Los 'kikos' salvan su ¨²ltimo obst¨¢culo
Vencen las resistencias de los obispos y logran que el Papa reconozca su liturgia
Los kikos superan el ¨²ltimo obst¨¢culo en Roma y se imponen sobre los prelados que han frenado sus pr¨¢cticas lit¨²rgicas durante d¨¦cadas. Lo certific¨® ayer Benedicto XVI en una ceremonia a la asistieron 7.000 neocatecumenales, cinco cardenales y medio centenar de obispos. Desde ahora, los kikos, que es como se conoce el movimiento integrista Camino Neocatecumenal por el nombre de su fundador, el espa?ol Francisco Jos¨¦ G¨®mez de Arg¨¹ello y Wirtz, m¨¢s conocido como Kiko (Le¨®n, 1939), podr¨¢n celebrar liturgias sin reparo alguno.
El Vaticano ha tardado 15 a?os en decidirse pese a que, seg¨²n dijo el Papa ayer, el movimiento es "un particular don del Esp¨ªritu Santo a los hombres de nuestro tiempo". Con este paso, concluye el proceso de aprobaci¨®n del Camino Neocatecumenal.
Podr¨¢n celebrar la ceremonia a su manera si es de forma abierta
"La aprobaci¨®n del directorio catequ¨¦tico sobre esas ceremonias, que no son estrictamente lit¨²rgicas, muestra c¨®mo la Iglesia os acompa?a atentamente. Buscad siempre la comuni¨®n con los obispos de las iglesias particulares de las que form¨¢is parte", les rog¨® Benedicto XVI.
Numerosos obispos se hab¨ªan quejado de que algunas comunidades de kikos funcionan de manera paralela a la di¨®cesis, como si fueran independientes. Los prelados japoneses incluso les acusaron el a?o pasado de tener un estilo "sectario" y de "crear divisiones". Ahora, los estatutos les permiten celebrar la liturgia a su manera, pero se les exige que sean abiertas "a todos los fieles".
"Por lo visto no basta el nombre de cristianos", lament¨® Erasmo en 1508 ante la proliferaci¨®n de ¨®rdenes religiosas con el nombre de sus fundadores. El proceso de dispersi¨®n no ha parado de crecer. Uno de los m¨¢s llamativos, el Camino Neocatecumenal, naci¨® en 1964 en Madrid de la mano del pintor Arg¨¹ello y la qu¨ªmica Carmen Hern¨¢ndez, entonces mezclados entre los pobres de las barracas de Palomeras Altas. Hoy son 1,5 millones y tienen 20.000 comunidades distribuidas en 6.000 parroquias de 900 di¨®cesis.
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