Los jueces del ¡®caso Tapie¡¯ creen que Lagarde actu¨® de buena fe

La exministra de Econom¨ªa francesa Christine Lagarde, sospechosa de complicidad en falsedad y desv¨ªo de fondos p¨²blicos en el esc¨¢ndalo Tapie, convenci¨® a los jueces que le interrogaron el 23 de mayo pasado de que actu¨® siempre de buena fe en aquel proceso. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) se defendi¨® de las acusaciones culpando a su ex jefe de Gabinete St¨¦phane Richard ¡ªhoy presidente ejecutivo de Orange e imputado por estafa en banda organizada¡ª y afirm¨® que este le ocult¨® la informaci¨®n que podr¨ªa haberle hecho cambiar de opini¨®n. Preguntada por varios informes oficiales que desaconsejaron el arbitraje y recomendaron recurrir su decisi¨®n, Lagarde se?al¨® que Richard se los ocult¨®. ¡°Deber¨ªa haber sido m¨¢s desconfiada¡±, admiti¨®.

Lagarde fue interrogada durante 22 horas por los magistrados de la Corte de Justicia de la Rep¨²blica el 23 de mayo pasado y abandon¨® el tribunal convertida en testigo asistido. Dos meses antes, el 20 de marzo, la polic¨ªa hab¨ªa encontrado durante un registro en su casa de Par¨ªs una carta manuscrita y sin fecha, destinada a Nicolas Sarkozy, que Le Monde public¨® este lunes junto a otras pruebas y testimonios recogidos en el sumario del esc¨¢ndalo Tapie. En la carta, Lagarde jura fidelidad al entonces presidente de la Rep¨²blica, y le dice: ¡°Estoy a tu lado para servirte. Util¨ªzame¡±.

No se sabe si Lagarde lleg¨® a enviar la misiva, que en todo caso contribuye a aclarar su cuando menos descuidada e imprudente gesti¨®n de esta supuesta estafa al Estado nacida a principios de los a?os noventa con la venta de Adidas y consumada entre 2007 y 2008, cuando el Gobierno de Sarkozy decidi¨® echar una mano al empresario Bernard Tapie y habilit¨® un tribunal privado para zanjar el desfavorable litigio judicial que enfrentaba al emprendedor con el banco p¨²blico Cr¨¦dit Lyonnais (CL).

Aquel arbitraje a medida conden¨® en 2008 al CDR, el banco malo que gestionaba el pasivo de CL, a indemnizar con 403 millones al popular Tapie, quien pas¨® de fugaz ministro socialista bajo la presidencia de Fran?ois Mitterrand a ser ¨ªntimo de Sarkozy.

¡°Extremadamente sorprendida¡±

Los fragmentos de la declaraci¨®n de Lagarde publicados por Le Monde confirman que se declar¨® varias veces ¡°extremadamente sorprendida¡± ante los jueces cuando estos iban desgranando los detalles de la presunta conspiraci¨®n urdida por sus superiores y colaboradores m¨¢s cercanos para favorecer a Tapie. La exministra lleg¨® a afirmar que Richard firm¨® una carta clave en su nombre y con su sello oficial cuando ella estaba fuera de Par¨ªs.

La conclusi¨®n a la que llegan las dos instrucciones paralelas ¡ªla ministerial que afecta a Lagarde, y la ordinaria que se ocupa de los dem¨¢s sospechosos¡ª es que fueron Sarkozy y Tapie los principales urdidores del fallo recurrido ahora por el actual Gobierno socialista ante la justicia. Las pruebas y testimonios establecen que los dos amigos se vieron 22 veces antes y despu¨¦s del fallo arbitral, y subrayan que Sarkozy abog¨® por esa soluci¨®n desde 2004, cuando era ministro de Econom¨ªa. La gran inc¨®gnita ahora estriba en comprobar si estas ilaciones acaban en una inculpaci¨®n formal de Sarkozy, cuya inmunidad legal solo afecta a los actos cometidos en el ejercicio del cargo presidencial.

De momento, los instructores han imputado por estafa en banda organizada a tres sospechosos: el citado Richard; el ¨¢rbitro que presidi¨® el tribunal, Pierre Estoup; y el expresidente del banco malo, Jean-Fran?ois Rocchi.

Los tres consejeros del Estado en Orange, que representan un 27% del capital, defendieron el lunes en un consejo extraordinario la continuidad de Richard al frente del grupo. El Gobierno cree, como algunos sindicatos y la patronal, que la inculpaci¨®n no inhabilita al ejecutivo que estabiliz¨® al gigante de la telefon¨ªa tras unos a?os convulsos y una oleada de suicidios. El apoyo es provisional. El sumario estima que Richard fue la correa de transmisi¨®n entre el El¨ªseo, Econom¨ªa y el tribunal privado, el hombre que recib¨ªa las ¨®rdenes de la mano derecha de Sarkozy, Claude Gu¨¦ant, y el que convenci¨® con malas artes a Lagarde para que aprobara el arbitraje.