Los sombr¨ªos indicadores de Jap¨®n dan forma a la amenaza de la recesi¨®n

Entre abril y septiembre, primera mitad del a?o fiscal nip¨®n, el super¨¢vit por cuenta corriente de Jap¨®n cay¨® m¨¢s de un 41 por ciento y qued¨® en unos 26.650 millones de euros, la cifra m¨¢s baja desde que el pa¨ªs comenz¨® a compilar estos datos, hace 27 a?os.
Solo en el mes de septiembre el super¨¢vit se contrajo casi un 69 por ciento hasta poco m¨¢s de 4.930 millones de euros y, en t¨¦rminos ajustados a la estacionalidad, la balanza por cuenta corriente reflej¨® un d¨¦ficit de unos 1.390 millones de euros, los primeros n¨²meros rojos desde 1996.
Estos d¨¦biles datos fueron peores de lo esperado por los analistas, igual que los pedidos de maquinaria en septiembre, que cayeron por segundo mes consecutivo al contraerse un 4,3 por ciento.
Este indicador est¨¢ considerado un adelanto del gasto de capital de las empresas en los siguientes seis o nueve meses, por lo que la ca¨ªda de septiembre, para los analistas, augura que la estancada econom¨ªa nipona no tiene visos de mejorar de forma inmediata, sino m¨¢s bien todo lo contrario.
Entre los expertos se empieza a hablar ya claramente de recesi¨®n, azuzada por la ralentizaci¨®n global y el impacto de la crisis en Europa, a lo que en los ¨²ltimos meses se han sumado las tensiones con China, primer socio comercial nip¨®n.
Los dos motores que hicieron de Jap¨®n una potencia econ¨®mica, la demanda interna y las exportaciones, se han visto resentidos por el impacto de la crisis europea y la fortaleza del yen, que desde mediados del a?o pasado mantiene una solitaria carrera al alza frente al euro y el d¨®lar.
Adem¨¢s, hasta hace poco los esfuerzos para reconstruir el noreste del pa¨ªs, barrido por el tsunami de marzo de 2011, hab¨ªan potenciado la demanda dom¨¦stica, pero un a?o y ocho meses despu¨¦s de la tragedia los efectos de la millonaria inversi¨®n se est¨¢n diluyendo.
Los datos revelan tambi¨¦n que cada vez son menos los japoneses que compran bienes duraderos como autom¨®viles o electrodom¨¦sticos, en un entorno marcado por la incertidumbre y el temor a una ¨¦poca de vacas flacas.
Para muchos economistas del sector privado, la econom¨ªa japonesa alcanz¨® su pico en primavera y desde entonces se encontrar¨ªa en una fase de depresi¨®n, aunque el Gobierno no haya declarado t¨¦cnicamente la recesi¨®n.
Algunas alarmas, sin embargo, empezaron a sonar esta semana, cuando un an¨¢lisis publicado por la Oficina del Gabinete admiti¨® que la econom¨ªa del archipi¨¦lago puede estar acerc¨¢ndose a "un punto de inflexi¨®n".
El informe, difundido el pasado martes, supuso la primera vez en 16 meses en que el Ejecutivo rebaj¨® su valoraci¨®n de la situaci¨®n econ¨®mica en funci¨®n de los indicadores compuestos, que recogen datos como producci¨®n, oferta de empleo o ventas al por menor.
El Gobierno nip¨®n avis¨® que si estos datos siguen deterior¨¢ndose, la valoraci¨®n podr¨ªa rebajarse de nuevo a final de a?o hasta el nivel de "decrecimiento", lo que significar¨ªa, en la pr¨¢ctica, reconocer la recesi¨®n.
El pr¨®ximo lunes Jap¨®n dar¨¢ a conocer el dato de su producto interior bruto (PIB) entre julio y septiembre, y los analistas coinciden en que es muy probable que refleje la primera contracci¨®n tras la de abril-junio de 2011, cuando el pa¨ªs luchaba para superar la cat¨¢strofe del tsunami y crisis nuclear de marzo.
En este escenario, no se descarta que el Banco de Jap¨®n aplique nuevas medidas de est¨ªmulo antes del final de un 2012 en el que ya ha ampliado en tres ocasiones su programa de compra de activos, su principal herramienta para inyectar liquidez al sistema.
Maribel Izcue
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