El tr¨¢fico de personas crece en la sombra en Estados Unidos
El tr¨¢fico de personas, una lacra cuyo impacto mundial fue denunciado esta semana por el Gobierno de EE.UU, crece en la sombra en su propio territorio, espoleado por el miedo a la denuncia de los indocumentados y la sensaci¨®n de impunidad de los criminales.
"El tr¨¢fico de personas es un crimen oculto. Los datos son muy escasos, pero est¨¢ claro que demasiada gente est¨¢ siendo sometida a ello en Estados Unidos", explic¨® a Efe Naomi Tsu, responsable del Programa de Justicia para Inmigrantes del Southern Poverty Law Center, una organizaci¨®n que vigila los abusos a indocumentados.
Aunque el problema no llega al rango que tiene en China o Rusia, tres de los 21 pa¨ªses se?alados por su complicidad con el tr¨¢fico de personas en un informe del Departamento de Estado este mi¨¦rcoles, EE.UU tiene factores "estructurales" que hacen que la "esclavitud moderna", especialmente laboral, contin¨²e "sin frenos", dijo Tsu.
En 2012, el Departamento de Justicia calific¨® el tr¨¢fico de personas como la segunda industria criminal de mayor crecimiento en Estados Unidos, s¨®lo por detr¨¢s del narcotr¨¢fico; pero los datos oficiales siguen siendo escasos.
El Proyecto Polaris, un centro de ayuda a las v¨ªctimas de tr¨¢fico de personas en Estados Unidos, calcula que "cientos de miles" de ni?os y adultos siguen sometidos a explotaci¨®n sexual o laboral en el pa¨ªs, seg¨²n indic¨® esta semana su presidente, Bradley Myles.
Ese panorama difuso se ilumina cada vez que las autoridades desmantelan una trama de tr¨¢fico de personas, como ocurri¨® en dos ocasiones esta semana.
La primera tuvo lugar el lunes, cuando las autoridades de Nueva York acusaron a nueve propietarios de franquicias de las tiendas 7-Eleven de explotar a inmigrantes ilegales paquistan¨ªes y filipinos como si de "una plantaci¨®n moderna" se tratara, en palabras de la fiscal federal Loretta Lynch.
La segunda se produjo el martes, cuando las autoridades detuvieron a cuatro personas por retener en condiciones "de esclavitud" a una mujer con problemas mentales y su hijo durante dos a?os en su residencia en una localidad rural.
Seg¨²n el informe del Departamento de Estado, la mayor¨ªa de v¨ªctimas de tr¨¢fico de personas en EE.UU. proceden de M¨¦xico, seguido de Tailandia, Filipinas, Honduras, Indonesia y Guatemala.
Los inmigrantes indocumentados son "particularmente vulnerables a la delincuencia, dado que se resisten a pedir ayuda a las autoridades por temor a ser deportados y alejados de sus familias", apunt¨® Tsu.
El Southern Poverty Law Center, cuyos abogados representan a miles de inmigrantes de EE.UU, ha determinado adem¨¢s que "los trabajadores visitantes que est¨¢n en el pa¨ªs con visados v¨¢lidos se arriesgan a ser v¨ªctimas de tr¨¢fico por la falta de regulaci¨®n" de los programas que les permitieron entrar al pa¨ªs, explic¨®.
"Algunos de mis clientes pagaron 15.000 d¨®lares en tasas para conseguir una tarjeta de residencia y un trabajo en EE.UU, y en su lugar entraron en el pa¨ªs con un visado H-2B de 10 meses para trabajar con una compa?¨ªa que les cobraba m¨¢s de 1.000 d¨®lares al mes para vivir en alojamientos abarrotados y vigilados", asegur¨®.
La reforma migratoria que debate el Senado mejorar¨ªa la supervisi¨®n de ese tipo de programas, pero no eliminar¨ªa el enlace que existe entre muchos tipos de visados y un ¨²nico empleador, y que les somete a "enormes presiones" para mantenerse en "un trabajo abusivo", alert¨® la abogada.
La explotaci¨®n laboral es la forma de tr¨¢fico de personas m¨¢s extendida en EE.UU, pero el 85% de los procesos legales que se abren en el pa¨ªs corresponden a casos de explotaci¨®n sexual, seg¨²n un estudio de 2012 del Instituto Nacional de Justicia.
"Este desequilibrio permite que el tr¨¢fico laboral siga avanzando sin frenos", lament¨® Tsu.
Seg¨²n datos del Departamento de Justicia, Estados Unidos abri¨® una media de 24 casos al a?o relacionados con la explotaci¨®n laboral entre 2009 y 2011, m¨¢s del doble que entre 2006 y 2008, cuando investigaba unos 11 casos al a?o.
Las organizaciones de ayuda a las v¨ªctimas reconocen que los est¨¢ndares en Estados Unidos han mejorado mucho en la ¨²ltima d¨¦cada, pero piden m¨¢s medidas de prevenci¨®n y garant¨ªas de proceso para no volver a leer, como en el informe presentado este mi¨¦rcoles, que persisten trabajos forzados a empleados dom¨¦sticos en residencias de embajadores o tramas de prostituci¨®n forzada de ni?as ind¨ªgenas.
Por Luc¨ªa Leal
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