El primer vuelo del Dreamliner

Solo unas pocas nubes saludaron sobre el aeropuerto de Tokio-Narita el primer despegue comercial, con 240 pasajeros, del Boeing 787 Dreamliner, a las 12.40 horas (siete menos en Madrid) con destino a Hong Kong y 20 minutos de demora sobre la hora prevista. La compa?¨ªa japonesa ANA celebr¨® con sol y sake que es la primera aerol¨ªnea en volar el avi¨®n m¨¢s moderno del mercado, un aparato que en opini¨®n del presidente de la aerol¨ªnea, Shinichiro Ito, "cambiar¨¢ el juego" de la industria de la aviaci¨®n. Ito se declar¨® muy orgulloso de que su aerol¨ªnea sea la primera del mundo en volar el 787, del que ha encargado 55 unidades (40 del 787-800 y 15 del 787-900, con m¨¢s asientos y mayor alcance). Ya tiene dos en su poder.

Ito conf¨ªa en que el B-787 haga m¨¢s competitiva a su empresa, la mayor aerol¨ªnea de Jap¨®n y la d¨¦cimoprimera del mundo en n¨²mero de pasajeros, gracias al ahorro de combustible (consume un 20% menos, seg¨²n el fabricante) y las oportunidades que abre para nuevas rutas.

El Dreamliner, un avi¨®n de tama?o medio (hasta 290 pasajeros), puede volar sin repostar hasta 15.000 kil¨®metros, una distancia que antes solo pod¨ªan cubrir el B-777 o el B-747 dentro de los aparatos de la gama Boeing. Al ser el Dreamliner m¨¢s peque?os que estos, puede operar desde Haneda, el aeropuerto m¨¢s cercano a Tokio (Narita est¨¢ a 130 ki¨®metros) cuya pista es demasiado corta para los Jumbo. Desde all¨ª volar¨¢ a partir del 1 de noviembre (despu¨¦s de dos vuelos de excursi¨®n de una haora con salida y llegada en Narita para promocionar el 787 entre los clientes de ANA) a Hiroshima y Okayama, a partir de diciembre a Pek¨ªn y en enero a Fr¨¢ncfort. A Espa?a, de momento, no.

Keisuke Okada, vicepresidente de ANA, explic¨® durante el vuelo NH 7871 que Spanair, su socio en Star Alliance, les ha pedido que vuelen a Barcelona, pero se lo tienen que pensar m¨¢s porque, aunque hay mucho mercado tur¨ªstico, falta el viajero de negocios. "Necesitamos ambos mercados", coment¨® durante el vuelo. Si se decidiesen a volar a la capital catalana quiz¨¢ utilizar¨ªa el 787, pero no hay ninguna decisi¨®n tomada. Tienen m¨¢s papeletas Suiza y B¨¦lgica, adem¨¢s de la costa oeste de EE UU, seg¨²n hab¨ªa comentado antes Ito, en una rueda de prensa tras la que se celebr¨® la ceremonia del sake. Air Europa tiene encargados ocho Dreamliners en firme, que le entregar¨¢n a partir de 2014.

Los administradores de los aeropuertos de Narita y Hong Kong, un representante de Boeing y el propio Ito se vistieron unas chaquetas con los colores de la aerol¨ªnea para destrozar de un solo golpe, cada uno con un mazo, la tapa de madera del tonel del licor de arroz. Se brind¨® a mansalva pero afortunadamente los pilotos no participaron. El comandante Yuichi Mauri, de 54 a?os, y el segundo de abordo Masami Tsukamoto, de 48, que se limit¨® a se?alar que el 787 es "muy f¨¢cil de volar" en un encuentro con la prensa un par de horas antes, quiz¨¢ para dar confianza a quienes no estuvieran entusiasmados por probar un aparato tan nuevo.

No era el caso de Thomas Lee, un estadounidense que lleva tres inauguraciones de aviones. Ha tenido que pagar una peque?a fortuna para subir al B787 pero se declara "encantado de haberlo hecho". Cuando inaugur¨® el 747 ten¨ªa 18 a?os, se enamor¨® de los aviones y se hizo ingeniero aeron¨¢utico. Tambi¨¦n fue en el primer vuelo del A-380. Lee tuvo que igualar los 30.000 d¨®lares que se llegaron a pagar en una subasta ben¨¦fica (los ingresos se han entregado a dos organizaciones de defensa del medio ambiente) para conseguir plaza en el primer vuelo del Dreamliner.

Boeing y ANA destacan del 787, adem¨¢s de su mayor eficiencia econ¨®mica y medioambiental, la comodidad de su cabina de pasajeros. La presurizaci¨®n del avi¨®n al equivalente a 1.800 metros de altitud en vez de los 2.400 habituales no evita esa peque?a molestia en los o¨ªdos tras el despegue y antes del aterrizaje. El respaldo de la butaca no se puede reclinar (as¨ª se evitan las habituales broncas entre pasajeros por tal motivo), pero se mantiene el bot¨®n en el reposabrazos: en el 787 desliza el asiento unos cinco cent¨ªmetros hacia delante. Las ventanillas carecen de persianas porque llevan un cristal "inteligente" que se oscurece al gusto del pasajero para evitar el deslumbramiento.

Las luces LED de colores le dan cierto toque futurista, aunque los ba?os con funci¨®n bid¨¦ no suponen ninguna sofisticaci¨®n para los japoneses. La ¨²nica conectividad del avi¨®n consiste en la posibilidad de enviar un mensaje de asiento a asiento (no parece muy pr¨¢ctico pero funciona a la perfecci¨®n) y cada plaza dispone de un conector USB.

Por lo dem¨¢s, el 787 es un avi¨®n de doble pasillo, con amplios maleteros sobre las cabezas y pantallas individuales para que cada pasajero se entretenga con pel¨ªculas, juegos o m¨²sica. Para Boeing es un enorme hito que se hayan utilizado materiales compuestos (en su mayor¨ªa fibra de carbono) y para Jap¨®n, que el 35% de la estructura lo haya realizado empresas niponas como Mitsubishi y Kawasaki Heavy Industries.

El vuelo inaugural, de cuatro horas y media, algo m¨¢s de 3.000 kil¨®metros sobre el mar del Sur de China, fue muy tranquilo (si obviamos el jaleo period¨ªstico) con las ¨²nicas turbulencias (suaves) al llegar a Hong Kong, envuelto en una densa y tibia niebla. Nada m¨¢s abandonar la pista, a las 15.30 hora local (seis menos en Espa?a) el 787 recibi¨® la segunda ducha del d¨ªa por parte de los bomberos (la primera fue en Narita). A los pasajeros les esperaba una bienvenida en forma de danza de dragones al son de tambores y platillos.