¡°La responsabilidad de resolver la crisis est¨¢ en cada individuo¡±
El presidente de IBM en Espa?a considera que ya hay fundamentos claros de que la econom¨ªa empieza a recuperarse
Reinventarse para sobrevivir. Esa es la especialidad de IBM. El gigante azul, con m¨¢s de 430.000 empleados, lo ha logrado ya varias veces en sus 101 a?os de vida. La ¨²ltima fue en 2005, cuando dej¨® de vender ordenadores a consumidores y salt¨® al softwarey servicios de empresa. Acertaron de lleno: hoy el PC languidece, se disparan las ventas de m¨®viles y tabletas, y ahora le toca a HP, Dell o Microsoft ir a remolque.
Juan Antonio Zufiria, de 53 a?os, 25 de ellos en IBM y presidente en Espa?a, Portugal, Grecia e Israel desde 2009, resume el truco en dos palabras: innovaci¨®n y riesgo. Justo lo que le falta a Espa?a como pa¨ªs, asegura. ¡°Tenemos que arriesgarnos m¨¢s; dej¨¦monos de batallas y pong¨¢monos a hacer cosas¡±, pide detr¨¢s de sus bigotes de matem¨¢tico. A IBM la f¨®rmula le funciona, de momento: crece en Espa?a y a nivel mundial y, sin vender a consumidor, es la tercera marca m¨¢s valiosa del mundo solo por detr¨¢s de Apple y Coca-Cola. Su pr¨®xima reinvenci¨®n pasa por el negocio de almacenar y analizar millones de datos de personas y empresas para crear, por ejemplo, ciudades inteligentes y automatizadas. Eso si la privacidad lo permite. ¡°Es un debate por resolver¡±, reconoce Zufiria.
Pregunta. Espa?a est¨¢ descuadrando las cuentas a muchas multinacionales. ?C¨®mo le va a IBM?
Respuesta. No comentamos cifras locales, pero en los ¨²ltimos cuatro trimestres nuestro director financiero mundial ha hecho menci¨®n especial a los buenos resultados de IBM en Espa?a. Crecemos.
¡°Estamos ayudando a la transformaci¨®n del sistema
P. Pocos pueden decirlo. ?Cu¨¢l es el secreto?
R. Estamos acompa?ando a muchas empresas espa?olas a intensificar sus exportaciones. Para salir fuera necesitan invertir en tecnol¨®gica. Otro segmento es ayudar en la transformaci¨®n del sistema financiero espa?ol. Va a haber menos entidades, pero de mayor escala, y para eso necesitan ser m¨¢s eficientes. Y lo tercero es la financiaci¨®n: si una organizaci¨®n tiene problemas de acceso a liquidez para invertir en tecnolog¨ªa, nosotros le prestamos dinero.
P. Llevamos ya casi cinco a?os de crisis. ?Ve la salida al final del t¨²nel?
R. Como soy de tendencia optimista, siempre pienso que hemos tocado fondo. Veo fundamentos claros para empezar a recuperarnos. Hemos pasado de pensar que ¨¦ramos muy buenos a pensar que somos muy malos, pero seguimos siendo igual de buenos que antes.
¡°M¨¢s que puestos de trabajo, necesitamos emprendedores que los creen¡±
P. ?Qu¨¦ tipo de puestos de trabajo necesitamos crear para volver a crecer?
R. M¨¢s que puestos de trabajo, necesitamos emprendedores que los creen. Leer la prensa buscando brotes verdes es un error: impl¨ªcitamente uno busca que alguien le solucione el problema en lugar de hacerlo por s¨ª mismo. La responsabilidad de resolver la crisis debe ser de cada individuo. Yo, como emprendedor, creo mi puesto de trabajo.
¡°Las empresas tienen dificultades
P. Pero el entorno no ayuda. El gasto p¨²blico y privado en I+D, por ejemplo, cay¨® el a?o pasado por primera vez. Hay pocas evidencias del famoso cambio de modelo productivo. ?Qu¨¦ falla?
R. Creo que no le corresponde al Estado definir el modelo productivo, sino a las nuevas empresas y emprendedores. El Gobierno debe crear las condiciones para que las semillas fertilicen, pero las semillas las deben definir los empresarios. Por otro lado, las empresas est¨¢n en dificultades y est¨¢n siendo cortoplacistas. La situaci¨®n es muy dif¨ªcil, los gestores ya hacen un esfuerzo muy grande para equilibrar las cuentas, pero en realidad tendr¨ªan que ir m¨¢s lejos: apretarse mucho m¨¢s el cintur¨®n para destilar un margen que puedan invertir en innovaci¨®n. No estamos llegando a ese punto.
P. Se ha recortado ya a todos los niveles: laboral, econ¨®mico, social¡ ?Cree que no es suficiente?
R. Prefiero no utilizar la palabra recorte, tiene una connotaci¨®n negativa, la de hacer lo mismo con menos recursos, y el debate no es ese. Cuando una sociedad dice ¡°no tengo recursos y tengo que recortar¡±, malo; eso solo conduce a trabajar m¨¢s o ganar menos. El gran debate es hacer las cosas diferentes.
P. ?C¨®mo?
R. Necesitamos gestores m¨¢s audaces, m¨¢s ambiciosos y dispuestos a arriesgarse. En las empresas tendemos a hacer lo mismo que hicimos el a?o pasado un poco mejor. Y eso ya no vale. Hay que coger una hoja en blanco y volver a construir. En lugar de pensar ¡°voy a crecer un 5% el a?o que viene¡±, hay que pensar ¡°voy a crecer un 30%¡±. Eso te obliga a innovar.
P. En IBM tomaron decisiones arriesgadas, como pasar a centrarse solo en las empresas. Sin embargo, gran parte de la innovaci¨®n tecnol¨®gica gira ahora en torno al consumidor. ?Le preocupa?
R. Es un riesgo que hemos asumido y conoc¨ªamos: competir con marcas de consumo sin estar en el consumo. Pero seguimos ah¨ª. Cuando un empleado utiliza un m¨®vil de empresa, por ejemplo, la gesti¨®n remota de ese equipo, la seguridad¡ todo eso lo hacen muchas empresas con software de IBM. El valor no est¨¢ en el dispositivo, sino en lo que haces con ¨¦l.
P. La movilidad o las redes sociales han marcado los ¨²ltimos 5 a?os. ?Cu¨¢les ser¨¢n las revoluciones tecnol¨®gicas en los pr¨®ximos 5 o 10 a?os?
R. Creo que tendr¨¢n que ver con lo que llamamos sistemas cognitivos. Hoy d¨ªa ya podemos recoger informaci¨®n de todo lo que pasa a nuestro alrededor. Hay millones de datos. En unos a?os los sistemas ser¨¢n capaces de procesar y analizar ese flujo de forma autom¨¢tica. Eso se podr¨¢ aplicar, por ejemplo, a crear ciudades inteligentes, para conocer todo lo que ocurre en tiempo real con el tr¨¢fico, la seguridad, la contaminaci¨®n, y tomar mejores decisiones en base a ello.
P. Se critica a Google o Facebook por todo lo que saben de nosotros, pero IBM va por el mismo camino. ?Es la p¨¦rdida de privacidad el precio que pagamos por el desarrollo tecnol¨®gico?
R. Es uno de los debates que tenemos que contestar. No hay duda que hace falta regular este tema, pero tampoco excesivamente, matar¨ªa la innovaci¨®n. Ahora dejamos huella de todo lo que hacemos online y tenemos que decidir qui¨¦n lo ve y qui¨¦n no. Pero cada vez somos m¨¢s conscientes. Mucha gente est¨¢ dispuesta a ceder informaci¨®n para obtener un mejor servicio a cambio.
P. Google, Facebook, Apple, Microsoft¡ todas recurren a ingenier¨ªa fiscal para pagar menos impuestos en Espa?a. IBM no lo hace. ?Por qu¨¦?
R. Pagamos los impuestos que, acorde a la ley espa?ola, nos toca pagar. Si hay empresas que, cumpliendo la ley, encuentran m¨¢s posibilidades, es su decisi¨®n, su ventaja competitiva. Desde el punto de vista ¨¦tico no puedo entrar a valorarlo.
P. Volviendo a la situaci¨®n econ¨®mica: a¨²n no se ha despejado la inc¨®gnita del rescate a Espa?a. ?Lo necesitamos?
R. Creo que cualquier sociedad debe aspirar a gobernarse por s¨ª misma. Pedir el rescate implica ceder parte de soberan¨ªa. Si se puede evitar, mejor.
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