La bicicleta reta al autom¨®vil
En Espa?a se venden m¨¢s bicis que coches, todo un cambio cultural
El tiempo es dinero, dicen algunos. As¨ª que los trenes tienen que ser a la fuerza de alta velocidad; los aviones, supers¨®nicos; los autom¨®viles, sobrepasar los 200 kil¨®metros por hora, y a la econom¨ªa le exigimos que crezca siempre a un fuerte ritmo. Pero hay muchos espa?oles que quieren recuperar la lentitud. Y con ella, otra forma de entender la vida. Esta es la raz¨®n b¨¢sica ¡ªm¨¢s all¨¢ de la evidente crisis econ¨®mica¡ª que explica por qu¨¦ en Espa?a ya se venden al a?o m¨¢s bicicletas (780.000 unidades, el 4% del total de la Uni¨®n Europa) que coches (700.000).
Estamos frente a la constataci¨®n de un movimiento imparable, que tambi¨¦n se refleja en el Viejo Continente. De hecho, en 2011, en la Europa de los Veintisiete se vendieron, seg¨²n Coliped (que re¨²ne a los fabricantes europeos de piezas y accesorios de bicicletas), algo m¨¢s de 20 millones de bicis frente a 13,14 millones de autom¨®viles. Adem¨¢s, mientras las ventas de coches ca¨ªan el 2% entre 2010 y 2011, un actor casi reci¨¦n llegado, la bicicleta el¨¦ctrica, que incorpora una peque?a bater¨ªa, crec¨ªa el 22%.
Precisamente es en la bicicleta el¨¦ctrica (e-bici) donde los fabricantes tienen puestas m¨¢s esperanzas. Puede ser un competidor firme frente al autom¨®vil. No solo en t¨¦rminos de uso, sino tambi¨¦n en operaciones. La consultora Navigant Research calcula que, a nivel mundial, las ventas de e-bicis pasar¨¢n de 6.300 millones de euros en 2013 a 8.200 millones en 2020. ?Esto significa que la bici le est¨¢ quitando negocio a la todopoderosa industria del coche? ¡°Por ahora, las bicicletas, tanto normales como el¨¦ctricas, tienen un impacto m¨ªnimo en el mercado del autom¨®vil, pero va a ir aumentando en los pr¨®ximos a?os. Cada vez veremos m¨¢s personas abandonando el coche y comprando e-bicis¡±, prev¨¦ Dave Hurst, analista principal de Navigant Research.
Es como si asisti¨¦ramos al nacimiento de una peque?a torrentera que se va transformando en r¨ªo. Eso apuntan los n¨²meros. En la Uni¨®n Europea, de acuerdo con Coliped, en 2011 (los datos m¨¢s recientes) encontraron mercado 716.000 e-bicis, de las que 20.000 llegaron a Espa?a. Y este a?o se espera vender m¨¢s de un mill¨®n de unidades. Por el contrario, el ciclomotor ¡ªuno de los posibles perdedores del boom de la bicicleta¡ª muestra su debilidad. Entre enero y agosto solo se matricularon en nuestro pa¨ªs 10.195 unidades, casi un 24% menos que en el mismo periodo de 2012. Y si el autom¨®vil ha conseguido llegar a esas 700.000 unidades ha sido gracias a las ayudas continuas de los planes PIVE.
Oferta variada en precios
Partamos de una idea clara. ¡°La bicicleta p¨²blica es de por s¨ª deficitaria¡±. Lo sostiene el ingeniero Luis ?lvarez-Cervela Roberes, quien acaba de concluir un estudio sobre su viabilidad econ¨®mica como medio de transporte. Un postulado que tambi¨¦n comparte el especialista en movilidad Ram¨®n Constantino. ¡°Es lo l¨®gico en todo transporte p¨²blico¡±, dice. Ahora bien, un an¨¢lisis diferente es el de las bicis en s¨ª. Los holandeses se gastan la cantidad m¨¢s elevada de la Uni¨®n Europa: 746 euros. ?Los espa?oles? 250 euros por modelo. Hablamos de bicicletas normales, las el¨¦ctricas son otro cantar. No bajan de los 800 euros y muchas grandes marcas (Mercedes, BMW, Lexus) tienen sus propuestas, que pueden llegar a los 6.000. Pero con la mayor implicaci¨®n de los fabricantes asi¨¢ticos se espera que los precios caigan. Entonces Europa deber¨ªa reaccionar de manera similar a Holanda, donde la e-bici ha ayudado a aumentar un 9% la distancia pedaleada, superando al tren en kilometraje y coloc¨¢ndose solo por detr¨¢s del coche.
La bici, pues, se abre paso en nuestros d¨ªas llevando consigo algunas preguntas que desarman. ¡°?Tiene alg¨²n sentido, desde el punto de vista de la eficiencia, mover 70 kilos de peso con una m¨¢quina que pesa una tonelada y que se traslada de media tres kil¨®metros ¡ªla distancia habitual que se recorre al ir a trabajar en coche en Madrid con el peso del ocupante y el veh¨ªculo¡ª?¡±, cuestiona Luis ?lvarez-Cervela Roberes, ingeniero experto en movilidad. La respuesta parece clara, sobre todo en la voz de Bartolom¨¦ Navarro, socio de Geofot¨®n, una empresa especializada en estaciones de recarga de bicis el¨¦ctricas. ¡°La bicicleta, la m¨¢quina m¨¢s eficaz energ¨¦ticamente que se ha creado, es una competencia cierta frente al coche. Aunque el escenario perfecto ser¨ªa combinar de manera racional el autom¨®vil y la bici. Y para eso hay que cambiar bastantes h¨¢bitos¡±.
Ciudades como Madrid (MyBici), Barcelona (Bicing) o Sevilla (Sevici) est¨¢n desarrollando distintos programas de bicicletas p¨²blicas. Iniciativas que son una respuesta a ese cambio de costumbres. Por la capital hispalense ya discurren 140 kil¨®metros de carriles bici y han logrado que el 6,6% de los desplazamientos mecanizados se haga a pedales. La bit¨¢cora especializada en transporte Copenhagenize (www.copenhagenize) la se?ala como la cuarta ciudad del mundo m¨¢s ¡°amiga¡± de la bicicleta en 2013. Son n¨²meros ambiciosos, aunque no los sienta el coche. ¡°El efecto sobre la venta de autom¨®viles todav¨ªa es muy limitado, porque gran parte de las personas que se pasan a la bici proceden del transporte p¨²blico¡±, describe Jos¨¦ Ignacio Castillo, profesor de An¨¢lisis Econ¨®mico y Econom¨ªa Pol¨ªtica de la Universidad de Sevilla. Aun as¨ª, reconoce que la e-bici ¡°es la que m¨¢s da?o puede hacer a la cuota de mercado del coche¡±.
Pero, adem¨¢s de las costumbres, quienes est¨¢n cambiando son las personas, y quiz¨¢ sea esta la verdadera amenaza para el sector del autom¨®vil. Los j¨®venes ya no se sienten tan atra¨ªdos como sus padres por los coches. Por ejemplo, la generaci¨®n estadounidense denominada millennials ¡ªnacidos entre 1982 y 1995¡ª da la espalda a las cuatro ruedas. En 2010, los adultos americanos entre 21 y 34 a?os solo compraron el 27% de todos los coches nuevos vendidos en Estados Unidos. Muy lejos de su m¨¢ximo (38%) alcanzado en 1985.
Samuel Esc¨¢mez, miembro del secretariado de la asociaci¨®n de usuarios ConBici, relee estas ideas con atenci¨®n y las interpreta. ¡°La bici puede restar ventas a largo plazo al autom¨®vil, pero m¨¢s por cuestiones de p¨¦rdida de influencia social del coche en s¨ª que debido a la competencia de la bicicleta. Sin embargo, la gente se est¨¢ dando cuenta de que no es necesario ser due?o de un autom¨®vil para ser feliz¡±. Y esa gente, ?qui¨¦nes son? Sorprende, pero la bici en Espa?a no es algo solo de j¨®venes. Baltasar Fern¨¢ndez, profesor de Psicolog¨ªa Social de la Universidad de Almer¨ªa, hace una comparaci¨®n con el movimiento 15-M. ¡°Los impulsores eran j¨®venes, pero a su alrededor hab¨ªa personas de m¨¢s edad que hac¨ªan suyo sus postulados. Algo similar sucede con la bicicleta¡±.
La industria espa?ola de la bici quiere alcanzar un 24% de movilidad, el mismo que tiene Holanda. Ahora estamos en el 3%. Aunque poblaciones como Vitoria andan algo m¨¢s arriba, con un 7%. ¡°Una ciudad con una tasa alta de movilidad en bici piensa de otra manera. Supone un cambio importante en la manera de entenderla y de vivirla¡±, reflexiona Xavier Corominas, secretario t¨¦cnico de Red de Ciudades por la Bicicleta. Sobre estas ideas, el optimismo se extiende. ¡°La bicicleta es una alternativa a la moto y el autom¨®vil¡±, apostilla Carlos N¨²?ez, secretario general de la Asociaci¨®n de Marcas y Bicicletas de Espa?a (AMBE). ?Y esto es una buena o una mala noticia para un pa¨ªs donde el 9% de su riqueza procede de la industria automovilista? Se abre el debate.
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