas de La Caixa se incluyen obras de artistas como Bruce Nauman, Joseph Beuys, Mario Merz o Juan Mu?oz.
El efecto imitaci¨®n de lo atesorado por La Caixa fue secundado por muchas entidades cuyo futuro es incierto y cuyas colecciones emprenden el camino de un destino desconocido. La colecci¨®n de la Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo, por ejemplo, se form¨® con la asesor¨ªa de conocidos expertos... pero ahora mismo su futuro, como el de otras grandes colecciones, es tan inescrutable como los designios del Se?or.
Los tres colosos
- Fundaci¨®n Santander. Un millar de obras maestras procedentes del propio banco y de la colecci¨®n del Urquijo (piezas del XIX y XX valoradas en m¨¢s de 6.000 millones de pesetas en 1988). Poseen 30 cuadros de Guti¨¦rrez Solana.
- Fundaci¨®n BBVA.
La colecci¨®n es la suma de las aportaciones de 150 operaciones entre cajas y bancos. A la fusi¨®n de las obras del Bilbao y el Vizcaya se suma la colecci¨®n Argentaria, con 428 obras de cotizados artistas.
- Fundaci¨®n La Caixa. Su colecci¨®n, puesta en pie por Mar¨ªa Corral, ha sido imitada por todas las entidades que empezaron sus colecciones a partir de 1980.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.