El ajuste de Rajoy da un duro golpe a las empresas en plena recesi¨®n

Los principales damnificados directos por las medidas de ajuste del Gobierno son los funcionarios, los consumidores, los parados y las personas dependientes. Pero junto a ello, las medidas del Gobierno tambi¨¦n dan un duro golpe a las empresas, tanto por el aumento de la tributaci¨®n del impuesto de sociedades como por las medidas de car¨¢cter sectorial y por el impacto sobre los m¨¢rgenes y la demanda de la subida del IVA. La situaci¨®n se agrava porque el nuevo golpe fiscal llega en plena recesi¨®n, con las empresas en una situaci¨®n d¨¦bil, y porque se extiende cada vez m¨¢s a las de menor tama?o. En esa situaci¨®n, las dificultades de las empresas pueden acabar traduci¨¦ndose en recortes de sueldos y plantillas.

El Gobierno aprob¨® el viernes nuevas medidas para aumentar la recaudaci¨®n del impuesto de sociedades que elevar¨¢n la presi¨®n fiscal en unos 2.500 millones de euros anuales durante este a?o y los dos pr¨®ximos. Ese hachazo de 7.500 millones se logra en buena parte exprimiendo al m¨¢ximo el adelanto en la tributaci¨®n con el endurecimiento de los pagos fraccionados. El importe m¨ªnimo pasa para este a?o y el pr¨®ximo del 8% al 12% y el tipo aplicable tambi¨¦n se incrementa para empresas con un volumen de negocio superior a los 10 millones. Adem¨¢s, se incluye en la base imponible de esos pagos fraccionados un 25% de los dividendos y rentas de participaciones que tienen derecho a exenci¨®n. Es una forma del Estado de lograr liquidez a costa de las empresas, pues esos mayores pagos fraccionados se ven luego compensados en la declaraci¨®n final.

La presi¨®n se extiende cada vez m¨¢s a las empresas de menor tama?o

Pero tambi¨¦n en esta declaraci¨®n sube la factura. Para los periodos impositivos que empiecen en 2012 y 2013, las empresas que facturen m¨¢s de 60 millones, la compensaci¨®n de bases imponibles negativas (cr¨¦ditos fiscales por las p¨¦rdidas sufridas en a?os anteriores) estar¨¢ limitada al 25% de la base imponible previa a la compensaci¨®n. El l¨ªmite ser¨¢ del 50% para las que facturen entre 20 y 60 millones. Como con los pagos fraccionados, es una vuelta de tuerca m¨¢s a las limitaciones que introdujo el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en el verano de 2011. Antes de esa reforma, una empresa que tuviese suficientes cr¨¦ditos fiscales por p¨¦rdidas acumuladas pod¨ªa compensar el 100% de los beneficios.

Adem¨¢s, se reduce del 10% al 1% (se pasa de 10 a 100 a?os) el l¨ªmite de deducci¨®n de los activos intangibles de vida ¨²til indefinida (como las marcas).

Donde el Gobierno s¨ª abre la mano es en el equivalente empresarial de la amnist¨ªa fiscal, buscando la repatriaci¨®n, con un gravamen del 10%, de dividendos y capitales procedentes de para¨ªsos fiscales aunque no cumplieran los requisitos de la primera medida en este sentido que se incluy¨® en los Presupuestos (era m¨¢s exigente con el origen de los fondos, pero bastaba tributar al 8%).

Es una vuelta de tuerca m¨¢s a las limitaciones que introdujo el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero

Pero el aumento del impuesto de sociedades no viene solo. En el decreto ley publicado el s¨¢bado en el Bolet¨ªn Oficial del Estado, se deroga la compensaci¨®n a las autopistas de peaje con las que se pact¨® una bajada de tarifas del 7% en 1999. La medida llega en un momento de bajadas hist¨®ricas del tr¨¢fico. El decreto incorpora algunas normas sobre las el¨¦ctricas, pero en su caso y el de las renovables, el mayor recorte est¨¢ por llegar antes de fin de mes, y supondr¨¢ un impacto de unos 6.000 millones de euros.

La rebaja de cotizaciones sociales se ver¨¢ eclipsada por el incremento de parte de las bases de cotizaci¨®n y por la supresi¨®n de las bonificaciones a la contrataci¨®n, de modo que el efecto neto ser¨¢ m¨ªnimo. En cambio, la subida del IVA tendr¨¢ un efecto indirecto muy duro para las empresas, que tendr¨¢n que optar entre asumir la p¨¦rdida de margen o repercutir la subida en sus clientes con la posibilidad de que caigan sus ventas. Sectores como el turismo o la automoci¨®n ya han puesto el grito en el cielo, pero el impacto m¨¢s dif¨ªcil de absorber ser¨¢ el de las empresas que han visto sus productos y servicios pasar de tributar el 8% al 21%, como es el caso de las cadenas de peluquer¨ªas, las empresas de televisi¨®n de pago, los cines, teatros, discotecas florister¨ªas o servicios termales.