Entre la indiferencia y la resignaci¨®n
Los ciudadanos franceses prev¨¦n m¨¢s ajustes tras la p¨¦rdida de la 'triple A'
La p¨¦rdida de la triple A francesa cop¨® todas las portadas y las cadenas de radio y televisi¨®n este fin de semana. En las calles de un popular barrio del norte parisiense, la confirmaci¨®n de la degradaci¨®n de la deuda de la segunda econom¨ªa europea se contempla con cierto hast¨ªo. "Estamos hartos ya de ese tema", se queja una vecina. Los que s¨ª comentan la noticia manifiestan una mezcla de indiferencia y resignaci¨®n, a la espera de la adopci¨®n de nuevas medidas de ajuste, pese a que las elecciones presidenciales est¨¢n a la vuelta de la esquina.
Louis, un profesor jubilado, acoge as¨ª la noticia: "No tengo dinero en Bolsa, por lo tanto, lo analizo con bastante desapego". Pese a todo, "dado que son las finanzas las que dictan las leyes", teme nuevas medidas de ajuste -el Gobierno ya ha lanzado dos planes de consolidaci¨®n fiscal desde el verano-. Y se pregunta si el presidente Nicolas Sarkozy, cuya candidatura a la reelecci¨®n todav¨ªa no oficial aunque todo el mundo da por descontada, lo har¨¢ antes de las elecciones.
"Yo no creo que los franceses voten en funci¨®n de la triple A, aunque Sarkozy hizo de ello una prioridad, y pueden pasar muchas cosas en las pr¨®ximas semanas", considera por su parte Rachel, responsable contable de 40 a?os. "En cualquier caso, tampoco es una cat¨¢strofe", a?ade.
"La gente se equivoca al no darle importancia", rebate Azouz, quiosquero "apasionado por la pol¨ªtica" que lleva m¨¢s de 20 a?os con su negocio. La decisi¨®n del viernes de Standard & Poor's tampoco le ha sorprendido y aunque teme consecuencias directas para el bolsillo de los ciudadanos, considera que algo bueno puede surgir de esta llamada de atenci¨®n. "Al menos dejaremos de mirarnos el ombligo y de dar lecciones de moral a los dem¨¢s pa¨ªses", apunta, "tenemos que dejar de vivir por encima de nuestras posibilidades".
El quiosquero aprovecha una imaginativa portada del diario Lib¨¦ration, -el apellido del presidente Sarkozy con la A ca¨ªda-, para abrir una tertulia entre sus clientes. "Esto es cosa de los bancos, pero nos lo acabar¨¢n haciendo pagar a nosotros", dice un ex militante comunista y cliente habitual. "Si gana el socialista Fran?ois Hollande no cambiar¨ªa nada, estar¨¢ tambi¨¦n a las ¨®rdenes de los financieros", a?ade un compa?ero suyo. "Lo que est¨¢ claro es que somos peores negociando que los alemanes, no es normal que ellos se financien a menor coste", lanza otro cliente.
"No soy nada pro Sarkozy, pero no creo que la culpa sea suya, es toda Europa la que se lleva una bofetada", dice Aude, una joven grafista de 28 a?os. "Hace seis meses no sab¨ªamos ni que exist¨ªan las agencias de calificaci¨®n y ahora parece que son lo m¨¢s importante del mundo", ironiza. "No me afecta directamente, con la crisis que vivimos, un poco mejor o un poco peor, no cambia mucho", resume, "estoy resignada".
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