La falta de transparencia y la corrupci¨®n desfalcan los Estados mexicanos
Una deuda de m¨¢s 400.000 millones pesos deja a varios gobiernos locales al borde de la bancarrota
Cuando el pri¨ªsta Humberto Moreira lleg¨® al poder en Coahuila en diciembre de 2005, el Estado ten¨ªa una deuda de unos 300 millones de pesos (24,4 millones de d¨®lares). Hoy los coahuilenses deben a los bancos m¨¢s de 36.500 millones de pesos (unos 3.000 millones de d¨®lares). Mientras el Estado trata de sortear la bancarrota, Moreira, cuyo gobierno lleg¨® a solicitar cr¨¦ditos con documentaci¨®n falsa, pasa sus d¨ªas estudiando una maestr¨ªa en Espa?a. El caso se ha convertido en paradigm¨¢tico, pero est¨¢ lejos de ser ¨²nico en M¨¦xico. En Jalisco, Tabasco, Chiapas o Michoac¨¢n, es decir, en cualquier punto cardinal y sin importar los colores del gobierno, el crecimiento sin freno, la discrecionalidad y las sospechas de corrupci¨®n del endeudamiento se han convertido en una amenaza al futuro de esos Estados.
Las deudas estatales crecieron en el ¨²ltimo sexenio un 148% hasta superar los 400.000 millones de pesos (32.500 millones de d¨®lares), seg¨²n datos de la Secretaria de Hacienda y Cr¨¦dito P¨²blico. Solo 11 de los 32 Estados concentran m¨¢s del 70% de las obligaciones financieras estatales. Los expertos aseguran que la estabilidad de las finanzas p¨²blicas del pa¨ªs no est¨¢ en riesgo (las deudas estatales suponen el 2,5% del Producto Interior Bruto), pero s¨ª corre peligro el desarrollo de los Estados que usan las partidas federales para cumplir con sus obligaciones corrientes, como pagar los sueldos de los funcionarios o la factura de la electricidad,?en lugar de para invertir en tejido productivo o servicios sociales.
Alrededor de un 90% de los ingresos que reciben los Estados viene del Gobierno federal, que es quien recauda los mayores impuestos (consumo y renta). Con la crisis de 2008 las participaciones y transferencias a los Estados disminuyeron, reduciendo sus ingresos en aproximadamente un 30%. ¡°La Federaci¨®n incentiv¨® que cada uno se las arreglara como pudiera. Fall¨® el mecanismo de solidaridad¡±, dice el senador del PRD, Mario Delgado. Y ¡°como pudieron¡± fue a trav¨¦s de aumentar el endeudamiento.
El doctor en Ciencia Pol¨ªtica Guillermo Cejudo cree que como consecuencia unos gobernadores dise?aron una ¡°mala estrategia financiera y no planificaron c¨®mo iban a pagar¡± (en ocasiones comprometiendo las partidas federales de tres a?os) y otros, como en el caso de Coahuila, cometieron actos ¡°abiertamente ilegales¡±. Los mecanismos de control y las auditor¨ªas para evitar los desmanes tampoco funcionaron. Fallaron a nivel local, por inexistentes, y a nivel federal, que en aras del derecho soberano de los Estados a endeudarse nunca puso objeciones a las exorbitantes cifras.?
El exgobernador de Tabasco lleg¨® al poder con 500 millones de pesos de deuda y la dej¨® en 10.135 millones
El exgobernador de Tabasco, Andr¨¦s Granier, lleg¨® al poder en 2006 con apenas 500 millones de pesos de deuda (40 millones de d¨®lares) y hoy se sabe que el Estado debe 10.135 millones de pesos (827 millones de d¨®lares). Las alarmas por el desfalco solo saltaron cuando la falta de fondos cre¨® a finales de 2012 una crisis hospitalaria sin precedentes. Cinco hospitales agotaron sus recursos y tuvieron que anular intervenciones quir¨²rgicas o recurrir a donaciones para alimentar a los pacientes. Mientras Granier, con un pie ya fuera del gobierno, aseguraba que el problema ¡°se estaba solucionando¡±, su familia manten¨ªa a 160 personas de servicio y gastaba un mill¨®n de pesos mensuales con cargo al erario, seg¨²n revel¨® en enero el diario Reforma. Actualmente en Tabasco se impone la austeridad, mientras el exgobernador que hundi¨® su econom¨ªa vive ajeno a la crisis en Miami (EE UU)
El director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Juan Pardinas cree que la impunidad de la que se aprovechan quienes ahogaron a sus Estados es el mayor problema. ¡°Uno de los primeros retos como pa¨ªs para mantener la estabilidad financiera es combatir la impunidad. Hay una disfuncionalidad del sistema de justicia que permite que sucedan cosas como esta sin que haya consecuencias para los gobernadores¡±, explica. En el reparto de culpas los expertos coinciden en que, m¨¢s all¨¢ de las corruptelas de algunos gobernadores, fall¨® el mecanismo de control y los tres niveles de gobierno. Guillermo Cejudo cree que se trata de un ¡°problema pol¨ªtico asociado a un d¨¦ficit serio en materia de rendici¨®n de cuentas¡±.
Un proyecto sobre deudas estatales aprobado por el Senado esta semana incluye la prohibici¨®n de destinar la deuda a gasto corriente, la obligaci¨®n de invertirla en gasto productivo y el impedimento de solicitar deuda en los ¨²ltimo tres meses de gesti¨®n de un gobernante, como pas¨® en el caso de Tabasco y en el Estado de Chiapas, cuyo exgobernador Juan Sabines aument¨® la deuda durante su mandato en un 5.000%.
El senador Mario Delgado (PRD): "Nadie conoce el monto de total de la deuda"
En M¨¦xico, salvo el Distrito Federal, los otros 31 Estados son soberanos y pueden solicitar tanta deuda como autoricen sus respectivos congresos locales. La reforma del Senado no toca esa soberan¨ªa, al no incluir un techo de deuda, pero s¨ª obliga a que la petici¨®n de deuda sea aprobada por dos tercios del respectivo congreso, en lugar de por mayor¨ªa simple como hasta ahora, lo que en teor¨ªa har¨¢ m¨¢s dif¨ªcil el tr¨¢mite, que supondr¨¢ ahora negociar el aval con parte de la oposici¨®n. Sin embargo, congresos multipartidistas como el de Jalisco, donde las deudas crecen desaforadamente con la aprobaci¨®n de todos los partidos, han demostrado que esa medida por s¨ª solo no es una garant¨ªa.
Hay expertos que consideran que el proyecto aprobado en el Senado no es suficiente. Pardinas, que fue consultado por la c¨¢mara para la elaboraci¨®n de la reforma, cree que si no se toca el tema de la impunidad la ley se quedar¨¢ corta. Para el senador Delgado, que rompi¨® la disciplina de partido (PRD) al votar en contra de la reforma, el texto no ataja el problema de la ¡°transparencia¡±. ¡°La realidad es que nadie conoce el monto de total de la deuda con datos. Tampoco los senadores que votaron a favor de la reforma¡±.
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