El fiscal denuncia que se enga?¨® a los empleados de las cajas con la liquidez de las preferentes

El fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, ha denunciado esta tarde que las entidades financieras enga?aron primero a sus empleados con la supuesta liquidez de las preferentes y afirma que este proceder es un ejemplo patente de "mala fe en la praxis bancaria".

Al respecto, ha recordado que la cajas gallegas entregaron a sus empleados un argumentario en el que parec¨ªa garantizarse la liquidez de este producto.

Varela, que ha comparecido esta tarde en el Parlamento de Galicia ante la comisi¨®n que investiga el proceso de fusi¨®n de las cajas gallegas, ha anunciado que as¨ª lo intentar¨¢ demostrar en el juicio que comienza en A Coru?a el 19 de septiembre.

Dicho juicio por la comercializaci¨®n de participaciones preferentes y subordinadas se celebrara en el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 11 tras la demanda presentada por la Fiscal¨ªa Superior de Galicia.

El ministerio fiscal present¨® hace un a?o su demanda en defensa de los intereses colectivos de los afectados por la comercializaci¨®n de estos productos.

En ella, el fiscal interesa el dep¨®sito, por parte de las entidades demandadas, de 1.108 millones de euros, cantidad que resulta del c¨¢lculo aproximado de las cantidades obtenidas como consecuencia de las pr¨¢cticas abusivas por la venta de estos productos.

Ha advertido esta tarde de que el entorno procesal est¨¢ pensado para un formato de pleito dual y no de car¨¢cter masivo como ocurre con los 43.000 afectados por la venta de participaciones preferentes y deuda subordinada de Novagalicia Banco.

En su comparecencia ha insistido por ello en que la soluci¨®n a este "litigio de masas" pasa por un instrumento procesal de reparaci¨®n global que haga innecesario el dictado de miles de sentencias basadas "en los mismos intereses" individuales homog¨¦neos y con id¨¦nticos pronunciamientos.

Es decir, todos los pronunciamientos est¨¢n dirigidos a conseguir que se devuelvan la totalidad de los dep¨®sitos procedentes de cuentas corrientes y cartillas de ahorro a sus leg¨ªtimos titulares: "?Necesitamos entonces veinte mil sentencias y que digan todas lo mismo?", se ha preguntado, y ha indicado que "todos los afectados lo est¨¢n por el mismo producto bancario t¨®xico".

Y si en lugar de 43.000 personas hubiese un mill¨®n, ha a?adido, y ha continuado que no articular otra f¨®rmula supondr¨ªa "una tarea heroica semejante a vaciar el oc¨¦ano a calderos o capturar pulgas con guantes de boxeo".

Por esta raz¨®n ha incidido en la importancia de un instrumento de reparaci¨®n masiva aunque "cause cierto p¨¢nico enfrentarse a esto".

En su comparecencia Varela ha insistido en que la "pr¨¢ctica abusiva por parte de las entidades financieras a¨²n no ha cesado en la medida en que los afectados no pueden disponer de sus dep¨®sitos".

El fiscal superior ha repasado ante la comisi¨®n que investiga lo ocurrido con las antiguas cajas los hechos que desembocaron en la actual situaci¨®n de "miles de gallegos que ven peligrar sus ahorros".

El fiscal superior ha incidido en la "desprotecci¨®n" de los preferentistas, la mayor parte de los cuales, ha recalcado, "carec¨ªan y carecen de la m¨ªnima formaci¨®n para poder comprender la transcendencia" de lo que estaban adquiriendo, "y mucho menos para poder evaluar la complej¨ªsima informaci¨®n que se les pod¨ªa ofrecer ni los efectos jur¨ªdicos y econ¨®micos de tales productos".

"En buen n¨²mero de casos los afectados suscribieron las preferentes convencidos de que las cajas no pod¨ªan quebrar, de que la inversi¨®n era segura y de que podr¨ªan disponer de sus ahorros en el momento en que lo precisasen", ha insistido.

Tambi¨¦n ha recordado que la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de Espa?a "no pusieron inicialmente ning¨²n reparo" a la comercializaci¨®n masiva de este producto financiero, y aunque luego s¨ª advirtieron de los riesgos "no llevaron a cabo acciones contundentes" cuando tuvieron conocimiento de que fueron indebidamente colocadas entre personas cuyo perfil inversor conservador no se correspond¨ªa con la complejidad del producto.

"Los consumidores fueron sorprendidos en su buena fe por una pr¨¢ctica descarnada y abusiva que s¨®lo pretend¨ªa convertir pasivo de la entidad en activos computables como recursos propios de primer orden para salvar su solvencia", ha apostillado.

Adem¨¢s, ha precisado que esta comercializaci¨®n se llev¨® a cabo por personal de las cajas "en muchos casos con escaso conocimiento del producto y sin la necesaria transparencia e informaci¨®n sobre las condiciones y riesgos asumidos".