?Qui¨¦n se lleva el dinero?
Mientras el campo se manifiesta por las p¨¦rdidas, las subvenciones agr¨ªcolas de la UE caen en manos de multinacionales y terratenientes
No s¨®lo los productores de leche y hortalizas reciben ayuda de la Uni¨®n Europea (UE) para mantener sus explotaciones. Los de ositos de goma, tambi¨¦n. Y las compa?¨ªas de crucero. Unos 12.500 millones de euros -un 25%- de los m¨¢s de 50.000 millones presupuestados por la Uni¨®n para subvencionar la producci¨®n agr¨ªcola van a parar a manos de empresas que no guardan relaci¨®n directa con el trabajo rural, seg¨²n publica hoy The International Herald Tribune.
Una de estas compa?¨ªas es Arids Roma. La empresa catalana, dedicada a la obra civil, es una de las beneficiarias de la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n (PAC) por su contribuci¨®n al desarrollo rural. Las carreteras que construye permiten la movilidad de los tractores de los granjeros, seg¨²n ha comentado Georgina Pol Borr¨¤s, portavoz de la consejer¨ªa de Agricultura, Alimentaci¨®n y Acci¨®n Rural de la Generalitat, al diario internacional. Lo mismo ocurre con Endesa, que recibi¨® 466.000 euros en 2008 para la instalaci¨®n de conexiones el¨¦ctricas.
Algunas beneficiarias, relacionadas con el sector de la alimentaci¨®n, tienen una conexi¨®n ex¨®tica con la agricultura tradicional. La multinacional alemana Haribo, fabricante de gominolas, recibi¨® en 2008 hasta 332.000 euros en subvenciones como exportadora de az¨²car, el ingrediente principal de los caramelos. M¨¢s llamativo resulta el caso de Ligabue. La empresa italiana de catering est¨¢ especializada en restauraci¨®n naval de lujo, es decir, provee la comida que se sirve en distintos cruceros de lujo. El az¨²car y la leche que se reparten en los viajes le ha valido para beneficiarse de las ayudas europeas a la exportaci¨®n de alimentos.
El campo protesta
Mientras parte del dinero destinado a subvencionar el sector agr¨®nomo se reparte entre empresas que contribuyen al m¨¢s amplio objetivo del desarrollo rural, los agricultores protestan ante la sede de los organismos europeos para reivindicar medidas que pongan fin al hundimiento del negocio. "Hay quien se est¨¢ retirando porque no puede soportar la producci¨®n", afirma Lorenzo Ramos, secretario general de la Uni¨®n de Peque?os Agricultores y Ganaderos (UP). La fuerte ca¨ªda de los precios de frutas y verduras y otros productos como la leche o el aceite, est¨¢ provocando que se vendan por debajo del coste de producci¨®n, lo que supone la ruina para muchos trabajadores. "El agricultor no saca ni para plantar la fruta", se queja Ramos.
Son, precisamente, estos productores quienes se ven perjudicados por el reparto de las ayudas al campo, para lo que se utiliza la extensi¨®n de las explotaciones como base. El resultado es que algunos beneficiarios son ricos terratenientes que, en muchos casos, no viven de lo que generan sus tierras. Es el caso de la reina de Inglaterra, el pr¨ªncipe Alberto de M¨®naco, el pr¨ªncipe de Gales o el duque de Westminster.
Otro problema al que deben hacer frente los peque?os agricultores son las grandes multinacionales. Reciben dinero de cada uno de los Gobiernos de los pa¨ªses en los que tienen presencia, no por la actividad que realizan o por el total de terreno que controlan. El gigante estadounidense de la alimentaci¨®n Cargill lleg¨® a amasar 10,5 millones de euros el pasado a?o por producir en ocho estados, cuando la cantidad media que puede recibir un peque?o granjero en Ruman¨ªa es de unos 400 euros.
Entre las peticiones que los trabajadores del sector l¨¢cteo llevaron al Parlamento Europeo esta semana no figuraba la ampliaci¨®n de las ayudas a la producci¨®n. Tampoco los agricultores reivindican m¨¢s dinero que vaya a perderse por el camino: "Lo que queremos es transparencia", explica Lorenzo Ramos.
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