Consejeros de la CAM en desbandada
El desmarque de la consejera bailarina ha sido la t¨®nica habitual de los interrogados
Lo cont¨® Jes¨²s Navarro, empresario que form¨® parte del consejo de administraci¨®n de Caja Mediterr¨¢neo (CAM). Los directivos de la entidad llamaban a los consejeros, ya fueran designados por la Generalitat o por los ayuntamientos, representaran a los impositores o a los trabajadores, ¡°aves de paso¡±. Por la comisi¨®n parlamentaria de las Cortes Valencianas que investiga la intervenci¨®n de la caja han desfilado esas ¡°aves¡± en desbandada. Acuciados por el expediente al que han sido sometidos y por el pliego de cargos que ha redactado el Banco de Espa?a, los consejeros de la CAM han exagerado, sin duda, su desconocimiento de lo que ocurr¨ªa en una entidad que fue intervenida en julio de 2011 tras revelarse graves deficiencias en sus balances. Pero han coincidido al describir un sistema de funcionamiento en el que los ¨®rganos de gobierno s¨®lo serv¨ªan de cobertura formal a un poder que emanaba del equipo directivo encabezado por Roberto L¨®pez Abad y se ejerc¨ªa, o se negociaba, al margen del consejo.
Esta semana pasada llam¨® mucho la atenci¨®n que una bailarina hubiera llegado a formar parte de la comisi¨®n de control de la CAM. Isabel Cambronero, profesora de danza cl¨¢sica en Murcia, entr¨® por sorteo en la asamblea de la entidad por la cuota de los impositores y fue incorporada a la comisi¨®n de control por los seguidores de Francisco Camps, que hegemonizaban la representaci¨®n durante los ¨²ltimos a?os de la caja. Cambronero resumi¨® su actitud al preguntarse: ¡°?Por qu¨¦ dudar de unos profesionales que est¨¢n haciendo su trabajo? Es como si voy al m¨¦dico y no me creo lo que dice¡±. Su confesi¨®n son¨® espont¨¢nea, pero no era muy diferente de la explicaci¨®n que ese mismo d¨ªa ofreci¨® ante la comisi¨®n parlamentaria Francisco Grau Jornet, profesor de Matem¨¢tica Financiera en la Universidad de Alicante, que tambi¨¦n fue colocado en la comisi¨®n de control por los campistas en 2007. Grau Jornet, aparte de no poder alegar desconocimiento de los procedimientos financieros, vino a decir que ese organismo se limitaba a ¡°convalidar¡± los acuerdos que llegaban del consejo de administraci¨®n.
Sin embargo, su paso por la CAM fue mucho menos fugaz que el de otras ¡°aves¡± que desfilaron por all¨ª. Grau Jornet, persona muy pr¨®xima a Eduardo Zaplana, expresidente de la Generalitat Valenciana, entr¨® en la entidad en 1996 y de 1998 a 2007 fue nada menos que secretario del consejo. S¨®lo se cay¨® del m¨¢ximo ¨®rgano de gobierno cuando los partidarios del sucesor de Zaplana, es decir, de Francisco Camps, lo apartaron. Tambi¨¦n fue presidente de Incomed y vicepresidente de Gesfinmed, dos empresas participadas por la CAM.
Ninguno de los consejeros asume haber sido propuesto por el PP
No respondi¨® a ninguna pregunta concreta sobre las m¨¢s que sospechosas y millonarias operaciones de cr¨¦dito de la caja con empresas abrumadoramente alineadas con el sector de la construcci¨®n. Pero reconoci¨®, a preguntas de los diputados de la oposici¨®n, que fue uno de los asistentes a lo que tanto el socialista ?ngel Luna como Mireia Moll¨¤, de la Coalici¨® Comprom¨ªs, y Llu¨ªs Torr¨®, de Esquerra Unida del Pa¨ªs Valenci¨¤, han venido en llamar ¡°reuniones preconsejo¡±. Grau Jornet dijo que hacia 2006 esas reuniones ¡°dejaron de tener operatividad¡±, y a?adi¨® que ignora si, tras su ca¨ªda del consejo, siguieron produci¨¦ndose.
La realidad es que as¨ª fue. Esas reuniones, que se celebraban el mismo d¨ªa del consejo o la v¨ªspera, y a las que asist¨ªan el presidente, Modesto Crespo, el director general, L¨®pez Abad, y miembros de su equipo, los vicepresidentes, el secretario del consejo y alg¨²n otro consejero escogido, era el lugar en el que se produc¨ªa la aut¨¦ntica deliberaci¨®n sobre la pol¨ªtica de la CAM.
La otra fuente de poder era la Generalitat, pero en este punto el cord¨®n sanitario montado para proteger su responsabilidad es total. Ninguno de los consejeros propuestos a iniciativa del PP lo ha reconocido expl¨ªcitamente ante la comisi¨®n parlamentaria, todos han desmentido haber recibido indicaciones o sugerencias pol¨ªticas. Los responsables del Instituto Valenciano de Finanzas han preferido asumir que no ten¨ªan competencias sobre el sistema financiero y el portavoz popular, el diputado David Serra, uno de los imputados en el caso G¨¹rtel, se ha ocupado de reiterar que el volumen de cr¨¦ditos de la Administraci¨®n valenciana y las inversiones en proyectos del Gobierno auton¨®mico, como Terra M¨ªtica, apenas tuvieron relevancia en las cuentas de la caja, hoy convertida en entidad bancaria y propiedad del Banco de Sabadell.
Hay serios indicios de que las actas del Consejo de Administraci¨®n fueron falseadas
El devaluado papel de los ¨®rganos de gobierno llega hasta el extremo de que, de las comparecencias ante la comisi¨®n, se deduce que el grave requerimiento del Banco de Espa?a a la CAM de diciembre de 2010, en el que se se?alaba una elevada morosidad, excesiva concentraci¨®n en el sector inmobiliario, desequilibrio en la estructura financiera y necesidades adicionales de saneamiento, fue explicado de mala manera por la entonces directora general, Mar¨ªa Dolores Amor¨®s, aunque el acta del consejo lo recoja literalmente.
Como quiera que Amor¨®s, la ¨²nica directiva que acept¨® responder a preguntas de los diputados, ¡ªya que su predecesor L¨®pez Abad y el responsable de proyectos inmobiliarios, Daniel Gil Mallebrera, se acogieron al derecho de no declarar¡ª, tampoco dijo gran cosa, no se ha acabado de esclarecer si las actas fueron falseadas.
De momento, los ¨²nicos que han asumido ante los diputados de las Cortes Valencianas que fueron propuestos por un partido han sido los consejeros a iniciativa del PSPV-PSOE: Jes¨²s Navarro, empresario de Carmencita, primera firma del sector de las especias y los condimentos de alimentaci¨®n, y Mart¨ªn Sevilla, catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica y exconsejero de la Generalitat en la ¨¦poca de Joan Lerma. Ambos siguieron en el consejo de la CAM en buena medida por presiones de la c¨²pula de la propia caja pese a que Camps decidi¨® en 2009, en pleno esc¨¢ndalo del caso G¨¹rtel, excluir a los socialistas de la representaci¨®n correspondiente a la Generalitat Valenciana en las entidades de ahorro.
Ni Navarro ni Sevilla quisieron pasar por ineptos ante la comisi¨®n parlamentaria, si bien el primero se ubic¨® en una posici¨®n claramente m¨¢s cr¨ªtica. Todo lo contrario que los consejeros promovidos por el PP, como el presidente de la C¨¢mara de Comercio de Alicante, Jos¨¦ Enrique Garrig¨®s, un empresario del turr¨®n de Xixona, que lleg¨® a afirmar: ¡°No estoy preparado y no tengo tiempo para revisar los balances¡±.
"?Has estado en la mesa?"
La pregunta s¨®lo pod¨ªan formularla los m¨¢s puestos en el funcionamiento interno de la CAM. ¡°?Has estado en la mesa?¡±. No se refer¨ªa a ¨®rgano alguno de los previstos en la estructura institucional de la entidad, pero s¨ª al ¨¢mbito donde se coc¨ªan las decisiones, a menudo alrededor de una mesa para comer y siempre antes de que se celebrara una reuni¨®n del consejo de administraci¨®n. Tal vez porque exist¨ªa esa reuni¨®n informal, a la que asist¨ªan los directivos y un grupo escogido de consejeros con el presidente, Modesto Crespo, al frente, la comisi¨®n ejecutiva de la CAM era un ¨®rgano prescindible. Se reun¨ªa minutos antes de los consejos para dar tr¨¢mite a los asuntos de manera rutinaria.
Nada de esto se ha explicado de una manera ordenada en las comparecencias que se desarrollan ante la comisi¨®n parlamentaria de las Cortes Valencianas, en las que s¨ª que ha habido retazos y alusiones que permiten entrever lo que ocurr¨ªa. ¡°El control efectivo de la caja radicaba en un reducido grupo de personas¡±, dijo Juan Pacheco, que form¨® parte del consejo solo durante los a?os 2010 y 2011 en representaci¨®n de los impositores de Murcia. Hay cajas ¡°presidencialistas¡±, se?al¨®, por su parte, Jes¨²s Navarro, pero ¡°en la CAM hist¨®ricamente han mandado los directivos¡±. Si Francisco Grau Jornet asumi¨® haber asistido a las reuniones ¡°preconsejo¡± durante a?os, Navarro reconoci¨® haberlo hecho solo algunas veces. Era un term¨®metro de lo cerca que se estaba del n¨²cleo duro de la CAM.
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