Ministros, no mand¨¢is tanto
Ministros y jefes de Gobierno, mand¨¢is mucho, pero no tanto como cre¨ªais y pretend¨¦is. Ni siquiera vosotros, los poderosos ecofines, los due?os casi absolutos de la uni¨®n monetaria y de las finanzas nacionales y europeas. Alguien se col¨® en vuestros banquetes, primero como invitados espor¨¢dicos, a veces inc¨®modos, y ahora ya como comensales permanentes, de esos que tambi¨¦n cambian el men¨².
?Qui¨¦nes son esos polizones? El Parlamento Europeo y el Banco Central Europeo, BCE. El Fondo de resoluci¨®n/liquidaci¨®n de bancos, pieza clave de la uni¨®n bancaria que anteayer perfilaba el Eurogrupo, anoche rumiaba el Ecofin y desde hoy sentenciar¨¢ el Consejo Europeo ¡ªla cumbre¡ª, debe servir para cuatro fines.
A saber, evitar que la crisis de una entidad contagie a todo el sistema, abortando p¨¢nicos; ahuyentar a los lobos especuladores que se ceban en las entidades d¨¦biles cuando no hay un escudo o cortafuegos que se lo impida; romper el bucle vicioso entre emisores de deuda p¨²blica y bancos, que se retroalimentan entre s¨ª; y superar la fragmentaci¨®n financiera en la UE, por la que una pyme espa?ola paga m¨¢s caro ¡ªel doble¡ª, por un cr¨¦dito que su competidora holandesa.
Si 'ecofines' y presidentes paren un engendro de uni¨®n bancaria, el BCE y el Parlamento saltar¨¢n
?Cumplir¨¢ el dise?o resultante de los tres concili¨¢bulos con estos deberes? No dejemos que monopolicen la respuesta los ministros ni los primeros ministros. El criterio b¨¢sico para dilucidar si la arquitectura del Fondo es adecuada o no, si representa un avance s¨®lido o una frustraci¨®n, es claro: ?servir¨¢ o no para tomar la decisi¨®n de rescatar o cerrar un banco de tama?o apreciable en un fin de semana, como lo hizo Washington con Lehman Brothers en septiembre de 2008?
Los Gobiernos (los 28) son, adem¨¢s de las comadronas de la UE, quienes la envenenan de nacionalismo, ambig¨¹edad y soluciones casi-buenas. Para guiarnos, hagamos caso al balance y reacci¨®n de los molestos invitados: tienen poderosas razones para poner el list¨®n alto, sin tampoco so?ar con la luna de Valencia.
El BCE ya est¨¢ investido como autoridad supervisora de la uni¨®n bancaria: la que se?ale las debilidades y la urgencia de recomposici¨®n de capital de los bancos flojos. Su inter¨¦s en que el Fondo de Resoluci¨®n sea de verdad es evitar que el banco al que estigmatice quiebre en soledad (sin ayuda para rehacer su capital o para el cierre ordenado), porque entonces su propia actitud ser¨ªa tachable de peor que imprudente, suicida. Por eso Mario Draghi ha exigido que el mecanismo de toma de decisiones sea sencillo y que el fondo sea com¨²n y no un rompecabezas de fondos nacionales inconexos.
Tambi¨¦n el Parlamento exige una autoridad com¨²n para el fondo: que sea la Comisi¨®n, defiende, contra unos Gobiernos deseosos de llevar la voz cantante orquestando un mecanismo intergubernamental. Atenci¨®n: la C¨¢mara tiene poder de codecisi¨®n en este asunto. Si no se ve (bastante) satisfecha, ense?ar¨¢ los dientes en enero y puede aplazar el asunto, lo que generar¨ªa alguna ebullici¨®n en los mercados. Las elecciones son en mayo y todo el mundo aspira a sacar pecho.
As¨ª que las din¨¢micas propias de cada instituci¨®n enriquecen el panorama. Ministros y primeros ministros no son ya, por s¨ª solos, el Capit¨¢n Trueno. Las propuestas del BCE y del Parlamento son sensatas, reman por una verdadera uni¨®n bancaria. Que se haga con m¨¢s recursos o menos, en un plazo m¨¢s corto o m¨¢s largo, no es indiferente. Pero s¨ª secundario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.