China pone los ojos en la soja de Brasil

China no se conforma con ser el mayor importador de soja de Brasil. Quiere m¨¢s. Su meta es entrar cada vez con mayor fuerza e importancia en su cadena de producci¨®n a trav¨¦s de acuerdos de exportaci¨®n con agricultores locales, compras de tierras e inversiones en industrias teniendo en cuenta que Brasil, con una producci¨®n de 68 millones de toneladas en 2010, es el segundo mayor productor del mundo.

Empresas chinas han ido introduci¨¦ndose en el suelo brasile?o y act¨²an ya en seis estados del pa¨ªs: Bah¨ªa, Goi¨¢s, Santa Catarina, R¨ªo Grande do Sul, Tocantins y Mato Groso, seg¨²n informaciones de Folha de S?o Paulo.

El enorme inter¨¦s de China por la soja de Brasil -de donde el a?o pasado export¨® 35 millones de toneladas- ser¨¢ uno de los puntos fuertes de la agenda de la Presidenta Dilma Rousseff en su viaje oficial a Pek¨ªn la semana pr¨®xima, donde desembarcar¨¢ con 300 empresarios brasile?os.

La ley que restringe la adquisici¨®n de tierras por no brasile?os ha hecho que China busque otras formas de estar presente en la producci¨®n de soja

Si China ha puesto los ojos en Brasil, no es menos cierto que, en este momento, China es crucial para el desarrollo comercial brasile?o, tras ser ya el primer inversor extranjero despu¨¦s de Estados Unidos. Durante a?os lo hab¨ªa sido Espa?a.

Las empresas chinas hab¨ªan comenzado a comprar tierras en Brasil para producir ellos mismos la soja en colaboraci¨®n con los agricultores locales. Una ley reciente, que pone cortapisas a dichas adquisiciones de tierras por parte de no brasile?os, ha hecho que China busque otras formas de estar presente igualmente en la producci¨®n de soja.

La empresa Zhejiang Fu Di cre¨® una subsidiaria brasile?a -la Sol Agr¨ªcola- y adquiri¨®, en 2007, 16.000 hect¨¢reas en Tocatins y otras 1.000 hectareas en Rio Grande do Sul. Una de las empresas estatales que ya act¨²an en Brasil es la Chongqing Grain, en Bah¨ªa. Considerado en China como el proyecto de soja m¨¢s importante en el exterior, prevee inversiones de 4.000 millones de reales para beneficiar a una f¨¢brica de soja, a un puerto seco y al almacenaje de grano. Igualmente en Goi¨¢s, la estatal china Sanhe Hopefull se plantea invertir 12.000 millones de reales los pr¨®ximos a?os en agricultura e infraestructuras del Estado para garantizar la compra directa de seis millones de toneladas de soja al a?o.

El objetivo de China, seg¨²n los economistas, es disminuir la vulnerabilidad a las fluctuaciones internacionales del precio de la soja. El Ministerio de Comercio de China ha confiado a Folha de S?o Paulo que el objetivo de invertir en la cadena productiva de soja en Brasil es quebrar la intermediaci¨®n de empresas americanas. "Eso ser¨ªa favorable para Brasil y para China", afirma el ministerio.

Lo cierto es que si algo falta a¨²n a Brasil, en su carrera hacia la meta de convertirse en la quinta potencia econ¨®mica del mundo, es la debilidad de sus infraestructuras, que son la cruz de los exportadores, como puertos, carreteras y aeropuertos modernos y eficientes. Parece que China quiere poner su hombro para que Brasil pueda seguir creciendo y exportando. Sobre todo a China, claro.