Ni inmobiliarias ni bancos, el rock tambi¨¦n cotiza en Bolsa
Un grupo de promotores y managers se adelantan al cambio en la industria con un fondo para invertir en grupos musicales dentro de los mercados de valores
"Ser parte de la industria musical, ayudar a promocionar a nuevos artistas, comprar entradas con trato preferente y, lo mejor de todo, ganar dinero". Este es el lema de lanzamiento de un nuevo fondo brit¨¢nico, Power Amp, que propone novedosas inversiones en el mundo de la m¨²sica.
A medida que las inversiones inmobiliarias pierden atractivo a marchas forzadas y el sector financiero est¨¢ a expensas de ver hasta d¨®nde llegan las repercusiones de las turbulencias financieras, hay quien opta por soluciones imaginativas para captar nuevos clientes en los mercados de valores. Ni inmobiliarias ni bancos, el rock ya cotiza en Bolsa.
El capital se destinar¨¢ de forma directa al desarrollo y promoci¨®n de las bandas sin intervenci¨®n de las discogr¨¢ficas tradicionales
As¨ª nace Power Amp, un fondo dirigido por un combinado de profesionales surgidos de la industria discogr¨¢fica y del sector financiero que quiere captar a clientes interesados en invertir tanto en artistas consagrados como en j¨®venes talentos y sacar beneficios de su eventual ¨¦xito. Una propuesta que, aunque original, presenta algunas pegas.
Entre ellas, que se necesita un m¨ªnimo para invertir de 10.000 libras (unos 13.0146 euros) pero no hay garant¨ªas de que se vaya a ganar dinero, incluso puedes perderlo. Pero a los responsables de Power Amp no les importa. Tal y como revela Tim Parry, uno de los padres de la idea, est¨¢n seguros de que conseguir¨¢n captar diez millones de libras de potenciales inversores.
Parry explica que este capital se destinar¨¢ de forma directa al desarrollo y promoci¨®n de bandas y artistas, puenteando a las discogr¨¢ficas tradicionales y con la ventaja de que los creadores mantendr¨¢n los derechos de sus obras y el dinero que estos derechos produzcan a lo largo de su carrera.
En contrapartida, Power Amp obtendr¨¢ una parte de todos los beneficios de los artistas, incluidos los conciertos en directos o los productos de mercadot¨¦cnia, que repartir¨¢ entre sus inversores. La relaci¨®n entre el fondo y los m¨²sicos, a?ade Parry, estar¨¢ limitada en el tiempo por un contrato.
Despu¨¦s de m¨¢s de veinte a?os de experiencia en el mundo musical a cargo de grupos tan famosos como Soul II Soul, the Verve o Snow Patrol, Parry est¨¢ trabajando actualmente con the Klaxons y the Futureheads. El reto, afirma, es econtrar algo que funcione para el artista, que es de donde venimos, y para el inversor".
Artistas consagrados y j¨®venes promesas
Sus productos de inversion abarcan desde artistas consolidados que denigran a las multinacionales y rechazan trabajar con ellas hasta nuevos grupos que necesitan capital para impulsar sus carreras. Para Parry, el objetivo pasa por conseguir un portfolio equilibrado de artistas con apuestas seguras -grupos o cantantes consolidados que ofrezcan una rentabilidad garantizada- y nuevas pero interesantes bandas.
En este apartado, Parry apela a la experiencia de su equipo como managers musicales para elegir a los talentos y estrellas potenciales de la m¨²sica para auparles con el apoyo y capital de Power Amp hasta el ¨¦xito, un trabajo que, obviamente, no es f¨¢cil pero que si sale bien multiplica los beneficios.
"Puedes fichar a un gran artista, producir un gran disco que suene de forma extraordinaria pero, por alguna raz¨®n desconocida, todo esto no te garantiza que vaya a ser un ¨¦xito", apunta por su parte Chris Cooke, el editor musical de la web sobre la industria musical CMU. "Y si no triunfas, ?Eso significa que los inversores no cobran?", inquiere Cooke.
De este lado, Power Amp ha puesto su confianza en estos momentos en Mancini, una banda de electro-rock de Londres y liderada por su cantante, Iraina Mancini, cuyo potencial tiene encandilado al equipo directivo del este fondo.
De modo m¨¢s general y pensando en el futuro, Power Amp se autoenmarca entre las empresas que est¨¢n afilando sus cuchillos ante los cambios que se avecinan en la industria musical, cuyo negocio poco tiene que ver con el que las convirti¨® en las multimillonarias y exitosas empresas que eran a finales del siglo XX.
De hecho, las grandes discogr¨¢ficas como EMI sufren una complicada situaci¨®n financiera ante la fuerte ca¨ªda en las ventas de CD y los cambios que han provocado los avances tecnol¨®gicos en la distribuci¨®n y producci¨®n de la m¨²sica. Adem¨¢s, este baj¨®n coincide con que las bandas cada vez son m¨¢s contrarias a ceder sus derechos a las multinacionales, lo que est¨¢ dando lugar a novedosas iniciativas.
El antecedente de Radiohead
Entre estas bandas, Radiohead destaca sobre el resto tras los riesgos que asumi¨® en el lanzamiento de su ¨²ltimo trabajo, In Rainbows, que vendi¨® primero a trav¨¦s de Internet a cambio de la cantidad de dinero que eligiesen los internautas. Aproximadamente la mitad de quienes se descargaron el ¨¢lbum pagaron, aunque el grupo brit¨¢nico no ha dicho cuanto.
Propuestas como ¨¦sta son las que propone Parry. "Los consumidores cada vez son m¨¢s reacios a robar m¨²sica si saben que los artistas est¨¢n directamente implicados en su desarrollo", explica.
No obstante, aunque el antiguo sistema de esta industria se venga abajo, Powe Amp no tiene asegurado el ¨¦xito, y para los inversores ¨¦sa es una posici¨®n de riesgo. "Es mucho m¨¢s f¨¢cil calcular los riesgos y la posibilidad de ¨¦xito de cualquier aparato tecnol¨®gico, pero el mundo de la m¨²sica pop es totalmente diferente", se?ala por su parte Ben Yearsley, director de la sociedad de inversi¨®n Hargreaves Lansdowne.
As¨ª, opina que fondos como Power Amp ofrecen productos atractivos pero arriesgados. Por ello aconseja a quienes quieran invertir que "est¨¦n preparados para lo peor". "Hay que ir con los ojos bien abiertos y ser conscientes de los riesgos que se asumen. Muy pocos artistas de pop llegan al ¨¦xito", advierte Yearsley.
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