Bernanke asegura que la inyecci¨®n de capital no disparar¨¢ la inflaci¨®n
El presidente del banco central estadounidense defiende en un art¨ªculo la compra de bonos anunciada ayer ante la "lenta y decepcionante" recuperaci¨®n de la econom¨ªa
Hubo un tiempo en el que los bancos centrales ten¨ªan una varita m¨¢gica que pod¨ªa ayudar a salir de las situaciones m¨¢s complicadas a los mercados y a la econom¨ªa. EE UU trat¨® de rescatar ayer algo de esa magia. La Reserva Federal -el banco central, conocido como Fed- sigue adentr¨¢ndose en territorio inexplorado: anunci¨® que durante los pr¨®ximos ocho meses movilizar¨¢ 600.000 millones de d¨®lares (420.000 millones de euros) para comprar deuda p¨²blica en plazos mensuales de 75.000 millones, hasta mediados de 2011. De esta manera, busca revitalizar la econom¨ªa y evitar que quede atrapada en un escenario deflacionista [una ca¨ªda continua del nivel de precios, como la que ha sufrido Jap¨®n en los ¨²ltimos a?os] de dif¨ªcil salida, que podr¨ªa prolongar m¨¢s una recuperaci¨®n an¨¦mica, "lenta y decepcionante", seg¨²n el comunicado de la instituci¨®n que dirige Ben Bernanke.
El d¨®lar vuelve a caer y Wall Street sube con moderaci¨®n
Se trata de la segunda ronda en la compra de bonos, lo que se conoce como activar la m¨¢quina de imprimir dinero. La cantidad total de la nueva dosis era importante, y supera en 100.000 millones lo que esperaba Wall Street. Pero los mercados reaccionaron como suelen ¨²ltimamente: con bandazos. La Bolsa estadounidense subi¨® con fuerza en los minutos posteriores al anuncio, para despu¨¦s bajar a¨²n con m¨¢s fuerza y acabar con moderadas subidas. El d¨®lar hizo justo lo contrario: el euro cotiza ya por encima de los 1,41 d¨®lares por unidad.
En ambos casos era lo esperado, ante la constataci¨®n de que los mercados ven con escepticismo esas medidas extraordinarias: no pierden de vista que los fundamentos de la econom¨ªa de EE UU dejan entrever una recuperaci¨®n d¨¦bil y un largo periodo de ajuste por el exceso de endeudamiento de la banca y de las familias.
La Fed llevaba dos meses marcando el camino de esta segunda ronda de expansi¨®n monetaria cuantitativa, QE2 en el lenguaje del parqu¨¦. Podr¨ªa comprar incluso m¨¢s bonos si la inflaci¨®n sigue tan baja y el paro demasiado alto: "Seguiremos vigilando las perspectivas econ¨®micas y la evoluci¨®n de los mercados financieros, y emplearemos los instrumentos monetarios cuando sea necesario", explic¨® la Fed. Como efecto colateral, la lluvia de d¨®lares busca provocar tambi¨¦n que la divisa norteamericana se deprecie, de forma que EE UU mejora as¨ª, artificialmente, la competitividad de sus exportaciones en un contexto de guerra de divisas.
Cr¨ªticas
La apuesta, en todo caso, es arriesgada, porque el beneficio para la econom¨ªa derivado de la compra de bonos es cuestionable, y en el mejor de los casos modesto. Economistas como el Nobel Joseph Stiglitz e incluso alg¨²n miembro de la Reserva Federal cree que puede ser incluso contraproducente: puede hinchar burbujas en los emergentes, provocar una escalada en la citada guerra de divisas o activar incluso una inflaci¨®n excesiva.
Saliendo al paso de estas cr¨ªticas, Bernanke firma este jueves un art¨ªculo en el diario The Washington Post para defender la medida. "La econom¨ªa dispone de considerables recursos inexplotados, lo que implica que a¨²n hay lugar para apoyar un aumento del empleo sin correr el riesgo de un sobrecalentamiento o de inflaci¨®n", explica.
Hace ya tiempo que el banco central norteamericano agot¨® las t¨¢cticas convencionales: los tipos de inter¨¦s est¨¢n pr¨®ximos al 0% y seguir¨¢n ah¨ª durante meses. Desde oto?o de 2008, la Reserva Federal ha inyectado 1,7 billones a trav¨¦s de la compra de bonos. El mecanismo es relativamente sencillo, aunque la contrapartida es que apenas ha funcionado hasta el momento: se trata de inyectar dinero en la econom¨ªa con la compra de deuda a los bancos, a la espera de que el sistema financiero desatasque la concesi¨®n de cr¨¦ditos y eso reactive la econom¨ªa.
Objetivo: reducir el paro
La nueva ronda de est¨ªmulos es una de las decisiones m¨¢s importantes del banco central norteamericano desde el inicio de la Gran Recesi¨®n. El resto de grandes bancos centrales han puesto en marcha la misma medida, aunque en menor cuant¨ªa tanto en Reino Unido como en Jap¨®n, y en mucho menor volumen en el caso del Banco Central Europeo (BCE).
En su comunicado, adem¨¢s de admitir que la recuperaci¨®n sigue "lenta", la Fed explic¨® que el consumo se ve "constre?ido" por el paro. Y no parece que eso vaya a cambiar demasiado. Como anticipo al dato de empleo de octubre, que se publica ma?ana, el sector privado cre¨® 43.000 puestos de trabajo netos eses meses. El problema es que esa cifra no es suficiente para rebajar la tasa de desempleo desde el 9,6% actual. Para ello se necesita que la econom¨ªa crezca al menos al doble: por eso algunos analistas ven en la maniobra de la Fed un acto de desesperaci¨®n.
Bernanke ve dificultades en el horizonte, y la Reserva Federal ha sido muy activa en la lucha contra la crisis. "A corto plazo la medida puede ayudar, pero es dif¨ªcil que por s¨ª sola esta medida provoque una recuperaci¨®n r¨¢pida porque los vientos soplan en contra de la econom¨ªa norteamericana", explic¨® Jos¨¦ Luis Alzola, del Observatory Group. "Y sin embargo, pasar¨¢ mucho tiempo hasta que sus efectos se vean sobre el empleo", cerr¨® Santiago Carb¨®, de la Universidad de Granada.
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