Que viene el coco
La innovaci¨®n financiera, origen en cierta medida de la actual crisis, ha dado a luz recientemente una nueva forma de recursos propios para los bancos: los bonos convertibles
La imparable innovaci¨®n financiera, origen en cierta medida de la actual crisis, ha dado a luz recientemente una nueva forma de recursos propios para los bancos. Son los llamados CoCos, la forma abreviada de llamar a las contingent convertibles, esto es, instrumentos que son inicialmente deuda, pero que se convierten en capital ante determinadas contingencias, especialmente si las cifras de solvencia caen por debajo de un determinado nivel. En Espa?a, la figura no ha llegado como tal, pero s¨ª una especie de adaptaci¨®n local que est¨¢ haciendo furor ante las exigencias de capital del Banco de Espa?a: las obligaciones necesariamente convertibles. Son una especie de CoCos espa?oles ante la amenaza de que viene el coco, que en este caso es Miguel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez.
Como en tantos otros frentes, el que abri¨® el camino fue el banco que preside Emilio Bot¨ªn. El Santander, tambi¨¦n pionero en sustituir el dividendo por la entrega de acciones para reforzar su solvencia, moviliz¨® a su red para colocar entre su clientela 7.000 millones en bonos necesariamente convertibles all¨¢ por 2007, antes de la crisis, cuando la entidad vio que necesitaba m¨¢s capital para digerir la oleada de grandes compras que estaba afrontando (sobre todo las de Abbey y la filial de ABN Amro en Brasil). Los bonos obligatoriamente convertibles son t¨ªtulos pagan un inter¨¦s mientras son bonos y que llegado un momento se convierten en acciones bien sea con una relaci¨®n de canje establecida desde la emisi¨®n o bien con una en funci¨®n del precio de mercado.
Lo curioso es que despu¨¦s de recibir numerosas cr¨ªticas de sus competidores, casi todos se han deslizado por el mismo camino. El BBVA, el Popular, el Sabadell, el Pastor y Bankinter se han lanzado a la fiebre de los bonos obligatoriamente convertibles en acciones, cada uno con sus peculiaridades. La gran ventaja de estos instrumentos es que computan como capital principal o b¨¢sico, esto es, que permiten superar el list¨®n del 8% puesto por el Banco de Espa?a a los bancos cotizados.
El decreto-ley de recapitalizaci¨®n del sector financiero, sin embargo, ha puesto ciertas condiciones para que esos t¨ªtulos cuenten como capital. Para los ya emitidos, basta con que las cl¨¢usulas establezcan su conversi¨®n en acciones ordinarias antes del 31 de diciembre de 2014, dando as¨ª acogida a los t¨ªtulos del BBVA, que se convierten ese a?o. Para los de nueva emisi¨®n, sin embargo, las condiciones son mucho m¨¢s estrictas y son las que los hacen m¨¢s similares a los CoCos que han emitido fuera de Espa?a entidades como Credit Suisse o Bank of Cyprus.
As¨ª, para los bonos convertibles que est¨¢n emitiendo ahora entidades como el Pastor o Bankinter para reforzar su solvencia se exige su conversi¨®n obligatoria a m¨¢s tardar el 31 de diciembre de 2014 o, "antes de dicha fecha en caso de saneamiento o reestructuraci¨®n de la entidad o de su grupo". Esa es la contingencia que hace convertibles a los CoCos espa?oles antes de tiempo.
Adem¨¢s se exige tambi¨¦n que la relaci¨®n de conversi¨®n est¨¦ determinada en el momento de la emisi¨®n de los instrumentos de deuda; que el emisor pueda, discrecionalmente, decidir en cualquier momento el impago del cup¨®n devengado siempre que su situaci¨®n de solvencia o la de su grupo as¨ª lo requiera; que no contengan ninguna caracter¨ªstica que impida su registro como instrumento de capital dentro del patrimonio neto de la entidad; y, que su comercializaci¨®n se realice de acuerdo con los criterios que establezca la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores para asegurar la adecuada protecci¨®n de los inversores. Este tipo de instrumentos no podr¨¢n representar m¨¢s del 25% del capital principal total, seg¨²n la ley.
Los CoCos espa?oles tienen una ventaja en t¨¦rminos de capital para las entidades frente a los internacionales y es que siempre acabar¨¢n siendo capital ordinario, bien por que se d¨¦ la contingencia prevista o bien porque llegue el plazo en ellos contemplado. Eso s¨ª, los inversores deben tener claro que lo que est¨¢n comprando son m¨¢s bien acciones antes que bonos y evaluar los riesgos en funci¨®n de ello.
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