Europa juega con fuego al romper la regla de la seguridad de los ahorros
El riesgo de contagio depende de que Bruselas y la troika sepan evitar el efecto 'corralito' Rusos y griegos, los depositantes m¨¢s castigados por la quita
El producto financiero te¨®ricamente m¨¢s seguro del mundo ha dejado de serlo en un pa¨ªs europeo. Bruselas ha acordado con Chipre un modelo de rescate que pasa por sacar una porci¨®n de los dep¨®sitos bancarios ¡ªlo han llamado oficialmente tasa¡ª del 9,9% para los mayores de 100.000 euros y del 6,75% para los que queden por debajo. Y para asegurarse el cobro, se han bloqueado, de momento hasta el jueves, estos ahorros en los bancos: un corralito. La medida, de confirmarse tras el Eurogrupo, rompe la promesa que hizo Europa en octubre 2008: todos los dep¨®sitos de hasta 100.000 euros estaban garantizados pasara lo que pasara. Con el mito de la seguridad de los ahorros derribado, ?c¨®mo reaccionar¨¢n los ahorradores de otros pa¨ªses ante semejante precedente?
Chipre es un pa¨ªs peque?o. Pero la clave en la crisis del euro es siempre el temido contagio: tampoco Lehman Brothers era el mayor banco del mundo y pas¨® lo que pas¨®. Lo fundamental de este nuevo episodio de la crisis del euro es si Chipre es de veras un caso aislado ¡ªla letan¨ªa que repiten los mandamases de Bruselas y en las capitales¡ª o es un peligroso precedente para futuras crisis financieras. Porque en ese caso, en cuanto los ahorradores vean que existe la m¨¢s m¨ªnima posibilidad de que se produzca una crisis en el banco del pa¨ªs en el que tienen depositado su dinero, tendr¨¢n la tentaci¨®n de salir pitando.
En 2011 Bruselas aseguraba que el recorte de la deuda p¨²blica griega era un caso aislado. Eso no impidi¨® un p¨¢nico general en la deuda de la periferia, incluida Espa?a. La fragilidad bancaria en varios pa¨ªses del Sur abre la puerta a que ahora pueda repetirse un episodio as¨ª, si la precaria confianza que ha alcanzado la eurozona desde aquellas palabras m¨¢gicas de Mario Draghi (¡°el BCE har¨¢ todo lo necesario para salvar la moneda ¨²nica¡±) se esfuma. El Eurogrupo est¨¢ jugando con fuego.
El rescate salva a los bonistas y se ceba en los ahorradores, algo que no hab¨ªa ocurrido hasta ahora y que en parte se justifica por lo particular de la econom¨ªa chipriota: el peso de los dep¨®sitos de Chipre equivale a cuatro veces el PIB del pa¨ªs (en Espa?a se trata solo de una vez del PIB). Adem¨¢s, el dinero ruso us¨® esa f¨®rmula a modo de lavander¨ªa. El objetivo de la eurozona es doble: hacer pagar parte de los platos rotos a los rusos ¡ªy dar un escarmiento a Chipre¡ª y conseguir una f¨®rmula agradable para los votantes alemanes, la otra variable fundamental en esta ecuaci¨®n. Bruselas lleg¨® a la conclusi¨®n de que es m¨¢s justo que los depositantes compartan la factura con los contribuyentes europeos: la banca chipriota pagaba por estos dep¨®sitos altas remuneraciones, de hasta el 10% a los extranjeros en alg¨²n banco, algo que recuerda peligrosamente a Islandia.
La banca espa?ola es de lejos la menos expuesta a los activos chipriotas
De forma directa, en cuanto a la quita a los dep¨®sitos, los m¨¢s afectados son los propios chipriotas (que poseen unos 47.500 de los 70.000 millones en dep¨®sitos) y los rusos (que se calculan son propietarios de la pr¨¢ctica totalidad de los 19.000 millones en manos extracomunitarias). Dentro los vecinos de la Uni¨®n Europea, los depositantes m¨¢s perjudicados ser¨¢n los griegos (tienen 4.700 millones) y los brit¨¢nicos (2.000 millones), seg¨²n las estad¨ªsticas del BCE en enero.
Espa?a, poco afectada
La banca va a quedar en principio a salvo de estas quitas, a falta de que se concreten los detalles. Dentro de la eurozona, la banca espa?ola es de lejos la que menos riesgos tiene concentrado en activos financieros chipriotas (pr¨¦stamos, t¨ªtulos de deuda, imposiciones a plazo o l¨ªneas de cr¨¦dito, entre otros), con 47 millones de d¨®lares (unos 36 millones de euros, con el cambio de ayer), seg¨²n los datos de finales de septiembre del Banco de Pagos Internacionales. En el otro extremo, las entidades de Grecia y Alemania son las m¨¢s expuestas en el pa¨ªs rescatado, con 16.444 y 7.618 millones de d¨®lares, respectivamente (12.700 y 5.889 millones de euros).
As¨ª que el principal temor para el sur de Europa, y especialmente para Espa?a tiene que ver con lo que hagan los ahorradores a partir de ahora, en futuras crisis bancarias. Puede haber tambi¨¦n efectos nocivos en el mercado de deuda p¨²blica. Pero la clave para evitar el p¨¢nico pasa en buena parte por espantar el fantasma del corralito, es decir, que la tasa a los dep¨®sitos no implique un bloqueo del dinero que guardan los ahorradores. Analistas Financieros Internacionales (AFI) propone en un informe que se contrarreste el efecto con ¡°un arsenal de liquidez suficiente (respaldado por el BCE) para que quien quiera pueda retirar sus dep¨®sitos, con el correspondiente recorte¡±. ¡°Si esa visi¨®n de corralito se supera, no deber¨ªa haber problemas de contaminaci¨®n a Espa?a, donde el reparto de cargas ha sido m¨¢s justo y racional que el propuesto en Chipre¡±, a?ade AFI.
Chipre, otra l¨ªnea roja cruzada
El rescate chipriota constituye ¡°un error monumental¡±, en opini¨®n de Joaqu¨ªn Maudos, catedr¨¢tico de la Universidad de Valencia. En su opini¨®n, los l¨ªderes europeos ¡°nunca deber¨ªan haber cruzado la l¨ªnea roja de no garantizar 100.000 euros por depositante¡±, ya que los 5.800 millones estimados de p¨¦rdidas para depositantes ¡°pueden suponer una cifra rid¨ªcula comparada con los sobre costes de las subidas causadas en primas de riesgo de otros pa¨ªses¡±.
¡°El caso chipriota tiene riesgos, claro. Pero no es probable un contagio masivo¡±, explica una fuente de un hedge fund anglosaj¨®n. ¡°La raz¨®n es sencilla: a mediados de 2011, con Grecia, la UE no ten¨ªa un cortafuegos seguro para apoyar a Italia y Espa?a. Con la promesa del BCE de hacer todo lo que sea necesario, ese escudo s¨ª existe ahora. Por eso lo m¨¢s probable es que los ahorradores e inversores se mantengan en calma. Desde luego estamos en territorio inexplorado, especialmente con Italia en medio de una crisis pol¨ªtica que impide que un eventual Gobierno italiano pudiera negociar las condiciones con el fondo de rescate europeo para que el BCE le diera apoyo si fuera necesario¡±, a?ade.
El p¨¢nico bancario se puede sortear con liquidez, seg¨²n los expertos
Hay peligro tambi¨¦n para Grecia, inmersa en un segundo paquete de ayuda. Atenas ha hecho grandes esfuerzos, pero su econom¨ªa sigue en depresi¨®n. Si los inversores y ahorradores sospecharan que en alg¨²n momento puede haber una renegociaci¨®n sobre las condiciones de ese segundo programa, no es descabellado pensar en algo parecido al modelo chipriota: se abrir¨ªa la posibilidad de imponer una quita a los depositantes en Grecia. De ah¨ª que se tema que los ahorradores griegos tengan la tentaci¨®n de sacar sus ahorros del banco, extremo que hasta ahora no se ha producido. Si se precipita, ah¨ª arrancar¨ªa esa din¨¢mica diab¨®lica del c¨ªrculo vicioso, que emerge en cuanto se esfuma la confianza. Alg¨²n fondo recomienda ya activar protocolos de emergencia por si acaso, tanto en Grecia como en los pa¨ªses m¨¢s se?alados, y especialmente en las entidades nacionalizadas.
Las din¨¢micas con las crisis financieras son muy curiosas: todo parece muy normal hasta que cualquier chispa ¡ªuna cola en un cajero en el telediario¡ª enciende una peligrosa mecha.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.