Un verano muy revelador
La humanidad se expone a un peligro cada vez mayor por el cambio clim¨¢tico
Durante a?os, los climat¨®logos han estado advirtiendo al mundo de que el alto consumo de combustibles f¨®siles (carb¨®n, petr¨®leo y gas natural) va a provocar un cambio clim¨¢tico de origen humano. La creciente concentraci¨®n de di¨®xido de carbono (un subproducto de la quema de combustibles f¨®siles) en la atm¨®sfera causar¨ªa el aumento de las temperaturas del planeta y la modificaci¨®n de los patrones de precipitaciones y tormentas, elevando con ello el nivel del mar. Hoy, esos cambios est¨¢n afectando a todas las regiones de la Tierra, a pesar de la existencia de poderosos grupos de presi¨®n corporativos y propagandistas de medios de comunicaci¨®n, como Rupert Murdoch, que intentan negar esta verdad.
Este verano, Estados Unidos ha vivido su peor sequ¨ªa de los tiempos modernos. El Medio Oeste y los Estados de las llanuras, granero de la naci¨®n, sufren una enorme ola de calor: m¨¢s de medio pa¨ªs est¨¢ en emergencia y hay pocas expectativas de que la situaci¨®n amaine.
Al otro lado del mundo, Pek¨ªn se ha visto afectado por las peores lluvias de las que se tenga registro, y las inundaciones han causado numerosas v¨ªctimas. Jap¨®n se enfrenta a precipitaciones torrenciales. Dos de las regiones ¨¢ridas m¨¢s pobres de ?frica ¡ªla regi¨®n del Cuerno de ?frica, en el Este, y el Sahel, en el Oeste¡ª han sufrido sequ¨ªas y hambrunas devastadoras en los ¨²ltimos dos a?os: las lluvias nunca llegaron, lo que ha causado la muerte de miles de personas, mientras que millones se enfrentan a perspectivas m¨¢s que sombr¨ªas.
Los cient¨ªficos han dado un nombre a nuestra era, el antropoceno, t¨¦rmino basado en ra¨ªces del griego antiguo que significa '¨¦poca del dominio humano'
Los cient¨ªficos han dado un nombre a nuestra era, el antropoceno, t¨¦rmino basado en ra¨ªces del griego antiguo que significa ¡°¨¦poca del dominio humano¡±, un nuevo periodo de la historia en el que la humanidad se ha convertido en la causa del cambio ambiental a escala mundial. La humanidad no solo ha afectado al clima de la Tierra, sino tambi¨¦n a la composici¨®n qu¨ªmica de los oc¨¦anos, los h¨¢bitats terrestres y marinos de millones de especies, la calidad del aire y el agua, y los ciclos del agua, el nitr¨®geno, el f¨®sforo y otros componentes esenciales que sustentan la vida en el planeta.
Durante muchos a?os, el riesgo del cambio clim¨¢tico se miraba como una posibilidad lejana en el futuro, a la que tal vez tuvieran que hacer frente nuestros hijos o nietos. Por supuesto, por s¨ª solo eso habr¨ªa sido motivo suficiente para actuar. Pero hoy comprendemos mejor que el cambio clim¨¢tico nos afecta tambi¨¦n a nosotros, a nuestra generaci¨®n.
Hemos entrado ya en una era nueva y muy peligrosa. Si es usted una persona joven, el cambio clim¨¢tico y otros riesgos ambientales de origen humano ser¨¢n factores importantes en su vida.
Si es usted una persona joven, el cambio clim¨¢tico y otros riesgos ambientales de origen humano ser¨¢n factores importantes en su vida
Los cient¨ªficos enfatizan la diferencia entre el clima y el tiempo. El clima es el patr¨®n general de la temperatura y las precipitaciones en un lugar determinado. El tiempo es la temperatura y las precipitaciones en ese lugar en un momento espec¨ªfico. Como reza el viejo dicho, ¡°el clima es lo que uno espera, el tiempo es lo que llega¡±.
Cuando las temperaturas son muy altas o las lluvias son inusualmente fuertes o leves, los cient¨ªficos tratan de determinar si son el resultado del cambio clim¨¢tico de largo plazo o simplemente reflejan la variabilidad esperada. Por tanto, ?son la actual ola de calor en EE UU (que ha hecho de este el a?o m¨¢s c¨¢lido del que se tenga registro), las intensas inundaciones de Pek¨ªn o la grave sequ¨ªa del Sahel casos aleatorios de mal tiempo o m¨¢s bien el resultado de un cambio clim¨¢tico de largo plazo inducido por el hombre?
Hubo un largo periodo en el que los cient¨ªficos no pod¨ªan responder con precisi¨®n a esta pregunta. No estaban seguros de si un desastre clim¨¢tico en particular se pod¨ªa atribuir a causas humanas en lugar de a la variaci¨®n natural. Ni siquiera ten¨ªan certeza de poder detectar si un acontecimiento en particular (por ejemplo, lluvias intensas o una sequ¨ªa) fuera tan extremo que se pudiera calificar como anormal.
Los cient¨ªficos pueden detectar el cambio clim¨¢tico de largo plazo en la mayor frecuencia de fen¨®menos extremos
Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os ha surgido una nueva ciencia del clima que se centra en la ¡°detecci¨®n y atribuci¨®n¡±, y ha hecho grandes avances tanto en lo conceptual como en lo emp¨ªrico. ¡°Detecci¨®n¡± significa poder determinar si un fen¨®meno extremo es parte de fluctuaciones clim¨¢ticas normales o si, m¨¢s bien, es s¨ªntoma de un cambio clim¨¢tico m¨¢s profundo y de largo plazo. ¡°Atribuci¨®n¡± es la capacidad de asignar las causas probables de un suceso a la actividad humana o a otros factores. La nueva ciencia de la detecci¨®n y atribuci¨®n est¨¢ agudizando nuestros conocimientos y d¨¢ndonos todav¨ªa m¨¢s razones para preocuparnos.
Varios estudios realizados en el ¨²ltimo a?o han demostrado que, de hecho, los cient¨ªficos pueden detectar el cambio clim¨¢tico de largo plazo en la mayor frecuencia de fen¨®menos extremos, como olas de calor, lluvias torrenciales, sequ¨ªas graves y tormentas fuertes. Mediante el uso de avanzados modelos clim¨¢ticos, no solamente est¨¢n detectando el cambio clim¨¢tico de largo plazo, sino que tambi¨¦n est¨¢n atribuyendo al menos algunos de ellos a causas humanas.
Los pol¨ªticos de todo el mundo se muestran reticentes a actuar contra el cambio clim¨¢tico ya que las compa?¨ªas petroleras y carboneras son pol¨ªticamente muy poderosas
En el ¨²ltimo par de a?os han ocurrido una cantidad impresionante de fen¨®menos extremos en todo el planeta. En muchos casos hubo factores naturales de corto plazo que influyeron m¨¢s que las actividades humanas. Por ejemplo, a lo largo de 2011 prevalecieron en el oc¨¦ano Pac¨ªfico condiciones relacionadas con La Ni?a, lo que significa que cerca del sureste de Asia aumentaron las temperaturas de las aguas, mientras que cerca de Per¨² fueron m¨¢s fr¨ªas. Esta situaci¨®n temporal caus¨® cambios de corto plazo en los patrones de precipitaciones y temperaturas, causando, por ejemplo, fuertes inundaciones en Tailandia.
Sin embargo, incluso tras controlar atentamente estos cambios naturales de a?o a a?o, los cient¨ªficos tambi¨¦n han descubierto que es probable que varios desastres recientes tambi¨¦n est¨¦n influidos por el cambio clim¨¢tico de origen humano. Por ejemplo, se puede aventurar que el calentamiento del oc¨¦ano ?ndico ¡ªcausado por el hombre¡ª desempe?¨® un papel en la grave sequ¨ªa de 2011 en el Cuerno de ?frica, que provoc¨® hambre y conflictos y afect¨® a millones de personas ya muy empobrecidas. La actual megasequ¨ªa de EE UU probablemente sea consecuencia de una combinaci¨®n de causas naturales, como La Ni?a, y de una masiva ola de calor agravada por el cambio clim¨¢tico de origen humano.
Las evidencias son s¨®lidas y se est¨¢n acumulando con rapidez. La humanidad se est¨¢ exponiendo a un peligro cada vez mayor debido al cambio clim¨¢tico que ella misma ha generado. Como comunidad global, tendremos que pasar r¨¢pidamente y con decisi¨®n en el pr¨®ximo cuarto de siglo de una econom¨ªa basada en los combustibles f¨®siles a otra basada en tecnolog¨ªas energ¨¦ticas nuevas y avanzadas de bajo consumo de carbono.
La opini¨®n p¨²blica mundial est¨¢ lista para escuchar ese mensaje y actuar en consecuencia. Sin embargo, los pol¨ªticos de todo el mundo se muestran reticentes, sobre todo debido a que las compa?¨ªas petroleras y carboneras son tan pol¨ªticamente poderosas. El bienestar humano y hasta la supervivencia de la humanidad depender¨¢n de que las evidencias y los conocimientos cient¨ªficos puedan triunfar sobre la avaricia miope, la timidez pol¨ªtica y la constante propaganda anticient¨ªfica de las grandes empresas.
Jeffrey D. Sachs es profesor de Econom¨ªa y director del Earth Institute de la Universidad de Columbia. Tambi¨¦n es consejero especial del secretario general de Naciones Unidas sobre las Metas de Desarrollo del Milenio.
Traducci¨®n de David Mel¨¦ndez Tormen.
? Project Syndicate, 2012
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.