China no manipula su divisa
La Administraci¨®n Obama ha evitado designar al gigante asi¨¢tico como un pa¨ªs que modifica su moneda, el yuan
China vuelve a evitarlo. Con casi tres meses de retraso, el Tesoro de EE UU ha publicado su esperado informe anual sobre divisas . El Capitolio, con las elecciones legislativas de noviembre llamando a la puerta, presion¨® al equipo de Timothy Geithner para que no se diera tregua a Pek¨ªn. Sin embargo, la Administraci¨®n de Barack Obama opt¨® por hacer otro gui?o y evit¨® designar a China como un pa¨ªs que manipula su moneda, el yuan.
Es el ¨²ltimo desenlace de una larga e intensa saga, que cobr¨® fuerza cuando con los primeros balbuceos serios de la crisis financiera los chinos decidieron fijar la paridad del renminbi (nombre oficial de la moneda china que fuera se conoce como yuan) a la del d¨®lar. Si Washington hubiera colocado el cartel a Pek¨ªn, hubiera sido la llave maestra que necesitaban los legisladores para activar desde el Congreso de EE UU medidas punitivas contra los productos importados desde China.
Geithner, sin embargo, opt¨® por seguir una estrategia m¨¢s enfocada hacia a los gestos, consciente de que la revalorizaci¨®n del yuan iba en inter¨¦s tanto de la econom¨ªa china como la global, y no solo de EE UU. El primer fruto de esta pol¨ªtica de mano tendida -con dos viajes a Pek¨ªn la pasada primavera- lo tuvo hace tres semanas, cuando el banco central chino anunci¨® que empezaba a flexibilizar el tipo de cambio , de forma gradual.
El retraso del informe del Tesoro permiti¨® de esta manera a Timothy Geithner abrir un margen temporal para que Pek¨ªn pudiera demostrar sin tanta presi¨®n que est¨¢ dispuesto a avanzar en esa direcci¨®n. Y ese gesto chino evit¨®, a la vez, que el contencioso asunto del yuan centrara las discusiones de la reuni¨®n de los l¨ªderes de las econom¨ªas desarrolladas y emergentes del G20, celebrada hace dos semanas en Toronto (Canad¨¢).
Un informe para contentarlos a todos
El documento del Tesoro califica el anuncio de la autoridad monetaria china como un "cambio significativo" en la pol¨ªtica seguida desde el verano de 2008. Pero Geithner es consciente del debate que esta cuesti¨®n genera en EE UU. De hecho, el informe se publica durante el receso por la celebraci¨®n del D¨ªa de la Independencia. E incluye alg¨²n pasaje para no crear recelos entre los congresistas, especialmente los dem¨®cratas.
Washington sigue pensando que el yuan est¨¢ por debajo del valor que le corresponder¨ªa atendiendo a la fortaleza de su econom¨ªa y de su super¨¢vit exterior. Por eso Geithner cree que lo importante en esta nueva fase es ver "lo r¨¢pido y lo lejos que llega la apreciaci¨®n del renminbi". En este sentido, garantiza que seguir¨¢ muy de cerca la evoluci¨®n de la moneda china.
Y recurre a una excusa para apoyar su decisi¨®n de no catalogar a China como pa¨ªs manipulador. El informe dice que "necesita tiempo para valorar hasta qu¨¦ punto los cambios" permitir¨¢n que sea el mercado el que determine el tipo de cambio adecuado "para corregir esa devaluaci¨®n". El problema, a la vista de la volatilidad del euro, es que el yuan puede caer antes de apreciarse.
Hasta ese momento, la apreciaci¨®n del yuan fue del 1%. La Administraci¨®n de George Bush logr¨® una correcci¨®n del 21% entre julio de 2005 hasta finales de 2008. De ah¨ª se desplom¨®. Pek¨ªn argument¨® que la crisis financiera y econ¨®mica afectaban a su sector exportador, por la ca¨ªda de la demanda por la recesi¨®n. Washington, por su parte, denuncia que esta devaluaci¨®n artificial pone en desventaja para su industria dom¨¦stica.
Lo que est¨¢ ahora por ver es c¨®mo responde el sector exportador estadounidense y los sindicatos a la decisi¨®n del Tesoro, ya que urgieron a Barack Obama que fuera duro. El dem¨®crata prometi¨® durante la campa?a que le llev¨® a la Casa Blanca que lo ser¨ªa. "Un paso atr¨¢s", dicen desde la Alliance for American Manufacturing . Y c¨®mo los congresistas se hacen eco de esta protesta, que reverbera a¨²n m¨¢s con una tasa de paro del 9,5%.
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