Marionetas tontas

El ejecutivo que hace unos meses denunci¨® la cultura empresarial del primer banco de inversi¨®n del mundo, Goldman Sachs, en el que trabajaba, dijo que hab¨ªa directores generales de la entidad que calificaban a sus clientes, en los correos electr¨®nicos, de ¡°marionetas¡±. Lord Turner, presidente de la Autoridad de Servicios Financieros (organismo regulador brit¨¢nico), al analizar la manipulaci¨®n del tipo de inter¨¦s interbancario de la City por parte del Barclays Bank, declar¨®: ¡°Ser¨ªamos tontos¡± si pens¨¢semos que pr¨¢cticas semejantes no se han aplicado a otros productos financieros.

La cuesti¨®n es si lo sucedido en estos u otros bancos que forman la aristocracia financiera del mundo forma parte del mundo de los abusos, las irregularidades o el bandidaje, o constituye la cotidiana forma de trabajar de las entidades de inversi¨®n, que act¨²an como si no hubiera habido una crisis financiera (provocada por ellos) que ha proporcionado al mundo las mayores dosis de sufrimiento desde la Gran Depresi¨®n.

Mientras la banca comercial trata de sobrevivir a sus propias dificultades, la de inversi¨®n sigue haciendo lo que le viene en gana en un ambiente de laxitud regulatoria, de asombrosa autorregulaci¨®n o de impunidad.

Mientras la banca comercial trata de sobrevivir , la de inversi¨®n sigue haciendo lo que le viene en gana

Seg¨²n el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervin King, esa banca se caracteriza por sueldos excesivos, maltrato a los clientes, enga?osas manipulaciones y continuos esc¨¢ndalos por ventas irregulares persiguiendo su propio inter¨¦s y no el de los clientes. Cuando todav¨ªa no se conoce el monto definitivo de las p¨¦rdidas acumuladas por JP Morgan Chase (considerado hasta ahora como ¡°la fortaleza¡± que proporcionaba seguridad a los inversores en tiempos de turbaci¨®n) a trav¨¦s de operaciones sofisticad¨ªsimas con productos derivados, salta la manipulaci¨®n del l¨ªbor en la City londinense por parte del Barclays y quiz¨¢ de otras 15 instituciones bancarias.

Cuando quer¨ªan recibir dinero, estos bancos rebajaban el l¨ªbor para financiarse barato, y cuando necesitaban prestar, lo elevaban para ganar m¨¢s. De nuevo la cuesti¨®n es si lo mismo que se ha hecho con el l¨ªbor se practicaba con el Euribor. Y en ambos casos la pregunta es la siguiente: ?cu¨¢nto cuesta mi cr¨¦dito? La inmensa mayor¨ªa de los pr¨¦stamos que conceden las entidades financieras a empresas y particulares, hipotecarios o no, est¨¢n referidos a esos ¨ªndices, por lo que la estafa, si se corroboran las irregularidades, puede ser gigantesca. ?Cu¨¢nto nos han cobrado de m¨¢s y por cu¨¢nto tiempo?

Aparquemos un momento las responsabilidades pol¨ªticas y la inanidad de algunas instituciones supervisoras y reguladores, y analicemos la centralidad de las del propio segmento financiero que, seg¨²n la ¨²ltima encuesta del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS), han irrumpido con fuerza en las preocupaciones ciudadanas, detr¨¢s del paro y de la situaci¨®n econ¨®mica general.