Chipre, entre el surrealismo y la din¨¢mica pol¨ªtica
La l¨®gica favorece una din¨¢mica europea para llegar a la uni¨®n bancaria. Veremos a qu¨¦ ritmo
Las cosas pasan tan r¨¢pido en Europa que hasta el evento de Chipre parece ya lejano. ?Y no! Recordemos Chipre porque tiene ense?anzas que no hay que olvidar. No es solo el ¨¢ngulo de que Chipre es peque?o para el tama?o de Europa, sino que el problema estaba ya identificado hace tiempo. Chipre pidi¨® el rescate en junio de 2012 (hace 10 meses, no es un error de imprenta), y la principal gestora de fondos de renta fija del mundo, PIMCO, ya hab¨ªa estimado necesidades de capital de 10.000 millones de euros en febrero de 2013, fecha en la que sali¨® de las urnas un nuevo Gobierno con el que el Eurogrupo tuvo tiempo de negociar.
Y sin embargo, en una noche larga, el 16 de marzo, toma la ¡°no inteligente¡± decisi¨®n de que parte del rescate lo paguen los depositantes a trav¨¦s de un impuesto. Es claro que Chipre es un caso especial, con un sector bancario siete veces m¨¢s grande que el PIB, con casi un 40% de depositantes no residentes y con caracter¨ªsticas de centro bancario off shore. Pero no es que todo eso fuese un secreto que se desvelara precisamente esa noche.
Se puede entender, y compartir, que Chipre no quisiera hacer que la insolvencia de gran parte del sector bancario se trasladara al soberano. Y se puede entender, pero no compartir, que so?aran con salvar algo de su modelo de negocio bancario tan hipertrofiado.
Pero cuesta entender, y m¨¢s compartir, la din¨¢mica que llev¨® a los presentes a decidir olvidar colectivamente lo que deber¨ªan haber recordado. El plan original no hac¨ªa que pagaran los acreedores de los bancos quebrados, o con fuertes necesidades de capital, en un orden adecuado de prelaci¨®n, sino que se plante¨® a trav¨¦s de un impuesto a todos los depositantes. B¨¢sicamente, los actores se olvidaron de que por otro lado estaba Europa a punto de aprobar una directiva de resoluci¨®n que marca las l¨ªneas de actuaci¨®n en resoluci¨®n de crisis bancarias, y se olvidaron de que en Europa hab¨ªan acordado la protecci¨®n de los dep¨®sitos cubiertos.
Afortunadamente, al final se lleg¨® a una opci¨®n m¨¢s razonable, aunque todav¨ªa quedan por levantar los controles de capital, incompatibles con una Uni¨®n Monetaria. Seguro que al final se llega a la decisi¨®n correcta de quitarlos, aunque tal vez dando alg¨²n tumbo. Mientras vamos alcanzando el equilibrio del realismo pol¨ªtico europeo que llevar¨¢ a la decisi¨®n adecuada, alg¨²n observador poco atento podr¨ªa llegar a pensar que Europa soluciona las crisis de acuerdo con un plan surrealista.
Pero qued¨¦monos con alguna ense?anza positiva de este evento con vistas a los siguientes hitos que debe afrontar Europa. Primero, que el mercado ha entendido que Chipre es un caso especial. Segundo, que el bail in (quita) aplicado ha reducido el tama?o del bail out (rescate), lo que puede ser un argumento que juegue a favor de una resoluci¨®n algo m¨¢s europea que nacional en el camino hacia la uni¨®n bancaria. Veremos a qu¨¦ ritmo esta l¨®gica se impone en la din¨¢mica pol¨ªtica al surrealismo.
Jorge Sicilia es economista jefe del Grupo BBVA y director de BBVA Research.
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