La guerra de las ¡®birras¡¯

En el siglo XIX, los emigrantes alemanes llevaron a M¨¦xico una de sus mayores tradiciones: la cerveza. As¨ª arranc¨® una floreciente industria local en el negocio cervecero. Durante buena parte del siglo XX, las marcas mexicanas apenas eran conocidas en el exterior y se ten¨ªan que conformar con la demanda interna. Todo empez¨® a cambiar con la llegada de los primeros surfistas gringos a las playas de M¨¦xico. Se enamoraron de una birra llamada Corona y ejercieron de embajadores de esta marca en Estados Unidos.

El pasado 29 de junio, el mayor grupo cervecero del mundo, el belga AB InBed (propietario de etiquetas como Budweiser, Beck¡¯s y Stella Artois), lanz¨® una oferta de 20.000 millones de d¨®lares (16.528 millones de euros) para adquirir la participaci¨®n que a¨²n no controlaba del Grupo Modelo. Este ¨²ltimo es el principal producto de cerveza de M¨¦xico y entre sus marcas se encuentran la surfera Corona, Modelo y Pac¨ªfico.

Esta operaci¨®n no es un caso aislado. El negocio de la cerveza se encuentra inmerso en un intenso proceso de concentraci¨®n. El sector de las bebidas alcoh¨®licas ha vivido 272 fusiones desde 1962 y el 52% las han protagonizado cerveceras. Tan solo en los ¨²ltimos siete a?os se han vivido 16 operaciones (sin contar la compra de Modelo), que han movido 111.000 millones de d¨®lares y en las que se ha pagado m¨²ltiplos elevados (12 veces el Ebitda sobre el valor de la empresa), lo que sugiere el potencial de este sector.

China es el futuro. ?El problema? Las marcas extranjeras son un objeto de lujo

Que AB InBed refuerce su exposici¨®n a M¨¦xico (el sexto mayor mercado cervecero del mundo) no es casual. Ahora que el desempleo y el d¨¦bil crecimiento en los pa¨ªses desarrollados lastra la facturaci¨®n de las cerveceras en Europa y Estados Unidos, el objetivo es tener m¨¢s presencia en los mercados de r¨¢pido crecimiento en los pa¨ªses emergentes a trav¨¦s de la compra de compa?¨ªas locales. Ahora bien, habr¨¢ que darse prisa. ¡°El proceso de concentraci¨®n est¨¢ siendo tan r¨¢pido e intenso que se est¨¢n acabando las posibles empresas que comprar para crecer en estos mercados¡±, avisa en una nota Melissa Earlam, analista de UBS en Londres.

Como ocurre en muchos otros ¨¢mbitos empresariales, China es el objeto de deseo para las cerveceras. El pa¨ªs asi¨¢tico es el mayor mercado del mundo. En 2011, el consumo de cerveza se increment¨® un 4,5% respecto a 2010, hasta los 47.500 millones de litros. La consultora brit¨¢nica Euromonitor prev¨¦ un crecimiento del 30% del consumo en este pa¨ªs hasta 2016. El gran problema para las compa?¨ªas occidentales es el precio: sus marcas de cerveza se ven como un objeto de lujo, al que gran parte de la poblaci¨®n no puede acceder. Mientras un litro de cerveza local se vende a 1,87 yuanes (24 c¨¦ntimos de euro), una cerveza de 300 mililitros de una marca extranjera cuesta tres veces m¨¢s. La idea de las grandes cerveceras es crecer en este mercado comprando empresas locales o llegando a acuerdos con proveedores chinos para abrir mercado a sus marcas premium.

Las presas se agotan.
El vino y las bebidas espirituosas son

¡°El consumo de cervezas extranjeras se ha hecho cada vez m¨¢s popular entre los chinos, especialmente entre los j¨®venes con m¨¢s nivel educativo, ingresos y mayor capacidad de apertura a los productos ex¨®ticos¡±, dice a Bloomberg Olive Xia, analista de Core Pacific-Yaamaichi.

Las cinco mayores compa?¨ªas cerveceras (AB InBev, SABMiller, Heineken, Carlsberg y China Resources Enterprise) controlan casi la mitad del mercado mundial. Esta fuerte concentraci¨®n puede plantear problemas de competencia y quiz¨¢ fuerce a las empresas a desprenderse de determinadas marcas para poder proseguir con su expansi¨®n. ¡°La fuerte concentraci¨®n del negocio, producto de a?os de fusiones, llevar¨¢ a los l¨ªderes de la industria a tener que decidir si quieren pagar primas m¨¢s elevadas por las compa?¨ªas independientes que a¨²n quedan en el mercado, o bien aventurarse en otros negocios diferentes del cervecero¡±, argumenta Kenneth Shea, experto de Bloomberg en el sector de bebidas alcoh¨®licas.

La industria global de bebidas espirituosas y vino est¨¢ fragmentada y representa un negocio anual de 323.000 millones de d¨®lares (ventas). Se trata, sin duda, de un bocado apetitoso para aquellas cerveceras que quieran seguir creciendo. Los cinco mayores productores de bebidas espirituosas apenas controlan el 20% del mercado, mientras que en el caso del vino los cinco l¨ªderes solo representan el 8% del mercado total. Para lograrlo deber¨¢n derribar la leyenda urbana que dice que mezclar bebidas aumenta la resaca.