El horizonte no est¨¢ despejado
Ciertamente la recuperaci¨®n se ha iniciado en Espa?a, pero sus bases no son sostenibles
La informaci¨®n conocida esta semana sobre la econom¨ªa espa?ola y la internacional nos ha dejado un sabor agridulce y con algunas incertidumbres. Por un lado, el INE confirm¨® que el PIB hab¨ªa crecido tres d¨¦cimas en el cuarto trimestre de 2013. Tambi¨¦n supimos que la inflaci¨®n se comport¨® en enero algo mejor de lo previsto, reduci¨¦ndose una d¨¦cima, hasta el 0,2%. La balanza de pagos por cuenta corriente de noviembre volvi¨® a registrar super¨¢vit, aunque menor que el del mismo periodo del a?o anterior, lo que se debe sobre todo al debilitamiento de las exportaciones. Los indicadores de clima econ¨®mico y confianza de enero publicados por la Comisi¨®n Europea fueron positivos, mejorando especialmente el de los consumidores y el del sector de servicios, que est¨¢ pasando un buen momento gracias a la buena marcha del turismo.
Pero tambi¨¦n el INE public¨® el ¨ªndice de comercio al por menor de diciembre, que sorpresivamente tuvo una abrupta ca¨ªda del 3,5% sobre el mes anterior, justo cuando not¨¢bamos que el consumo de los hogares empezaba a recuperarse. El dato es tan malo y se sit¨²a tan fuera de la tendencia de los ¨²ltimos meses que habr¨¢ que dejarlo en cuarentena hasta disponer de la informaci¨®n de los pr¨®ximos meses. Adem¨¢s, este hundimiento del consumo de bienes no es coherente con la mejora de la confianza de los consumidores que se produjo en diciembre y que, como se ha se?alado, se ha reforzado en enero.
La mejor¨ªa no tendr¨¢ mucho recorrido si no se aumenta el ahorro
Quiz¨¢s las mayores incertidumbres vienen de fuera de nuestras fronteras. Lo sucedido en Argentina, con la fuerte depreciaci¨®n del peso (normal en una econom¨ªa con una inflaci¨®n superior al 20%), no habr¨ªa sido m¨¢s que una an¨¦cdota si no hubiese puesto nerviosos otra vez a los mercados internacionales de capitales. Y es que hay mar de fondo. La enorme expansi¨®n de la liquidez llevada a cabo por los bancos centrales para luchar contra la recesi¨®n, sobre todo en Estados Unidos, inund¨® los pa¨ªses emergentes, lo que unido a la fuerte demanda de sus materias primas por parte de China y otros pa¨ªses de fuerte crecimiento, propici¨® un s¨®lido avance de sus econom¨ªas, pero acompa?ado de elementos especulativos, apreciaciones de sus monedas, burbujas inmobiliarias y d¨¦ficit de balanza de pagos en algunos casos.
Ahora la Reserva Federal ha iniciado el largo y complicado proceso de retirar liquidez cuando la recuperaci¨®n en Estados Unidos se consolida. Todo ello est¨¢ provocando la retirada de los capitales de los pa¨ªses emergentes, con las consecuentes presiones a la baja sobre sus divisas, que intentan frenar subiendo sus tipos de inter¨¦s. Los pa¨ªses emergentes se quedan con menos financiaci¨®n y a un coste m¨¢s alto, a la par que el crecimiento de China se debilita y se reduce la demanda de las materias primas. Es poco probable que esto provoque nuevos episodios de crisis financiera a escala internacional, pero s¨ª es bastante probable que la ralentizaci¨®n del crecimiento de los pa¨ªses emergentes de 2013 se pronuncie.
Este escenario no es favorable para Espa?a. Ciertamente la recuperaci¨®n se ha iniciado, pero sus bases no son sostenibles en la actual coyuntura. Como se ve en los gr¨¢ficos adjuntos, el crecimiento del PIB de la segunda mitad de 2013 se ha apoyado en la recuperaci¨®n de la demanda interna, tanto del consumo como de la inversi¨®n en capital fijo, mientras las exportaciones disminuyen por el debilitamiento de los mercados emergentes, hasta el punto de que la aportaci¨®n del saldo exterior ha pasado a ser negativa. El escenario financiero internacional propiciar¨¢ que la demanda interna espa?ola siga su recuperaci¨®n, ya que los capitales se repliegan de los pa¨ªses emergentes y se refugian en los desarrollados, lo que eleva la disponibilidad de financiaci¨®n y reduce su coste en estos ¨²ltimos, incluida Espa?a. Esto puede sonar bien, pero unido al debilitamiento de las exportaciones, provocar¨ªa que los procesos de ajuste de nuestros desequilibrios a¨²n inconclusos, sobre todo la reducci¨®n del endeudamiento, se frenaran. La balanza de pagos de noviembre ya lo est¨¢ indicando. Y no tendr¨ªa mucho recorrido la recuperaci¨®n si los actuales niveles de endeudamiento del sector privado y de d¨¦ficit del sector p¨²blico no siguen corrigi¨¦ndose. Dicho de otra manera, hace falta aumentar el ahorro en Espa?a y, hoy en d¨ªa, esto est¨¢ sobre todo en el tejado del sector p¨²blico.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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