Econom¨ªa anticipa una recuperaci¨®n m¨¢s s¨®lida a partir de 2015

Bruselas ya no espera ni a que se aprueben los Presupuestos. Las cuentas de 2014 estrenan una nueva regulaci¨®n, que obliga a enviar a la Comisi¨®n los proyectos presupuestarios, antes incluso de que pasen por los parlamentos, para evitar desv¨ªos en el ajuste del d¨¦ficit. Un tr¨¢mite que el Gobierno de Mariano Rajoy aprovech¨® para volver a revisar al alza sus previsiones de crecimiento, en este caso, las de 2015 y 2016.

En los documentos remitidos ayer a Bruselas, el Ministerio de Econom¨ªa pronostica que el PIB crecer¨¢ un 1,2% en 2015, tres d¨¦cimas m¨¢s que lo que anticip¨® en abril (0,9%). Para 2016, el crecimiento se situar¨ªa en el 1,7%, frente al avance del 1,3% que estimaba hace cinco meses para ese a?o. Econom¨ªa no justifica los motivos de esta revisi¨®n al alza, aunque operan aqu¨ª las mismas razones que le llevaron a mejorar la predicci¨®n de crecimiento en las cuentas de 2014.

El Gobierno se ampar¨® en el pacto con Bruselas para graduar el ajuste presupuestario, en la mejora de las condiciones financieras (que debe mucho al Banco Central Europeo) y, tambi¨¦n, en el resultado de sus reformas, para incorporar un pron¨®stico econ¨®mico algo m¨¢s favorable al proyecto de Presupuestos del pr¨®ximo a?o. Las cuentas de 2014 se han elaborado con la previsi¨®n de que el PIB se incrementar¨¢ en un 0,7%, frente al retroceso del 1,3% que se anticipa para este a?o. En el programa de estabilidad de abril, la previsi¨®n para 2014 limitaba el crecimiento al 0,5%.

Esta nueva revisi¨®n al alza de las previsiones econ¨®micas indican que el Gobierno anticipa una recuperaci¨®n m¨¢s s¨®lida a medio plazo. Sin embargo, no hay a¨²n estimaciones de c¨®mo afectar¨¢ ese mejor pron¨®stico al empleo a partir de 2015. En el proyecto de Presupuestos para 2014, la m¨ªnima revisi¨®n al alza del crecimiento econ¨®mico se tradujo en una disminuci¨®n apreciable de la tasa de paro prevista, del 26,7% al 25,9%, aunque aqu¨ª lo que m¨¢s pesa es la ca¨ªda de la poblaci¨®n activa.

El mayor crecimiento no impide que la deuda p¨²blica y el gasto en intereses siga aumentado. El endeudamiento de las Administraciones espa?olas, ahora en el 92%, llegar¨¢ al 101% del PIB en 2015. El Ejecutivo cree que esa proporci¨®n disminuir¨¢, de modo casi imperceptible, en 2016, un cambio de tendencia muy conveniente: Rajoy se comprometi¨® en la ¨²ltima cumbre del G20 a empezar a reducir la deuda p¨²blica precisamente en 2016, tras incumplir su promesa anterior, que fijaba esa frontera en 2014.

Una factura sin precedentes por los intereses

El apreciable incremento de la deuda p¨²blica (pesan los d¨¦ficits presupuestarios, pero tambi¨¦n el rescate a la banca o las inyecciones de liquidez a comunidades y ayuntamientos) compensa de sobra la mejora en las condiciones financieras, que llevaron al ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, a considerar el pago de intereses ¡°asimilable¡±. De hecho, con las nuevas proyecciones, el gasto de todas las Administraciones (el 90% corresponde al Gobierno central) por esta partida rondar¨¢ los 45.000 millones en 2016, una factura sin precedentes.

El pago de intereses se sit¨²a as¨ª en el 4,1% del PIB, una proporci¨®n que no se alcanzaba desde finales de los a?os noventa del siglo pasado. La diferencia estriba en que, entonces, el nivel de deuda p¨²blica no llegaba al 70% del PIB, lo que encarec¨ªa la factura era el alto coste de las emisiones, en las que el Tesoro ten¨ªa que pagar m¨¢s del 10% en intereses, el doble que ahora. En sentido contrario, las cifras actuales revelan que las cuentas p¨²blicas espa?olas son mucho m¨¢s vulnerables a cualquier nuevo empeoramiento en las condiciones financieras.

El nuevo Plan Presupuestario deja, adem¨¢s, una certeza y una inc¨®gnita. La certeza es que el Gobierno apuesta por sacar adelante la reforma de las pensiones como est¨¢, lo que implicar¨ªa resolver el desequilibrio del sistema a costa del poder adquisitivo de los pensionistas, a los que solo se subir¨ªa las prestaciones un 0,25%. La inc¨®gnita es si el Gobierno cumplir¨¢ la promesa de eliminar el recargo al IRPF en 2015. En el plan remitido a Bruselas, no se incluye el descenso en ingresos que tal medida implicar¨ªa. Hacienda sostiene a¨²n que la decisi¨®n se integrar¨¢ en la reforma fiscal que debe revelar en 2014.