Se busca director de la OMC

El pr¨®ximo 29 de enero el 154 de la tranquilla calle de Laussane, en Ginebra, vivir¨¢ un inusual ajetreo. Ser¨¢ el primer d¨ªa en que los nueve candidatos a sustituir a Pascal Lamy, director general de la Organizaci¨®n del Comercio Mundial (OMC), comparezcan ante el consejo general de la organizaci¨®n para explicar sus proyectos. Sorprendentemente, entre los nueve candidatos no hay ninguno que proceda de una de las grandes econom¨ªas del mundo ¡ªEstados Unidos, Europa, Jap¨®n o China¡ª que representan m¨¢s del 55% de las exportaciones mundiales, seg¨²n recordaba Arvind Subramanian, analista del Instituto Peterson de Econom¨ªa Internacional. ¡°Eso es tanto una met¨¢fora de lo que aqueja al organismo supervisor del comercio mundial como una se?al de sus d¨¦biles perspectivas¡±, remataba Subramanian.

La incapacidad de sacar adelante la Ronda de Doha de liberalizaci¨®n comercial y la proliferaci¨®n de acuerdos comerciales bilaterales han restado peso espec¨ªfico al organismo multilateral en estos a?os y ponen en riesgo su supervivencia futura. ¡°Si la OMC quiere sobrevivir deber¨¢ elaborar una aut¨¦ntica agenda del siglo XXI y no con cuestiones m¨¢s propias del siglo XIX o del siglo XX. Hay que salvar a la OMC de Doha¡±, sostiene Federico Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano y profesor de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad Aut¨®noma.

Sin embargo, para Mikel Aguirre, profesor asociado de Econom¨ªa de IE Business School, el concepto de la OMC es m¨¢s actual que nunca. ¡°Hace 15 a?os eran los pa¨ªses de mayor renta ¡ªEuropa, Estados Unidos y Canad¨¢¡ª quienes cantaban las bondades de la liberalizaci¨®n comercial y la reducci¨®n de aranceles a los entonces pa¨ªses emergentes. Hoy, esos pa¨ªses, que ya han emergido y que podr¨ªamos denominar como pa¨ªses de menor renta, han abrazado totalmente esas tesis y lo que quieren es que sean los pa¨ªses desarrollados los que levanten sus barreras arancelarias y comerciales¡±, apunta.

Lo cierto es que ya son 12 a?os de negociaci¨®n sobre Doha sin que se hayan cerrado sus conclusiones, ni siquiera desde el supuesto peso pol¨ªtico de su actual director, el franc¨¦s Pascal Lamy y antiguo comisario europeo de Comercio. ¡°En parte es culpa de la propia Doha, que es una agenda demasiado ambiciosa, pero en parte es tambi¨¦n como consecuencia de la crisis. Entre 2007 y 2008 Lamy casi estuvo a punto de lograr un acuerdo, pero una vez que estall¨® la crisis de Lehman Brothers [en septiembre de 2008] ya fue imposible¡±, recuerda Steinberg.

Ninguno de los grandes pa¨ªses desarrollados ha presentado un candidato al puesto

El mundo tampoco es hoy el que era cuando se lanz¨® la ¨²ltima ronda de liberalizaci¨®n comercial. En las dos o tres ¨²ltimas d¨¦cadas el multilateralismo era la referencia de la pol¨ªtica comercial global y del proceso de globalizaci¨®n. Ya no lo es. La imposibilidad de avanzar en la agenda de Doha, en parte porque debe alcanzarse un compromiso ¨²nico, con el que todos est¨¦n de acuerdo sin excepciones, ha dado lugar a la proliferaci¨®n de acuerdos comerciales bilaterales, en los que los pa¨ªses m¨¢s poderosos parten, en principio, con ventaja. Subramanian advierte que estos acuerdos, hasta el momento, no han puesto en peligro la OMC porque ninguno de ellos era entre las principales potencias comerciales. ¡°Lamentablemente, eso est¨¢ a punto de cambiar¡±, apuntaba.

Estados Unidos ha lanzado negociaciones para un acuerdo transpac¨ªfico, que excluir¨ªa a China y podr¨ªa incluir a Jap¨®n. M¨¢s a¨²n. La presidencia irlandesa de la UE se ha marcado como uno de sus principales objetivos en este semestre el iniciar conversaciones comerciales para un acuerdo comercial Estados Unidos-Uni¨®n Europea, que ha contado con el apoyo de la secretaria de Estado saliente, Hillary Clinton. De materializarse, el acuerdo podr¨ªa asestar un duro golpe, quiz¨¢s mortal, a la OMC.

En esas circunstancias, no ser¨¢ f¨¢cil hacerse cargo de la organizaci¨®n. Si hacemos un amago de geopol¨ªtica con la lista de candidatos, parece probable que la direcci¨®n de la OMC recaer¨¢ a partir del 1 de septiembre en un representante de un pa¨ªs denominado emergente. Dado que un surcoreano de origen, el ministro de Exteriores y Comercio, Taheo Bark, contar¨ªa con menos posibilidades en la carrera. Lo mismo que el ministro neozeland¨¦s de Comercio y Cambio Clim¨¢tico, Tim Groser, ya que otro compatriota, Mike Moore, fue presidente de la organizaci¨®n entre 1999 y 2002. La lista la completan el exministro jordano de Industria y Comercio Ahmad Hindawi; la diplom¨¢tica keniana Amina Mohamed; la ministra indonesia de Turismo e Industrias Creativas, Mari Pangestu; el exministro de Comercio ghan¨¦s, Alan John Kwadwo Kyerematen; y tres candidatos latinoamericanos: el embajador de Brasil ante la OMC en Ginebra, Roberto Azevedo; la ministra costarricense de Comercio Exterior, Anabel Gonz¨¢lez, y el economista y pol¨ªtico mexicano Herminio Blanco. Estos dos ¨²ltimos aprovechar¨¢n su participaci¨®n en el Foro Econ¨®mico Mundial que se celebra la pr¨®xima semana en Davos (Suiza) para hacer campa?a y acelerar contactos.

¡°Es verdad que la OMC ya cont¨® con un director general procedente de un pa¨ªs emergente ¡ªSupachai Panitchpakdi, tailand¨¦s, entre 2002 y 2005¡ª, pero no se puede comparar su peso pol¨ªtico con el de alguien procedente de alguna de las grandes econom¨ªas mundiales¡±, aventura Mikel Aguirre. ¡°Lo l¨®gico es que en las actuales circunstancias fuera un miembro de alguna de las econom¨ªas BRIC (acr¨®nimo de Brasil, Rusia, India y China)¡±, remata. Steinberg no cree que la nacionalidad sea un factor tan decisivo porque ¡°si Lamy no ha podido cerrar un acuerdo sobre Doha dudo que ninguno de estos candidatos puedan, al carecer del peso pol¨ªtico del franc¨¦s. Aunque es cierto que el brasile?o es un candidato muy potente¡±.

La organizaci¨®n debe reformarse para asegurar su supervivencia

Por ahora, candidatos y expertos coinciden en la necesidad de que la organizaci¨®n se reforme para garantizar su supervivencia. Con casi cinco a?os de crisis financiera a sus espaldas, los riesgos de proteccionismo son crecientes, como lo constatan los amagos de guerra de divisas entre distintos gigantes exportadores. La liberalizaci¨®n de los servicios ya se est¨¢ produciendo al margen de la OMC mientras que muchas otras cuestiones como la crisis alimentaria, la energ¨ªa, el medio ambiente o los fondos soberanos carecen de un organismo internacional que canalice la problem¨¢tica comercial que plantean. ¡°Pero, sobre todo, debe aceptar que no todos los acuerdos se pueden alcanzar por unanimidad, debe aceptar las geometr¨ªas variables y los acuerdos parciales sectoriales¡±, urge Steinberg.

Sin esos cambios, el analista del Peterson Institute cree que la OMC se limitar¨¢ a ejercer como ¨¢rbitro en los litigios comerciales. ¡°A no ser que haya cambios, la OMC no podr¨¢ cumplir con su mandato de ser un foro. Y sin eso, quedar¨¢ reducido a un organismo que media en las disputas comerciales entre pa¨ªses¡±, concluye.