El dinero p¨²blico y los bancos
?Usted opina que los 240.000 millones de euros prestados a Grecia, los 85.000 millones a Irlanda o los 78.000 millones a Portugal son una pesada carga para los contribuyentes europeos? ?Sospecha que los 40.000 millones que quiz¨¢ tenga que ahorrar Espa?a para cumplir con el objetivo de d¨¦ficit que le impone Bruselas supondr¨¢n una hipoteca insoportable para que nuestro pa¨ªs pueda volver al crecimiento? ?Se sorprende de las gigantescas subastas de liquidez que el Banco Central Europeo (BCE) facilita a los bancos por centenares de miles de millones de euros, a un 1% de tipo de inter¨¦s? Pues bien: el conjunto de estas cantidades, si fuesen homog¨¦neas y se pudieran sumar, ser¨ªa inferior a las ayudas directas que los Gobiernos europeos han concedido hasta ahora a sus bancos para que puedan sobrevivir.
Los programas de apoyo a las entidades financieras europeas tienen que ser aprobados por la Direcci¨®n General de la Competencia, de la Comisi¨®n Europea (CE). El comisario de la materia, Joaqu¨ªn Almunia, ha actualizado los datos de las muletas ¡ªcantidades de dinero p¨²blico para rescatar o reestructurar a las entidades financieras en dificultades¡ª autorizadas en el periodo 2008-2010 (faltan, por tanto, las del a?o 2011, con operaciones tan significativas como las de las cajas de ahorros espa?olas o las del banco Dexia, auxiliado por segunda vez). Seg¨²n Almunia (al que cita Efe) los Gobiernos de la Uni¨®n Europea (UE) han utilizado 1,6 billones de euros para rescatar a los bancos, desagregados en 400.000 millones para recapitalizarlos y solucionar el problema de la basura t¨®xica, y 1,2 billones en liquidez. La CE habr¨ªa autorizado la reestructuraci¨®n de 42 bancos desde la ca¨ªda de Lehman Brothers en oto?o de 2008, y estar¨ªa negociando la de otras 23 entidades.
Un estudio del servicio de estudios de La Caixa (Informe mensual, febrero de 2012) aporta otros datos muy significativos (siempre sin tener en cuenta a¨²n el a?o 2011). Las cuentas del Gran Capit¨¢n de la banca europea ser¨ªan las siguientes: en apoyos de capital y liquidez, 500.000 millones de euros, correspondientes a inyecciones directas de capital (con y sin derechos pol¨ªticos), recompra de activos t¨®xicos para eliminar la incertidumbre de sus balances o concesi¨®n de cr¨¦ditos para favorecer la liquidez; en emisiones de deuda con aval p¨²blico, 1,1 billones de euros. A ello hay que sumar la pol¨ªtica macroecon¨®mica del BCE, con sus masivas inyecciones de liquidez en cr¨¦ditos blandos y la compra de c¨¦dulas hipotecarias.
El estudio de La Caixa analiza los impactos de las ayudas en las cuentas p¨²blicas de los pa¨ªses, en tres direcciones. La primera, el endeudamiento: las inyecciones de capital, la compra de activos o las concesiones de cr¨¦ditos requieren importantes desembolsos por parte de los Estados, que han tenido que financiar con m¨¢s deuda. Seg¨²n datos de Eurostat, los pasivos de los Estados han crecido en 643.625 millones de euros como consecuencia de las intervenciones p¨²blicas en el sector financiero.
En segundo lugar, en los balances no est¨¢n recogidas todas las ayudas p¨²blicas. Cuando estas se articulan a trav¨¦s de garant¨ªas o avales, el impacto en las cuentas estatales es distinto. Los avales a la emisi¨®n de nueva deuda han emergido como una muleta clave, pero no han exigido hasta ahora el desembolso de dinero de los Estados: a diferencia de las medidas de nacionalizaci¨®n o de las inyecciones de liquidez, no han aumentado el endeudamiento p¨²blico, aunque generan fuertes riesgos potenciales. Por ¨²ltimo, los Estados podr¨¢n tener ingresos o p¨¦rdidas derivados de todas estas ayudas que influir¨¢n en el d¨¦ficit p¨²blico; entre los ingresos se consideran la remuneraci¨®n por los avales, las comisiones por pr¨¦stamos,¡ y entre los gastos figura el coste de financiaci¨®n de los pr¨¦stamos, el deterioro de los activos adquiridos y, en su caso, la necesidad de ejecutar los avales. En el acumulado desde 2007 a 2010 los Estados europeos han incrementado el d¨¦ficit p¨²blico en casi 70.000 millones.
Mientras ello sucede, contin¨²a la contracci¨®n del cr¨¦dito a las familias y empresas y las expectativas no son mejores para el futuro inmediato. Un ciudadano ingenuo, el mismo que se hac¨ªa las preguntas iniciales, podr¨ªa cuestionarse leg¨ªtimamente para qu¨¦ sirven los bancos y preguntarse ¡°?qu¨¦ hay de lo m¨ªo?¡±.
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