La Casa Blanca valora como un "peque?o paso" el acuerdo presupuestario en EE.UU.

La Casa Blanca consider¨® hoy "un peque?o paso" el acuerdo presupuestario aprobado en la C¨¢mara de Representantes de EEUU para los pr¨®ximos dos a?os, con el que podr¨ªa ponerse fin a la par¨¢lisis administrativa de Washington.

"Creemos que era lo correcto aprobar el presupuesto. Era un documento de compromiso. No es una gran negociaci¨®n, era un peque?o paso", se?al¨® Jay Carney, portavoz presidencial, en su rueda de prensa diaria.

Carney valor¨® especialmente como positivo que suponga "un contraste con las acciones tomadas por el Congreso en el pasado", al referirse al bloqueo legislativo de octubre pasado y que se sald¨® con un cierre parcial de la Administraci¨®n federal durante 16 d¨ªas.

Tras la aprobaci¨®n anoche en la C¨¢mara de Representantes por una amplia mayor¨ªa, el pacto debe ser ahora ratificado por el Senado, antes de que se inicie el receso navide?o.

El l¨ªder del Senado, el dem¨®crata Harry Reid, adelant¨® hoy que el voto en la c¨¢mara alta puede producirse el pr¨®ximo martes.

Aunque no es considerado un gran acuerdo, y tanto republicanos como dem¨®cratas han expresado sus discrepancias, no se espera que enfrente problemas en el Senado en su voto de la pr¨®xima semana, con lo que alejar¨ªa la amenaza de una nueva par¨¢lisis administrativa para comienzos de a?o pr¨®ximo.

El pacto que negociaron Paul Ryan, el l¨ªder republicano en asuntos fiscales en la C¨¢mara, y la senadora dem¨®crata Patty Murray, contempla una reducci¨®n del d¨¦ficit, a cambio de aumentar determinadas tarifas aeroportuarias y el recorte de salarios y beneficios a empleados federales y militares.

El nivel de gasto se sit¨²a a medio camino entre lo que ped¨ªan los dem¨®cratas (1,58 billones) y los republicanos (967.000 millones), con 1,012 billones de d¨®lares en el a?o fiscal 2014 (en marcha desde octubre) y 1,014 billones de d¨®lares en el ejercicio de 2015.

No obstante, y aunque los dem¨®crata no consiguieron incluir una pr¨®rroga de las prestaciones por desempleo para 1,3 millones de personas a las que se le vencen el 28 de diciembre, la mayor parte de las cr¨ªticas se han producido en el seno del partido republicano.

Por un lado, el sector moderado, encabezado por el presidente de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, y por otro, los ultraconservadores del Tea Party.

Anoche, poco antes del voto en la C¨¢mara, Boehner arremeti¨® contra las cr¨ªticas de los legisladores del Tea Party, quienes calificaron el acuerdo de "inaceptable" y de "un paso atr¨¢s".

Boehner acus¨® a estos grupos de "enga?osos" y "rid¨ªculos", y se?al¨® que hab¨ªan atacado el acuerdo incluso antes de haberlo le¨ªdo.

Igualmente se expres¨® Ryan, quien reproch¨® las cr¨ªticas con un tajante: "Que lean primero el documento y luego hablen conmigo".

Frente a esto, el grupo Tea Party Patriots sali¨® r¨¢pidamente al paso al afirmar que con su "pretenciosa diatriba", el presidente de la C¨¢mara "hab¨ªa declarado la guerra al Tea Party".

En una l¨ªnea similar se expres¨® el senador Ted Cruz, estrella ascendente del sector m¨¢s conservador del partido republicano, al considerar que el acuerdo "nos devuelve dos pasos atr¨¢s, m¨¢s profundamente en nuestra deuda".

"Quienes apoyan este plan est¨¢n pidiendo m¨¢s gasto ahora a cambio de modificaciones m¨ªnimas que pueden reducir el gasto m¨¢s adelante. Esto puede ser un buen acuerdo en Washington, pero no lo es para el pueblo estadounidense", afirm¨® Cruz, conocido por su oposici¨®n frontal al crecimiento del gobierno federal.

Estas tensiones revelan un aumento de la inquietud dentro del propio partido republicano a la hora de encarar negociaciones en un Congreso dividido, con la C¨¢mara en manos republicanas y el Senado en las dem¨®cratas.

Por si fuera poco, las elecciones legislativas del pr¨®ximo a?o solo hacen presagiar que estas tensiones continuar¨¢n en ascenso, ya que moderados y ultraconservadores se disputar¨¢n numerosas candidaturas en agitadas primarias.