Londres pide apoyos a los pa¨ªses con problemas y que Grecia salga del euro

El ministro brit¨¢nico del Tesoro y canciller del Exchequer, George Osborne, defendi¨® anoche que Grecia abandone el euro y puso sobre la mesa un propuesta con cuatro patas para acabar con la crisis del euro: solidaridad, recursos comunes, uni¨®n bancaria y, como corolario, uni¨®n fiscal. Naturalmente, todo eso entre los pa¨ªses de la zona euro y ofreciendo garant¨ªas a los dem¨¢s de que las decisiones que afecten al mercado interior sean tomadas por el conjunto de la UE y no solo por los pa¨ªses del euro.

A menudo las declaraciones tanto de Osborne como del primer ministro, David Cameron, han sonado en el continente m¨¢s a presi¨®n que a ayuda. El canciller del Exchequer, sin embargo, insisti¨® en la tradicional cena anual organizada en Mansion House para los banqueros y comerciantes de la City, en la importancia que para la econom¨ªa brit¨¢nica tiene la estabilidad en la zona euro.

"La soluci¨®n en la zona euro no tiene por qu¨¦ ser el completo desarrollo de unos Estados Unidos del euro pero si quiere tener ¨¦xito ha de incluir la mayor¨ªa de los mecanismos que hacen que funcionen otras monedas en pa¨ªses como Reino Unido y Estados Unidos", dijo.

Y pas¨® a enumerar esos mecanismos:

1. M¨¢s apoyo de las econom¨ªas m¨¢s fuertes para ayudar al ajuste de las m¨¢s d¨¦biles.

2. M¨¢s puesta en com¨²n de los recursos, bien sea a trav¨¦s de eurobonos u otros mecanismos.

3. Una barrera compartida para el sistema bancario para fortalecer a los bancos y proteger los dep¨®sitos, que m¨¢s adelante defini¨® como uni¨®n bancaria en la zona euro.

4. Y, como consecuencia de todo eso, una mucho m¨¢s estrecha supervisi¨®n colectiva de las pol¨ªticas fiscales y econ¨®micas.

Osborne defendi¨® la pol¨ªtica de ajuste presupuestario puesta en marcha por la coalici¨®n de conservadores y liberales-dem¨®cratas

La declaraci¨®n de Osborne es pol¨ªticamente muy significativa y se suma a las voces que desde otros pa¨ªses est¨¢n presionando a favor de medidas de ese tipo. Pero no deja ser al mismo tiempo un brindis al sol: primero, porque todo eso depende casi exclusivamente de la voluntad de Alemania y, segundo, porque la posici¨®n brit¨¢nica no dejan de ser solo buenas palabras porque Reino Unido no quiere participar en esas transferencias de recursos de las econom¨ªas ricas a las que tienen dificultades ni quiere tampoco participar de todos esos mecanismos que propone para homogeneizar la zona euro: la uni¨®n bancaria, los eurobonos, la coordinaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas y fiscales.

En l¨ªnea con anteriores declaraciones, aunque de forma m¨¢s expl¨ªcita que nunca, defendi¨® la conveniencia de que Grecia abandone el euro. "La paradoja pol¨ªtica que afronta Europa ahora mismo es esta: algunas o todas esas cosas se necesitan para que los pa¨ªses de la zona euro consigan que funcione su moneda, pero quiz¨¢s Grecia tenga que salirse para que eso pueda ocurrir. Esa es una decisi¨®n de la zona euro y de Grecia". "Ha llegado el tiempo de tomar decisiones", a?adi¨®.

Osborne defendi¨®, por otro lado, la pol¨ªtica de ajuste presupuestario puesta en marcha por la coalici¨®n de conservadores y liberales-dem¨®cratas, a la que cada vez m¨¢s voces cr¨ªticas consideran un factor importante en el retorno de la econom¨ªa brit¨¢nica a la recesi¨®n. ?l atribuy¨® el mal comportamiento de la econom¨ªa a la combinaci¨®n de tres factores: el impacto "mayor de lo esperado" de la crisis financiera; el aumento del precio de las materias primas, exacerbado por la debilidad de la libra; y, "por supuesto, la actual incertidumbre en la zona euro".

El canciller del Exchequer destac¨® tambi¨¦n la presentaci¨®n este jueves del libro blanco sobre la reforma bancaria, que recoge el grueso de las propuestas planteadas meses atr¨¢s por sir John Vickers. Este, sin embargo, ha criticado que se hayan rebajado algunas de las m¨¢s importantes. Por ejemplo, aunque el Gobierno mantiene la separaci¨®n de las actividades de banca de negocios y banca comercial, ha abierto las puertas a que ciertas actividades se queden fuera de ese "anillo de seguridad" que las segrega.

O el hecho de que las exigencias en reservas de capital sean menos severas que lo que propon¨ªa Vickers. "Lo que hemos hecho es buscar el necesario equilibrio entre los intereses de los contribuyentes brit¨¢nicos y la necesidad de que Reino Unido siga siendo competitivo y atraiga a los bancos globales", explic¨® el secretario de Estado de Finanzas, Mark Hoban, a un grupo de corresponsales europeos.