Los a?os b¨¢rbaros
Hay que alejarse de la coyuntura m¨¢s inmediata para analizar la pol¨ªtica de recortes en el gasto p¨²blico y de reducci¨®n de los derechos laborales que, con distinto grado de intensidad, se est¨¢ perpetrando en la mayor parte de los pa¨ªses europeos. Ella pone en cuesti¨®n una de las se?as de identidad centrales de la construcci¨®n europea: la prosperidad econ¨®mica y el modelo social, la mejor utop¨ªa factible de la humanidad. No es de extra?ar que ante ello la comisaria Vivianne Reding, perteneciente a una de las familias que determinaron el pacto social europeo tras la Segunda Guerra Mundial (la democristiana), declare: ¡°Europa vive el peligro de un retroceso democr¨¢tico (¡) Yo propongo convertir 2013 en el a?o de los ciudadanos: que digan qu¨¦ quieren¡±.
Los recortes hacen peligrar todos y cada uno de los cinco pilares del Estado de Bienestar europeo: educaci¨®n, sanidad y las pensiones universales y p¨²blicas, la dependencia y, no hay que olvidarlo ¡ªaunque con demasiada frecuencia se hace¡ª el derecho laboral, la negociaci¨®n colectiva, y la socializaci¨®n de los salarios. No hay m¨¢s que caminar por el centro de muchas ciudades europeas sin los ojos cerrados para observar los estragos de los recortes en t¨¦rminos de marginaci¨®n: el aumento de los desafiliados al sistema y de los excluidos. Es lo que el analista americano Michael Lewis ¡ªque se hizo famoso con su libro El p¨®quer del mentiroso, sobre el esc¨¢ndalo del banco de inversi¨®n Salomon Brothers, precedente de los abusos de Wall Street a partir del a?o 2007¡ª, ha denominado El nuevo Tercer Mundo europeo (Boomerang, ediciones Deusto).
Los recortes y la merma de derechos laborales deshacen el contrato social
En una buena parte de Europa, al contrario que en las ¨²ltimas d¨¦cadas, se est¨¢ dando una proletarizaci¨®n de las clases medias en vez del aburguesamiento de las clases bajas de anta?o. El informe de la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), titulado Estamos divididos. Por qu¨¦ la desigualdad sigue creciendo, lo manifiesta (aunque su an¨¢lisis desborda el glacis europeo): el incremento de la desigualdad al nivel m¨¢s alto de los ¨²ltimos treinta a?os ¡ªla herencia de la revoluci¨®n conservadora¡ª debido sobre todo a la creciente desigualdad entre los salarios, que suponen el 75% de los ingresos de los hogares. Cuando presenta ese informe, en diciembre de 2011, el secretario general de la OCDE, ?ngel Gurr¨ªa, declara: ¡°El contrato social se est¨¢ empezando a deshacer en muchos pa¨ªses. La incertidumbre y los miedos a la exclusi¨®n han alcanzado a la clase media en muchas sociedades. La gente siente que est¨¢ sufriendo una crisis de la que no son responsables (¡). Tratar la cuesti¨®n de la justicia es una condici¨®n sine qua non para el restablecimiento de la confianza¡±.
Pero el fen¨®meno va m¨¢s all¨¢ de la crisis del ¨²ltimo lustro. Tiene que ver con el sistem¨¢tico debilitamiento del modelo social europeo. La tendencia a la desigualdad se manifiesta no s¨®lo cuando se estudia la distribuci¨®n de la renta primaria (las diferencias salariales) sino tambi¨¦n cuando se hace con la renta disponible (despu¨¦s de los impuestos y la acci¨®n de las transferencias para la protecci¨®n social). El factor decisivo para explicar la situaci¨®n de la pobreza, la desigualdad y la exclusi¨®n est¨¢ en el mercado de trabajo. El pasado mes de febrero se dio el mayor n¨²mero de desempleados de los ¨²ltimos 15 a?os en la UE: 24,3 millones de parados. Con dos caracter¨ªsticas principales (que se multiplican en Espa?a): el intenso crecimiento del paro entre los sustentadores principales de los hogares, muy superior al de otras ¨¦pocas, lo que aminora la efectividad de la red de protecci¨®n social que significa la familia; y el incremento sin precedentes (y acelerad¨ªsimo) del n¨²mero de hogares con todos sus integrantes fuera del mercado laboral, lo que se traduce de modo directo en p¨¦rdida de bienestar.
La insuficiencia de las medidas de protecci¨®n al desempleo y las restricciones financieras de los Estados en el actual contexto de austeridad oficial, de incremento de la pobreza y de la desigualdad, suscitan serios interrogantes sobre el peligro de inestabilidad social. Recordemos a Gil de Biedma (L¨¢grimas): ¡°He ahora el dolor/ de los otros, de muchos,/ dolor de muchos otros, dolor de tantos hombres (¡)/ dolor de tantos seres injuriados/ rechazados, retrocedidos al ¨²ltimo escal¨®n¡±.
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