Balanza energ¨¦tica y prospecciones petrol¨ªferas
Hace poco el Gobierno ha convalidado el Real Decreto 1462/2001, que otorga permisos para realizar exploraciones frente a las costas de las islas de Fuerteventura y Lanzarote. Es continuaci¨®n de los Reales Decretos aprobados en 2010 por el Gobierno del PSOE concediendo permisos de investigaci¨®n de hidrocarburos que inclu¨ªan zonas en el golfo de Valencia y en el mar de Albor¨¢n frente a la costa de Almer¨ªa.
Estas decisiones han sido contestadas por las Administraciones locales y auton¨®micas y los ecologistas. En general, las razones que se alegan para oponerse a las prospecciones son el alto impacto sobre los ecosistemas marinos y las posibles p¨¦rdidas econ¨®micas del sector pesquero y tur¨ªstico. Aunque todos estos argumentos merecen ser tomados en serio, me gustar¨ªa presentar otros que creo que deber¨ªan incorporarse al debate sobre el futuro de las prospecciones petrol¨ªferas.
El primer argumento tiene que ver con el modelo energ¨¦tico espa?ol, claramente insostenible porque est¨¢ basado en combustibles f¨®siles altamente contaminantes. El problema no es solo que estos combustibles acabar¨¢n agot¨¢ndose, sino que antes de que esto ocurra su consumo habr¨¢ provocado importantes alteraciones del clima.
Como explicaba Jeffrey D. Sachs en estas mismas p¨¢ginas el pasado 12 de agosto, existe ya un consenso cient¨ªfico sobre el hecho de que el clima est¨¢ cambiando y que la humanidad est¨¢ contribuyendo a este cambio. Frente a este desaf¨ªo global deber¨ªamos trabajar seriamente por un cambio del modelo energ¨¦tico que nos permita desvincular el crecimiento econ¨®mico del consumo de combustibles f¨®siles. En este sentido, invertir dinero en la exploraci¨®n y posible explotaci¨®n de nuevos yacimientos de petr¨®leo es ir en la direcci¨®n contraria y, por lo tanto, nos deber¨ªamos sumar a la oposici¨®n a los permisos de exploraci¨®n.
Resulta dif¨ªcil oponerse a los permisos concedidos si podemos reducir nuestra dependencia energ¨¦tica
Sin embargo, hay un problema de plazos y desajustes en la econom¨ªa espa?ola que llaman a la prudencia. El modelo energ¨¦tico espa?ol no solo es intensivo en combustibles f¨®siles (carb¨®n, petr¨®leo y gas natural), sino que es dependiente de las importaciones. En el a?o 2011 se import¨® el 99,8% del petr¨®leo y gas natural consumidos como energ¨ªa primaria en Espa?a.
Esta dependencia ha hecho que tradicionalmente la balanza energ¨¦tica sea deficitaria. La cuesti¨®n es que la crisis econ¨®mica ha agravado este problema de manera que el esfuerzo de ajuste de la econom¨ªa espa?ola para ganar competitividad en los mercados internacionales se est¨¢ viendo afectado negativamente por el comportamiento de esta balanza. Desde 1995 hasta 2008, su saldo nunca ha superado el 50% del saldo de la balanza comercial. La cifra m¨¢s alta de esta serie data de 1997 y es un 46,4%. Sin embargo, en los ¨²ltimos tres a?os esta ratio ha ido creciendo hasta situarse en el 86,2% en 2011.
Es m¨¢s, los datos del primer semestre de 2012 muestran un d¨¦ficit de la balanza energ¨¦tica superior al de la balanza comercial. En otras palabras, si no se tuviese en cuenta el saldo de productos energ¨¦ticos, la balanza comercial espa?ola hubiese presentado un super¨¢vit de 5.105 millones de euros en el primer semestre de 2012. Solo el d¨¦ficit de petr¨®leo y sus derivados representa el 95% de nuestro d¨¦ficit comercial. As¨ª pues, si no cambia la tendencia durante el segundo semestre nos podr¨ªamos encontrar con un d¨¦ficit de la balanza energ¨¦tica superior al de la balanza comercial. Otro dato que ilustra la magnitud del problema es que el saldo de la balanza energ¨¦tica para el a?o que va de junio de 2011 a mayo de 2012 ha alcanzado el 4,2% del PIB para ese mismo a?o, 1,2 puntos por encima del objetivo de d¨¦ficit p¨²blico.
Este fen¨®meno se explica por la combinaci¨®n de los siguientes factores: en primer lugar, por una ca¨ªda moderada de las importaciones de crudo durante los ¨²ltimos cinco a?os. El ajuste en las importaciones debido a la crisis se concentr¨® en los tres primeros, con una ca¨ªda de las importaciones de petr¨®leo del 10,6% en 2009. Pero en los dos ¨²ltimos a?os las importaciones apenas han sufrido variaciones e incluso en el primer semestre de 2012 han aumentado en un 8,1%. El segundo factor es un aumento continuado del precio del petr¨®leo desde inicios de 2009. Tras una fuerte ca¨ªda del precio del crudo Brent en el segundo semestre del 2008, su precio no ha hecho m¨¢s que subir hasta alcanzar un m¨¢ximo en marzo de 2012 de 125,58 d¨®lares/barril. El tercer factor explicativo es la depreciaci¨®n del euro frente al d¨®lar que ha hecho aumentar los precios CIF del crudo importado.
Como tendremos que consumir petr¨®leo durante bastante tiempo, mejor que sea petr¨®leo nacional
Nos encontramos pues ante una situaci¨®n en la que el saldo negativo de la balanza energ¨¦tica est¨¢ frenando la expansi¨®n de la demanda externa en una econom¨ªa que necesita con urgencia crecer para crear empleos y generar ingresos fiscales. Desde esta perspectiva, resulta dif¨ªcil oponerse a los permisos concedidos en los ¨²ltimos a?os si como resultado de las prospecciones podemos reducir en el medio plazo nuestra dependencia energ¨¦tica.
Adem¨¢s, hay un problema de plazos. En el art¨ªculo de Jeffrey D. Sachs se hablaba de una transici¨®n a un nuevo modelo energ¨¦tico en 25 a?os. Para hacernos una idea de lo que significa esto para la econom¨ªa espa?ola, hay que pensar que en el a?o 2011 se consumieron en Espa?a unos 100 millones de toneladas equivalentes de petr¨®leo en combustibles f¨®siles frente a 30 millones de energ¨ªas que no emiten gases de efecto invernadero causantes del cambio clim¨¢tico, incluyendo en esta cifra la energ¨ªa nuclear. Se tratar¨ªa pues de invertir estas cifras y adem¨¢s abastecer todo el aumento de la demanda de energ¨ªa en los pr¨®ximos veinticinco a?os.
El desaf¨ªo todav¨ªa es mayor si queremos tambi¨¦n prescindir de la energ¨ªa nuclear. Tenemos pues una transici¨®n a realizar en el largo plazo y un problema de balanza comercial de corto plazo. As¨ª pues, como tendremos que seguir consumiendo petr¨®leo durante bastante tiempo, mejor que sea petr¨®leo nacional. Quiz¨¢ no nos quede m¨¢s remedio que hacer de la necesidad virtud y sin olvidar que el objetivo final de la pol¨ªtica energ¨¦tica debe ser sustituir los combustibles f¨®siles por energ¨ªas no contaminantes, en el corto y medio plazo, ser¨ªa beneficioso para la econom¨ªa espa?ola aumentar nuestra cuota de abastecimiento de combustibles f¨®siles.
Santiago J. Rubio es catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Valencia.
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