El camino para superar el PIB
Tenemos la oportunidad y el desaf¨ªo de crear un ¨ªndice de desarrollo humano multidimensional
Hay una pregunta recurrente: ?Queremos un mundo que solo valora la competitividad, productividad y las exportaciones, o queremos un mundo que se preocupa por mejorar constantemente las condiciones de vida de los seres humanos? Demasiadas autoridades olvidan, o desestiman, que el objetivo principal de la pol¨ªtica econ¨®mica es mejorar la vida y el bienestar de las personas para incrementar sus opciones, libertades y capacidades.
El panel M¨¢s all¨¢ del producto interno bruto (PIB), organizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en RIO+20, sugiri¨® enriquecer el ¨ªndice de desarrollo humano (IDH) del PNUD con variables que midan la equidad, la dignidad, la felicidad y la sostenibilidad. En 2009, la Comisi¨®n Sen-Stiglitz-Fitoussi expl¨ªcitamente hizo una diferenciaci¨®n entre las medidas de bienestar y las medidas de sostenibilidad ambiental. Por un lado, estableci¨® que se deben complementar las medidas tradicionales de progreso humano con variables que incluyan una diversidad de elementos relacionados con la calidad de vida, incorporando a la felicidad, las emociones y la satisfacci¨®n con la vida. Por otro lado, la comisi¨®n sostuvo que es fundamental que esas mejor¨ªas en la calidad de vida se logren de una manera sostenible para dejarle a futuras generaciones suficientes recursos tanto econ¨®micos como ambientales.
Ya existen iniciativas globales que abordan las dimensiones de bienestar para complementar el PIB. El PNUD ha sido pionero de este movimiento con el IDH y los informes de desarrollo humano desde 1990. De hecho, la misi¨®n del IDH ha sido pensar en el progreso humano desde una perspectiva multidimensional. Adem¨¢s de medir el desarrollo de los pa¨ªses con respecto a variables econ¨®micas (el PIB), salud y educaci¨®n, en 2011 el IDH introdujo variables que miden la desigualdad en el ingreso y la desigualdad de g¨¦nero. Adem¨¢s, el PNUD desarroll¨® el ¨ªndice de pobreza multidimensional (IPM), que mide el nivel de vida b¨¢sico, el acceso a la escolaridad, agua limpia y atenci¨®n en salud.
El bienestar de las futuras generaciones est¨¢ amenazado por la desigualdad en el ingreso y tambi¨¦n por problemas ambientales y el cambio clim¨¢tico
Recientemente, organizaciones como Gallup, la iniciativa sobre pobreza y desarrollo humano de la Universidad de Oxford (OPHI, por sus siglas en ingl¨¦s), la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) y el Instituto Brookings se han dedicado a medir el bienestar de las sociedades alrededor del mundo y a promover el debate sobre calidad de vida m¨¢s all¨¢ de los factores econ¨®micos. El PNUD comparte esta dedicaci¨®n, como bien muestra el reciente informe sobre desarrollo humano de Chile, el cual explora de manera rigurosa el significado que tiene la felicidad para los y las chilenas, y lo que esto implica en relaci¨®n con su sociedad.
El bienestar de las futuras generaciones est¨¢ amenazado por la desigualdad en el ingreso y tambi¨¦n por problemas ambientales y el cambio clim¨¢tico. El IDH del 2011 muestra, por ejemplo, que si no actuamos pronto, los riesgos ambientales amenazar¨¢n los avances ya hechos en d¨¦cadas recientes en materia de desarrollo humano. Por eso, adem¨¢s de las propuestas ya existentes de la OPHI y los diferentes ¨ªndices de felicidad, sugiero que miremos m¨¢s de cerca la propuesta de introducir un IDH ajustado por sostenibilidad. El PNUD sugiere que este ¨ªndice incluya medidas como la huella ecol¨®gica, el ahorro neto ajustado, las emisiones de CO2 per capita, la extracci¨®n total de agua per capita, la porci¨®n de ¨¢rea en un pa¨ªs con cultivos permanentes, as¨ª como especies de animales extintos como porcentaje del total de especies.
El Am¨¦rica Latina debemos reflexionar si el bienestar que medimos (y el que queremos) es individual o colectivo
Estas iniciativas se han desarrollado en gran medida en un marco global y enfocado en el mundo desarrollado. No podemos perder de vista que en Am¨¦rica Latina y el Caribe existen caracter¨ªsticas socioculturales y estructurales muy diferentes. Muchas de estas medidas consideran solo el bienestar y la felicidad individual. Por ejemplo, en el caso latinoamericano debemos reflexionar si el bienestar que medimos (y el que queremos) es individual o colectivo. Para lo colectivo, debemos ver cu¨¢l es el impacto de la familia nuclear y extendida y de la comunidad sobre nuestro bienestar (o malestar). Este factor es particularmente cr¨ªtico en Am¨¦rica Latina, ya que en comparaci¨®n con sociedades industrializadas, fuertemente individualistas, la familia nuclear y extendida desempe?a un papel muy importante como sistema de protecci¨®n y red de apoyo en casos de crisis. Por esta raz¨®n, existe la necesidad de que organizaciones locales y regionales profundicen en el tema y promuevan una agenda de bienestar y sostenibilidad adecuada a nuestras necesidades.
Desde el PNUD trabajamos para desarrollar nuevas medidas que centren el desarrollo en torno al ser humano y no se enfoquen de manera exclusiva en aspectos econ¨®micos de los pa¨ªses. El peligro es caer en el relativismo cultural o en aspectos subjetivos que est¨¢n posiblemente m¨¢s influenciados por temas psicol¨®gicos que de bienestar real.
Encontrar qu¨¦ medir, c¨®mo y para qu¨¦ es crucial, ya que, como dijo el Premio Nobel de Econom¨ªa Joseph Stiglitz: ¡°Lo que medimos afecta las decisiones que tomamos¡±. El PIB como medida seguir¨¢ existiendo, ya que el bienestar est¨¢ indudablemente asociado al crecimiento econ¨®mico. Pero tenemos la oportunidad y el desaf¨ªo de crear un ¨ªndice de desarrollo humano multidimensional con medidas de sostenibilidad ambiental y de bienestar individual y colectivo.
Heraldo Mu?oz es subsecretario general de la ONU y director del PNUD para Am¨¦rica Latina y el Caribe
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