Juli¨¢n Herbert asegura que la pasi¨®n por el lenguaje la hered¨® de su madre
"Era una mujer muy ignorante, que nunca fue a la escuela pero que en medio de su ceguera, ten¨ªa una pasi¨®n por el lenguaje que, eso s¨ª, creo haber heredado de ella. Era una gran narradora oral", enfatiz¨® Herbert, que se encuentra en Chile con motivo de la Feria Internacional del Libro de Santiago.
El autor del libro de cuentos "Coca¨ªna (manual de usuario)", los poemarios "El nombre de esta casa" o la novela "Un mundo infiel", escribe las frases de sus obras en voz alta para "encontrarles el ritmo". Este hecho, probablemente, sea una herencia de su madre.
"Siempre digo que las primera lecciones de t¨¦cnica literaria las recib¨ª de ella y no fueron como clases, sino ella en la noche cont¨¢ndote una historia", subray¨® a Efe.
"Era una extraordinaria narradora. Le daba pausa a sus frases y le¨ªa mucho, a pesar de que eleg¨ªa las cosas m¨¢s disparatadas", explic¨® el autor, que prefiere corregir a escribir.
"Yo tengo una manera de escribir bastante neur¨®tica, por ejemplo, no puedo corregir por fragmentos. Tengo que empezar desde el principio, cuando llevas veinte p¨¢ginas, no es tan grave, pero cuando llevas m¨¢s de cien p¨¢ginas, empezar a corregir cada vez desde la primera se vuelve una cosa de trastorno mental", indic¨®.
A pesar de reconocer que tuvo una relaci¨®n con su progenitora "muy compleja", de "mucho amor y mucho odio", est¨¢ hoy convencido de que "odiar a los muertos es una estupidez. La relaci¨®n que tengo ahora con mi mam¨¢ es muy alegre".
La mayor dificultad que encontr¨® a la hora de adentrarse en un aspecto tan personal de su vida fue "encontrar un lenguaje para contar la historia".
"Lo que m¨¢s me angustiaba mientras estaba escribi¨¦ndola era encontrar un lenguaje que no fuera ni absolutamente c¨ªnico ni absolutamente melodram¨¢tico, que tuviera humor pero que tambi¨¦n hubiera una reflexi¨®n sobre el dolor, la decadencia", indic¨®.
Su libro "Canci¨®n de tumba" discurre en un M¨¦xico violento, un pa¨ªs que "est¨¢ en llamas", seg¨²n su autor, que antes de vivir de la escritura, trabaj¨® en la burocracia de su pa¨ªs.
Herbet vive en Saltillo, una localidad en el norte de M¨¦xico, una zona que se mantuvo "relativamente tranquila", pero que "de un a?o para ac¨¢" se volvi¨® "un campo de guerra".
"Tengo que revisar Twitter todas las ma?anas antes de salir de mi casa para llevar a mi hijo a la escuela para ver por que calles irme donde no haya balazos, para escoger la ruta menos probable", dijo, mientras recordaba un d¨ªa, hace menos de un a?o cuando, fue a comprar unos refrescos y de regreso pas¨® por una calle, en la que diez minutos despu¨¦s estall¨® una granada y volaron una camioneta.
Para el literato, la violencia destruye "las bases de la convivencia, las bases de lo social" y provoca que se soslayen "la corrupci¨®n, el control sindical, que acaba siendo un control pol¨ªtico del pa¨ªs, la absoluta decepci¨®n de la clase pol¨ªtica mexicana, etc."
Juli¨¢n Herbert, que tiene tatuado en su brazo izquierdo un s¨ªmbolo azteca que significa "palabra", cree que la sociedad mexicana no ha querido "apostar por la educaci¨®n".
"La educaci¨®n es responsabilidad del Estado, pero hay una ¨¦tica y la noci¨®n de que este pa¨ªs es responsabilidad nuestra. Lo vivo como un fracaso de mi generaci¨®n. Mi generaci¨®n vot¨® por el cambio, vot¨® por la derecha mexicana y doce a?os despu¨¦s estamos en muy malas condiciones", manifest¨®.
Los elementos biogr¨¢ficos son un elemento fundamental en la obra de Herbert, quien expres¨® a Efe que "Canci¨®n de tumba", por la que fue galardonado con el Premio Ja¨¦n de Novela y Premio de Novela Elena Poniatowska, "no se pod¨ªa contar en tercera persona".
?sta no la ¨²nica obra de Juli¨¢n Herbert basada en la realidad. "Coca¨ªna. Manual de usuario" es un libro de cuentos en el que los personajes tienen muchos rasgos del escritor.
"Yo tuve una larga adicci¨®n a la coca¨ªna en distintas etapas. No habr¨ªa podido escribir ese libro si no hubiera tenido esa relaci¨®n", dijo.
Una "mala mujer muy guapa", como califica a la coca¨ªna, fue parte de la vida de Herbert por muchos motivos: el "placer", la "curiosidad", una forma de "ser enganchadiza", una "historia personal traum¨¢tica" y "una prueba de resistencia y una decisi¨®n ¨¦tica contra lo que dice la autoridad".
"El tema de la coca¨ªna no es la intoxicaci¨®n, es el consumo. La coca¨ªna es la droga m¨¢s ciega que hay porque lo ¨²nico que quieres es otra raya", resalt¨®.
Por ¨²ltimo, asegur¨® que tiene casi terminado un libro de poemas, que tambi¨¦n est¨¢ "escribiendo una serie de cuentos" y una novela que le vino la idea "hace un par de meses".
Borja Garc¨ªa de Sola Fern¨¢ndez.
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