¡°La gente tiene cada vez m¨¢s claro que los grandes salarios son un abuso¡±

David Roth es un chico joven, de 28 a?os, sonriente y con una determinaci¨®n capaz de poner en jaque a la clase pol¨ªtica y empresarial de su pa¨ªs, Suiza. Al frente de los j¨®venes socialistas, ha lanzado la pol¨¦mica iniciativa 1:12, con la que pretende poner coto a los desorbitados salarios de los ejecutivos en su pa¨ªs. La profundidad democr¨¢tica del sistema pol¨ªtico suizo tal vez se lo permita. En una cafeter¨ªa, al pie del Parlamento en Berna, Roth explica por qu¨¦ piensa que es importante que su texto salga refrendado en la consulta popular prevista para el 22 de noviembre.

?Cuenta este joven, que ha aparcado sus estudios de historia y filosof¨ªa para dedicarse a la pol¨ªtica, que todo empez¨® en 2009. Al poco de que el gran banco UBS fuera rescatado, muchos suizos empezaron a preguntarse por qu¨¦ los directivos de esa empresa cobraban bonus mientras su banco se hund¨ªa. Roth pens¨® que hab¨ªa que poner un tope; limitar esos pagos y le pareci¨® razonable que ning¨²n empleado de una empresa ganase en un mes m¨¢s que cualquier otro en un a?o. De ah¨ª el nombre de la iniciativa, 1:12. Luego recogi¨® las 100.000 firmas necesarias para que su texto llegara al Parlamento.

¡°En los ¨²ltimos 15 a?os no hemos hecho m¨¢s que ceder poder a los poderes econ¨®micos. La gente cada vez tiene m¨¢s claro que los grandes salarios son un abuso¡±, sostiene Roth.

Su iniciativa entra en una fase decisiva en medio de un intenso debate sobre la capacidad de Suiza para acoger trabajadores extranjeros ¡ªeuropeos incluidos¡ª que huyen de las crisis de sus pa¨ªses. ¡°[La inmigraci¨®n] es un tema con el que es muy f¨¢cil hacer populismo. Para nosotros ese no es el debate. La cuesti¨®n es la desigualdad y hemos querido dar la vuelta al debate¡±. Los j¨®venes socialistas han querido dar un golpe de tim¨®n a la agenda pol¨ªtica y lo han conseguido. Las encuestas reflejan que los suizos de a pie les apoyan, lo que a Roth le da muchas esperanzas de que la consulta popular salga adelante despu¨¦s del verano.

La patronal y las grandes empresas no ocultan su nerviosismo ante este nuevo ataque a su pol¨ªtica salarial. La llamada iniciativa Minder, que condiciona decisiones sobre bonus y otros complementos multimillonarios que disfrutan los directivos al aval de los accionistas, ya fue respaldada por los 26 cantones y est¨¢ pendiente de su plasmaci¨®n en un texto legal. La propuesta de Roth es a¨²n m¨¢s contundente, sobre todo si se tiene en cuenta que la relaci¨®n entre lo que cobra el ejecutivo mejor pagado y el empleado con m¨¢s baja remuneraci¨®n supera con holgura el 100 a 1. M¨¢s all¨¢ de las fronteras suizas, la clase empresarial europea registra tambi¨¦n una cierta preocupaci¨®n. Saben que en momento de crisis, la onda expansiva de la bomba Roth corre el riesgo de propagarse sin excesivos frenos.