El viejo villano del FMI apunta a h¨¦roe
El mismo organismo que fustig¨® a Asia convence a la UE de ampliar plazos para rebajar los d¨¦ficits
Espa?a entrar¨¢ en 2013 con un poco menos de agua al cuello. Eso, si no falla el nuevo dise?o para suavizar las pol¨ªticas de austeridad extrema que est¨¢ culminando la Comisi¨®n. Lo adelant¨® Claudi P¨¦rez el s¨¢bado desde Bruselas en una cr¨®nica que va a convertirse en la biblia del momento.
Ese dise?o implica la ampliaci¨®n del calendario para reducir el d¨¦ficit al obligatorio 3% del PIB: en vez de en 2014 se alargar¨ªa al 2015, como prefiere el BCE, e incluso al 2016, como acaricia el Ejecutivo comunitario. La asfixia perpetrada a trav¨¦s de un agenda apretada disminuir¨ªa, como reclamaron algunos y se les tild¨® de locos.
Pero no se trata solo del ritmo, con ser importante, sino tambi¨¦n del contenido. Algunos gastos achacables a la recesi¨®n y ciertas inversiones p¨²blicas no entrar¨ªan, por su excepcionalidad o su especial inter¨¦s, en el c¨®mputo del d¨¦ficit. A cambio de este acompasar se exige a Espa?a una mayor rapidez en las reformas estructrurales.
Mucho se debe al anterior director gerente, DSK, que se llev¨® como ide¨®logo a un tipo muy sabio, Olivier Blanchard
Hay una clave de esta operaci¨®n que la hace m¨¢s factible: se prepara algo parecido con otros pa¨ªses vulnerables, Italia, desde luego, pero tambi¨¦n Francia y Holanda. El destornillador en Europa nunca es buscar un traje confeccionado a la medida propia sino un pr¨ºt ¨¤ porter, de tallas generalizables. Zara m¨¢s que Balenciaga.
Se plantea como complemento de la misma la petici¨®n del rescate a la econom¨ªa espa?ola, que finalmente no fue activada en la ¨²ltima cumbre, en un meditado pero arriesgado ejercicio de equilibrismo.
Las fechas, conectadas. En todo caso en torno o a partir del 15 de febrero. ?Por qu¨¦? Porque para entonces ya se dispondr¨¢ de algo m¨¢s que indicios en la ejecuci¨®n presupuestaria de 2012, o sea, el alcance del d¨¦ficit. Se trata probablemente de una fecha-guillotina, pues de no pedirse entonces, es menos f¨¢cil que se haga despu¨¦s. En favor de contar sobre la mesa con las cifras oficiales (aunque se trate de adelantos provisionales) juega que el BCE prometi¨® este verano comprar bonos sure?os a mansalva, pero tambi¨¦n dejar de comprarlos de repente si el pa¨ªs beneficiado imcumpl¨ªa sus compromisos.
Puestos a haber esperado tanto, con graves dificultades y costes a?adidos a las empresas para acudir a los mercados financieros, quiz¨¢ m¨¢s valga que ambas cosas, el apoyo de Fr¨¢ncfrot y la ampliaci¨®n del calendario para cumplir los objetivos de d¨¦ficit, vayan de la mano.
Puede que el apoyo del Banco Central Europeo y la ampliaci¨®n del calendario para cumplir los objetivos de d¨¦ficit vayan de la mano
Siempre que no le estalle a Espa?a una bomba f¨¦tida en las manos. ?Cu¨¢l podr¨ªa ser? Una complicaci¨®n inesperada en el per¨ªodo de transici¨®n italiana; o la falta de soluci¨®n al ¡°precipicio fiscal¡± norteamericano, esa necesidad pactada en verano de 2011 para encontrar 600.000 millones de d¨®lares, cerca de cinco puntos del PIB, entre mayores impuestos a los m¨¢s pudientes y menores gastos para la clase media: de lo contrario, EEUU se precipitar¨ªa en la recesi¨®n, que saltar¨ªa los mares.
?Por qu¨¦ Bruselas, e incluso Fr¨¢ncfort, empiezan a ceder en sus posiciones superortodoxas, antes inamovibles? En parte porque como Santo Tom¨¢s, tocan con sus dedos la herida. O sea, a Alemania. Si la eurozona entr¨® hace pocas semanas en recesi¨®n, la Rep¨²blica federal cerr¨® su tercer trimestre del a?o con un crecimiento an¨¦mico, del 2%, y ya muchos de los sabios pronostican que el alza del PIB para 2013, estimada por encima del 1% del PIB, se reducir¨¢ hacia la mitad, un 0,5% menos que halag¨¹e?o.
Pero sobre todo porque el Fondo Monetario Internacional les castiga el h¨ªgado con denuedo. Aquel FMI del que Joseph Stiglitz denost¨® en El malestar de la globalizaci¨®n (Taurus, 2002) con los buenos argumentos de que se hab¨ªa convertido durante la crisis asi¨¢tica en el bombero pir¨®mano con la manguera restrictiva, privatizadora y desregulatoria del Consenso de Washington es hoy su propio env¨¦s.
Mucho se debe al anterior director gerente, DSK, que se llev¨® como ide¨®logo a un tipo muy sabio, Olivier Blanchard. Y a su sucesora, Christine Lagarde, quien el pasado 11 de octubre solemniz¨® el abandono de la pol¨ªtica econ¨®mica de extrema austeridad como lenitivo para la crisis europea.
¡°En lugar de cargar duramente al principio con los ajustes, dadas las circunstancias y el hecho de que muchos pa¨ªses est¨¦n aplicando a la vez las mismas pol¨ªticas de reducci¨®n del d¨¦ficit, a veces es mejor tener un poco m¨¢s de tiempo¡±, dijo en Tokio, apostando por un alargamiento del plazo de dos a?os. En m¨¢s acad¨¦mico, ¡°la rehabilitaci¨®n fiscal y la reducci¨®n de la deuda toman su tiempo, de modo que con la excepci¨®n de la inmediata postguerra, los d¨¦ficits primarios nunca han sido corregidos con rapidez¡± (World Economic Outlook, de octubre, FMI). He aqu¨ª como los villanos pueden aspirar a convertirse en h¨¦roes.
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