Energ¨ªa, turismo y textil sufren el calentamiento global

El calentamiento global del planeta es un hecho que ya afecta a muchas actividades de la vida cotidiana. El pasado oto?o, el m¨¢s caluroso en los ¨²ltimos 500 a?os, el m¨¢s c¨¢lido desde que Crist¨®bal C¨®l¨®n descubri¨® Am¨¦rica, ha dejado no pocas consecuencias econ¨®micas: Abrigos apilados en las estanter¨ªas de las rebajas, bajada en los precios de la energ¨ªa o p¨¦rdidas del sector tur¨ªstico de invierno son algunas de las consecuencias que ya han comenzado a dejarse sentir en la esfera de lo econ¨®mico. Y estos son s¨®lo los primeros efectos.

La campa?a de rebajas comenz¨® este a?o con m¨¢s abrigos en los percheros que en per¨ªodos de rebajas anteriores. El buen tiempo ha provocado que la gente haya esperado al ¨²ltimo momento para comprar tanto las prendas como el calzado de invierno. Son art¨ªculos caros y los comerciantes se han visto obligados a aplicarles mayores rebajas para evitar acumulaciones de g¨¦nero, seg¨²n explica la Asociaci¨®n Nacional de Grandes Empresas de Distribuci¨®n (ANGED). Es s¨®lo uno de los efectos, y de los menos nocivos, de haber pasado un invierno suave.

El consumo de energ¨ªa sube en verano y baja en invierno

Los nuevos calores del oto?o tambi¨¦n se han dejado sentir en el consumo de energ¨ªa. Este octubre, se registr¨® la primera bajada del consumo del gas natural desde 2002. Fue de tan s¨®lo una d¨¦cima, pero en Enag¨¢s, la empresa reguladora del sistema, ya achacaron esa bajada a las temperaturas suaves de un oto?o tard¨ªo. Es la primera se?al.

Lejos de Espa?a, en Estados Unidos, los efectos de un invierno demasiado suave tambi¨¦n est¨¢n repercutiendo en el consumo y en el precio del petr¨®leo. La semana pasada, el precio del barril de crudo Brent, que se usa como referencia en Europa, se situ¨® en 51 d¨®lares, su nivel m¨¢s bajo desde junio de 2005. Es un c¨ªrculo: La gente usa menos la calefacci¨®n y eso act¨²a sobre el precio del crudo que, a su vez, presiona a la OPEP para recortar la producci¨®n y mantener el petr¨®leo por encima de los 60 euros.

En verano, las efectos del calentamiento sobre los precios de la energ¨ªa son otros. El consumo de electricidad en Espa?a se ha duplicado en las tres d¨¦cadas que separan 1973 y 2005, seg¨²n el informe de Sostenibilidad en Espa?a 2006 del Ministerio de Medio Ambiente. El estudio revela que el equipamiento en los hogares espa?oles ha aumentado de “forma espectacular”: En 2003, se facturaron 940.000 unidades de equipos de aire acondicionado, un 30% m¨¢s que el a?o anterior. Cada a?o se venden 23 millones de electrodom¨¦sticos para sobrellevar unos veranos cada vez m¨¢s calurosos.

La soluci¨®n que plantea el Gobierno es sencilla: A mayor demanda, mayor precio. La ministra de Medio Ambiente declar¨® en la presentaci¨®n del informe, el mes pasado, que es “imprescindible” que Espa?a entre en una “nueva cultura de la energ¨ªa”. Abog¨® porque los precios del suministro reflejen mucho mejor sus costes. En tres palabras: Electricidad m¨¢s cara.

“Sin los ca?ones de nieve artificial, hubiese sido una cat¨¢strofe”

En la explotaci¨®n de las pistas de esqu¨ª, los efectos del calentamiento son obvios. Los ca?ones de nive son una soluci¨®n a la falta del preciado manto blanco, pero son caros, gastan mucha electricidad y no pueden funcionar si no se producen unas determinadas condiciones de fr¨ªo. “La producci¨®n de nieve con ca?ones no es la panacea, se necesitan unas condiciones m¨ªnimas”, se?ala una portavoz de la Asociaci¨®n Tur¨ªstica de Estaciones de Esqu¨ª y de Monta?a. Funcionan con agua, aire a presi¨®n y fr¨ªo. Si la temperatura en la monta?a supera los cero grados, en lugar de nieve, los esquiadores se encontrar¨¢n en medio de una fina lluvia. Y eso es lo que est¨¢ ocurriendo en las pistas de esqu¨ª espa?olas.

Aun as¨ª, “sin los ca?ones de nieve artificial, hubiese sido una cat¨¢strofe”, explica el portavoz de Baqueira. Por eso, los empresarios siguen invirtiendo en la producci¨®n de esta nieve en polvo pese a que su rentabilidad a largo plazo es incierta. De hecho, el futuro “constituye una de las mayores preocupaciones del sector”, seg¨²n se?ala el informe Impactos en Espa?a por Efecto del Cambio Clim¨¢tico del Ministerio de Medio Ambiente.

No todo el mundo es pesimista. Las temperaturas medias registradas en la estaci¨®n del Valle de Ar¨¢n han ido descendiendo paulatinamente los ¨²ltimos nueve a?os favoreciendo el uso de los ca?ones, pero desde el sector le restan importancia. “Cada cierto tiempo se dan a?os anormales y ¨¦ste puede ser uno de ellos”, explica el portavoz de Baqueira Beret, quien concreta, eso s¨ª, que la estaci¨®n s¨®lo ha ingresado el 60% de lo que viene embolsando en las vacaciones navide?as. Como el caso de Candanch¨², que durante el per¨ªodo vacacional de diciembre y enero recibi¨® un 50% menos de esquiadores que la pasada temporada, seg¨²n fuentes de la propia estaci¨®n.

Graves p¨¦rdidas econ¨®micas tras las inundaciones en Galicia

El agua recogida en las localidades gallegas de Caldas, Vilanova o Pontevedra entre el 15 y el 27 de noviembre duplic¨® el nivel registrado en este mismo mes durante los ¨²ltimos ocho a?os, seg¨²n un informe elaborado por la Xunta. 153 litros por metro cuadrado de media y la subida de unos tres grados de la temperatura del mar (con un efecto similar, aunque no equiparable, al de la gota fr¨ªa), fueron los causantes de destrozos en buena parte del litoral gallego, achacados en parte a los efectos del calentamiento global del planeta.

A las inundaciones de comercios y viviendas, se sum¨® la p¨¦rdida de la cosecha de marisco previa a la campa?a de Navidad, la que concentra el 70% de los ingresos anuales del sector. Los destrozos fueron cuantiosos. Las construcciones demasiado cercanas a los r¨ªos, las barreras en los cauces y las marismas obstruidas, amplificaron los efectos negativos de las riadas.