Ricos y (a¨²n) poco solidarios
La sociedad exige m¨¢s ayuda a las grandes fortunas de Espa?a para paliar la crisis
Resulta extra?o sentarse a escribir sobre millonarios espa?oles con una huelga general a¨²n reciente. O quiz¨¢ no. Tal vez sea la sincera fotograf¨ªa de los tiempos. La certificaci¨®n de una fractura entre una sociedad al l¨ªmite y una iniciativa privada a la que muchos ya exigen bastante m¨¢s compromiso con nuestra plomiza realidad. Otra vez ¡ªhay que reconocerle su capacidad para generar inter¨¦s¡ª el debate lo ha agitado Amancio Ortega, al trascender que ha donado 20 millones de euros a C¨¢ritas. Lo han destacado todos los titulares: la mayor cantidad privada que nunca hab¨ªa recibido esta ONG de base cat¨®lica.
Seg¨²n algunos analistas, el gesto del empresario textil supone abrir la puerta a este tipo de iniciativas filantr¨®picas en nuestro pa¨ªs. Si bien ¡°es pronto para saber si la donaci¨®n de Amancio Ortega tiene un efecto llamada¡±, reflexiona Beatriz Garc¨ªa, coordinadora de Implantaci¨®n Social de C¨¢ritas. ¡°Poco despu¨¦s de hacerse el anuncio hemos recibido peticiones de informaci¨®n de varios patrimonios muy importantes¡±.
Pero junto al volumen de esa cifra, lo relevante tambi¨¦n es la constataci¨®n de la enorme sensibilidad que despierta el tema. Hoy en d¨ªa no es f¨¢cil ni siquiera regalar dinero. Solo hay que pensar en la temperamental reacci¨®n ¡ªtanto a favor como en contra¡ª que han vivido estos d¨ªas las redes sociales al conocer la iniciativa del fundador de Zara.
El gesto de Amancio Ortega abre la puerta a nuevas iniciativas
Primero, porque se suceden reproches sobre la deslocalizaci¨®n de las f¨¢bricas de la firma textil o sobre d¨®nde paga los impuestos. Y segundo, porque tenemos nuestra propia mirada. ¡°En Espa?a la filantrop¨ªa tiene un componente religioso, asociado a la caridad, mientras que en EE UU pertenece a la sociedad civil¡±, se?ala Joaqu¨ªn Garralda, decano del Instituto de Empresa. En EE UU, seg¨²n datos de la Giving USA Foundation, los fondos destinados a acci¨®n social alcanzaron en 2012 298.000 millones de d¨®lares (233.275 millones de euros). En nuestra vieja piel de toro esa cifra es inimaginable, incluso en t¨¦rminos proporcionales a la poblaci¨®n o a la riqueza de cada pa¨ªs, pero lo sintom¨¢tico es que, seg¨²n confirman varias ONG, los particulares est¨¦n contribuyendo con m¨¢s donaciones que las empresas.
La verdad es que hay razones para esa desconfianza hacia lo empresarial. Algunos a¨²n no olvidan que el a?o pasado, en plena intensificaci¨®n de la crisis, muchos grandes empresarios franceses, con Liliane Bettencourt, due?a de L¡¯Or¨¦al, a la cabeza, levantaron la mano y pidieron pagar m¨¢s impuestos. Algo que tambi¨¦n hicieron varios millonarios alemanes. Sin embargo, en Espa?a, nuestros principales patrimonios dieron la callada por respuesta.
Aunque tal vez se podr¨ªa pensar que la dureza de los tiempos les ha llevado a un mayor compromiso. ?Ser¨¢ as¨ª? ¡°Los grandes patrimonios espa?oles son generosos, pero podr¨ªan serlo mucho m¨¢s¡±, asegura Jaime Gregori, director de captaci¨®n de fondos de Cruz Roja Espa?ola. Una entidad que est¨¢ haciendo un esfuerzo por conseguir medianos ¡ªaportan m¨¢s de 3.000 euros al a?o¡ª y grandes ¡ªpor encima de 10.000¡ª donantes. Est¨¢n descubriendo, por decirlo as¨ª, un nuevo mercado, ya que el regalo de Amancio Ortega es excepcional. Lo m¨¢ximo que han captado ellos, recuerda Gregori, de un donante privado fueron 200.000 euros en 2011.
La filantrop¨ªa en Espa?a se asocia a la caridad; en EE UU, a la sociedad civil
Juan Esquer, director del banco de altas rentas GBS Finanzas, afirma que los grandes patrimonios ¡°est¨¢n muy preocupados por la situaci¨®n social y econ¨®mica¡±, y asegura que ¡°son enormemente sensibles a este tema¡±. ?Es cierto? ?Entonces por qu¨¦ el impuesto sobre sucesiones y donaciones ha pasado de recaudar 2.915 millones de euros en 2008 a 2.408 durante 2010?
¡°Hay m¨¢s sensibilidad empresarial frente a los problemas sociales que est¨¢ generando la crisis¡±. Con esta determinaci¨®n lo cree Raimundo P¨¦rez-Hern¨¢ndez y Torra, director de la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces, la entidad filantr¨®pica creada hace 35 a?os por el fundador de El Corte Ingl¨¦s y una referencia en este pa¨ªs. En su caso, este compromiso se siente en el presupuesto de la instituci¨®n, que se ha mantenido inalterable ¡ª15,5 millones de euros¡ª en los ¨²ltimos cinco a?os, ¡°aunque, dada la situaci¨®n econ¨®mica, se hubiera entendido que lo recort¨¢semos¡±, precisa Raimundo P¨¦rez-Hern¨¢ndez. ¡°No lo hemos hecho, lo que indica un compromiso directo del patronato¡±.
Son tiempos dif¨ªciles para lo filantr¨®pico. En Espa?a hay unas 10.000 fundaciones, y la falta de presupuesto har¨¢ que bastantes ¡°dejen de existir¡±. Estas son las previsiones de Amadeo Petitb¨°, presidente de la Fundaci¨®n Rafael del Pino, que maneja 5,5 millones de euros y la esperanza del cambio. ¡°Posiblemente, el fundraising [captaci¨®n de fondos] y el sector privado cambiar¨ªan su funci¨®n si dispusi¨¦ramos de una ley de mecenazgo m¨¢s generosa con el mundo privado, algo de lo que tambi¨¦n se beneficiar¨ªa el ¨¢mbito p¨²blico¡±.
Ninguna de las voces que recoge este reportaje ha utilizado la palabra ¡°exigir¡±, pero muchas optan por ¡°demandar¡± cuando piden m¨¢s implicaci¨®n de las fortunas espa?olas. Hablamos de los Florentino P¨¦rez, Entrecanales, Fain¨¦, Bot¨ªn, Alierta, Roig, Lara, Barcel¨®, Francisco Gonz¨¢lez, Rosal¨ªa Mera (quien ha declinado participar en el reportaje).
Jos¨¦ Mar¨ªa Vera, director general de Interm¨®n Oxfam, opta por el verbo demandar y bucea en las razones de la generosidad espa?ola. ¡°En ella hay tres componentes: el fiscal ¡ªque no es el principal motor¡ª, el compromiso social, y la imagen y la reputaci¨®n¡±. En este ¨²ltimo ha detectado problemas: ¡°Hemos dicho no a algunas propuestas porque el equilibrio entre b¨²squeda de imagen y compromiso era muy desigual¡±.
Siguiendo con el valor de las palabras, quiz¨¢ sea una vez m¨¢s ¡°compromiso¡± la que mejor retrata a Elena Foster y la manera en la que esta galerista ¡ªcasada con el arquitecto ingl¨¦s Norman Foster¡ª entiende, desde su privilegiada posici¨®n, su implicaci¨®n con los tiempos que vive Espa?a. ¡°Ivorypress podr¨ªa tener su editorial, su librer¨ªa o su galer¨ªa en Nueva York, Par¨ªs, Berl¨ªn, Pek¨ªn o S?o Paulo¡±, apunta por correo electr¨®nico. ¡°Financieramente (y tambi¨¦n desde una estrategia profesional y vital) habr¨ªa sido m¨¢s f¨¢cil. Sin embargo, y pese al acantilado financiero, cultural y social, empinado y brutal, en el que vive nuestro pa¨ªs en este momento, me siento cada vez m¨¢s segura de la elecci¨®n realizada en 2008 cuando se inaugur¨® Ivorypress Espa?a. Me siento cada vez m¨¢s comprometida con mi equipo en Madrid. Y zanja: ¡°Ivorypress ha crecido en estos ¨²ltimos cinco a?os en Espa?a, y contin¨²a creciendo(...), generando empleo en gente joven, formando a futuros profesionales. Con gran determinaci¨®n y con mucho trabajo y riesgo; sin descanso. Y con una esperanza y un optimismo indestructibles¡±.
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