PAC: 50 a?os de cambio en el campo
En medio siglo, Europa ha pasado de regular los precios a pagar directamente a los productores
Hace ahora medio siglo, la Comunidad Europea pon¨ªa en marcha la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) en una Europa marcada por la posguerra y donde una de las preocupaciones m¨¢s importantes de los gobernantes era asegurar el abastecimiento de materias primas para la alimentaci¨®n de la poblaci¨®n. Durante muchos a?os, la PAC fue la ¨²nica pol¨ªtica com¨²n y, en consecuencia, era la que se llevaba la mayor parte de los recursos comunitarios que llegaron a suponer en los a?os ochenta hasta el 70% del presupuesto.
?De una situaci¨®n de casi monopolio de los recursos, la PAC ha ido dejando paso a otras pol¨ªticas como la innovaci¨®n, el empleo o la pol¨ªtica de cohesi¨®n, pero se mantiene como la m¨¢s importante en volumen de fondos, en n¨²mero de agricultores beneficiados (cinco millones) y por su papel en la cohesi¨®n territorial. El futuro de la PAC, seg¨²n la propuesta para la reforma actualmente a debate, est¨¢ asegurado con un volumen de casi 60.000 millones de recursos hasta el a?o 2020, aunque los mecanismos actuales para su aplicaci¨®n no tienen nada que ver con el pasado. Hoy, del presupuesto comunitario, la PAC significa solamente el 30% para pagos directos y ayudas de mercado, junto a otro 11% para desarrollo rural, en una l¨ªnea claramente descendente
La PAC nac¨ªa en 1962 para la organizaci¨®n comunitaria de los mercados agrarios, basada fundamentalmente en una pol¨ªtica con tres precios clave: un precio indicativo, o el deseable para incentivar la producci¨®n de agricultores y ganaderos; un precio de intervenci¨®n a partir del cual los organismos de regulaci¨®n adquir¨ªan todos los productos excedentarios, y un precio umbral o de entrada, pensado para proteger las cotizaciones en el mercado interior con grav¨¢menes y el funcionamiento en la direcci¨®n contraria de restituciones a la exportaci¨®n, con el objetivo de dar salida en los mercados exteriores a las producciones comunitarias.
La PAC nac¨ªa en 1962 para la organizaci¨®n comunitaria de los mercados agrarios
La aplicaci¨®n de esta pol¨ªtica de apoyos v¨ªa precios y protecci¨®n de los mercados supuso pasar de una situaci¨®n deficitaria a la existencia de grandes excedentes de cereales, leche en polvo, mantequilla o carnes. Este ¨¦xito de la PAC dio lugar en los a?os ochenta a la introducci¨®n de mecanismos estabilizadores para frenar la oferta, como la asignaci¨®n de cuotas de producci¨®n y las tasas por la superaci¨®n de las mismas en leche o cereales.
El recorrido de la PAC en este medio siglo ha sido un camino de reformas que han conjugado los intereses propios de los mercados comunitarios, las disponibilidades financieras y las exigencias de organismos internacionales como la Organizaci¨®n Mundial de Comercio. En esa l¨ªnea se halla la primera gran reforma acometida en 1992, cuando se decidi¨® seguir profundizando en el establecimiento de cuotas de producci¨®n ¡ªcaso de los cultivos oleaginosos¡ª, fijar un m¨¢ximo de animales con derecho a las ayudas en las explotaciones, abandonar tierras o incentivar jubilaciones anticipadas, junto a la apertura de un proceso de reducci¨®n de los precios institucionales a los que se comenzaba a complementar con ayudas v¨ªa pagos directos.
La segunda gran reforma se concret¨® en la Agenda 2000, con la que Bruselas continu¨® las rebajas de los precios de intervenci¨®n y su compensaci¨®n con ayudas directas, dio un mayor protagonismo a los mercados e impuls¨® la pol¨ªtica de desarrollo rural.
Sobre el papel, en 2003 se deb¨ªa producir solamente una revisi¨®n de la reforma anterior. Sin embargo, Bruselas aprob¨® una nueva donde el punto m¨¢s destacable fue el inicio de la pol¨ªtica de los pagos desacoplados y el pago ¨²nico para aplicar una ayuda directa a la explotaci¨®n en funci¨®n de los derechos hist¨®ricos, al margen de las producciones reales.
En 2008 se aprob¨® finalmente el llamado Chequeo M¨¦dico de la PAC donde se profundiza en las pol¨ªticas acordadas en la reforma anterior para el desarrollo de los pagos desacoplados al margen de las producciones reales, as¨ª como con el recorte en las pol¨ªticas de intervenci¨®n y dejar el sector al juego de los mercados.
La UE desmantel¨® los mecanismos para la regulaci¨®n de los mercados
Hoy, la actual propuesta de reforma mantiene la filosof¨ªa de reducir o eliminar los mecanismos de regulaci¨®n y, sobre todo, plantea un cambio total en el sistema al sustituir los mecanismos actuales basados en derechos hist¨®ricos por otros donde se asignar¨¢ una ayuda por superficie elegible que se quiere acercar a la media comunitaria.
Las reformas introducidas en estas cinco d¨¦cadas han supuesto modificaciones b¨¢sicas en la estructura y filosof¨ªa inicial de la PAC, donde destacar¨ªan dos:
Desmantelamiento en el mercado interior de las pol¨ªticas de precios institucionales como garant¨ªa de rentas. Esta pol¨ªtica ha sido sustituida por ayudas directas que no afectar¨¢n al desarrollo de los mercados de acuerdo con las exigencias marcadas por la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC). Las negociaciones de los precios institucionales de los a?os ochenta y noventa, con los que el sector pretend¨ªa asegurar niveles de renta, han pasado definitivamente a la historia.
Esta pol¨ªtica de desmantelamiento se aplic¨® igualmente de cara a los mercados exteriores con una mayor apertura de fronteras y el desarrollo de nuevos acuerdos con terceros pa¨ªses para facilitar los intercambios comerciales
Eliminaci¨®n de los mecanismos de regulaci¨®n de los mercados. Bruselas ha ido suprimiendo total o parcialmente las compras de excedentes en la intervenci¨®n, as¨ª como para su almacenamiento privado, la quema de vino para obtener alcohol o la transformaci¨®n de leche l¨ªquida en leche en polvo o mantequilla. Frente a situaciones de crisis en un mercado donde agricultores y ganaderos ten¨ªan aseguradas las ventas de sus productos han pasado a jugar los mercados y las intervenciones p¨²blicas se han reducido a la m¨ªnima expresi¨®n. En esta misma l¨ªnea se plantea la actual propuesta de reforma, filosof¨ªa rechazada por el sector y por el Gobierno espa?ol.
Las ayudas de la PAC suponen el 30% de las rentas
Las principales consecuencias de estos cambios han sido las siguientes:
Mercados. Los mercados se han constituido en los protagonistas de las rentas de las explotaciones. Las ayudas directas se han consolidado como un colch¨®n de seguridad al suponer en el conjunto de la UE una media del 30% sobre el total de los ingresos netos de las mismas. En los a?os noventa, los gastos para la regulaci¨®n de los mercados llegaron a suponer m¨¢s del 90% del presupuesto de la PAC, mientras ese porcentaje ha pasado a suponer menos del 10%.
Stock p¨²blico. Las compras en intervenci¨®n se han reducido a m¨ªnimos. Frente a los elevados stocks p¨²blicos de los a?os noventa, en la actualidad los mismos oscilan entre los casi 900 millones de euros a diciembre de 2010 a los 90 millones de diciembre de 2011, correspondiendo solo a 162.000 toneladas de cereales, 50.000 toneladas de leche en polvo y 11.000 hectolitros de alcohol. La exportaci¨®n de stocks, que lleg¨® a suponer hasta 10.000 millones de euros, se ha reducido a m¨ªnimos, 309 millones en 2009
Recorte de sectores. La dura pol¨ªtica de ajustes que iba aparejada a las reformas de la PAC para reducir la oferta y evitar excedentes y gastos provoc¨® la modificaci¨®n de diferentes organizaciones comunes de mercado que, en la pr¨¢ctica, se han traducido en desmantelamiento de sectores. En el caso de Espa?a, estos ser¨ªan los casos del tabaco, que pas¨® de 16.000 a unas 8.000 hect¨¢reas; del algod¨®n, que cay¨® de 90.000 a 50.000 hect¨¢reas, o de la remolacha, donde la cuota de producci¨®n pas¨® de 982.000 a 498.000 toneladas, aunque la demanda interior es de 1.200.000 toneladas, lo que dio lugar esta campa?a a elevadas importaciones en toda la UE. Productores e industria reclaman m¨¢s cuota y su mantenimiento m¨¢s all¨¢ de 2015.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.