Picaresca en la certificaci¨®n
T¨¦cnicos que hacen chanchullos para vender m¨¢s y particulares que falsean la nota con photoshop.
La obligatoriedad de contar con un certificado energ¨¦tico para vender o alquilar una vivienda ha destapado una bolsa de negocio por explotar que ha degenerado en una guerra de precios al mejor postor y en una picaresca creciente. La primera salta a simple vista con una sencilla b¨²squeda en Internet: hay webs que ofrecen certificados en Madrid a 45 euros m¨¢s IVA. Incluso la propia organizaci¨®n de consumidores OCU anunciaba en octubre que "si solo quieres cumplir el expediente, un certificado telem¨¢tico es suficiente. Los hay por 35 euros". La segunda es una realidad para los expertos en el sector. "El nivel de enga?o va desde t¨¦cnicos que hacen chanchullos para vender m¨¢s hasta particulares o inmobiliarias que cambian con Photoshop la letra. Es una mezcla de ignorancia y osad¨ªa", asegura Pilar Pereda, secretaria general del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM).
"La picaresca no conoce l¨ªmites", corrobora ?ngel Ignacio Mateo, secretario del Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid. "Hay profesionales que realizan certificados a distancia sin visitar la vivienda, y lo que es peor, sin tener seguro de responsabilidad civil, y propietarios que publicitan la venta de su inmueble sin exhibir la requerida etiqueta energ¨¦tica". La paradoja es que, por el precio irrisorio de una certificaci¨®n, los t¨¦cnicos se enfrentan a sanciones severas en caso de cometer fraude.
Y las multas ya est¨¢n empezando a llegar. Madrid puso la primera el pasado diciembre, siete meses despu¨¦s de la entrada en vigor del decreto ley que regula el certificado. Y lo hizo con mano firme: 4.000 euros por una infracci¨®n muy grave: el t¨¦cnico otorg¨® una A, la m¨¢xima calificaci¨®n, a una casa que en realidad era de clase C ¡ªla m¨¢s baja es una G¡ª.
Desde junio, la Comunidad de Madrid ha recibido 115.850 certificados de edificios existentes, nuevos y en proyecto, y tiene abiertos 113 expedientes de control. Pero pocos dudan de que haya m¨¢s casos flagrantes. "Otorgar una letra A no es un error, es muy complicado conseguirla", se?ala Gonzalo Cervera, director de Tinsa Certify. M¨¢xime con el historial del parque residencial espa?ol: la mayor¨ªa de los edificios construidos desde finales de los sesenta y hasta la entrada en vigor del C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n en 2006 carecen de sistemas de aislamiento y ahorro de energ¨ªa. "Lo que nos lleva a que la tipolog¨ªa A-B-C suponga solo un 5% de los certificados", asegura Carlos G¨®mez, director general de NVR, especializada en rehabilitaci¨®n de edificios y eficiencia energ¨¦tica. Se estima que puede haber unos 350.000 certificados registrados en Espa?a.
"Estoy seguro de que veremos m¨¢s sanciones y espero que as¨ª sea, porque algunos intentamos hacer las cosas bien. Al principio, los registros auton¨®micos no ten¨ªan articulados los mecanismos para penalizar y ha sido un campo libre", ahonda Cervera. Sabe de lo que habla: llevan realizados 27.000 certificados y tienen otros 35.000 en gesti¨®n. La mayor¨ªa, pisos y locales de entidades financieras. "Antes era reacia a la inspecci¨®n porque considero que somos profesionales, pero ahora veo que hacen falta de 10 o 12 multas m¨¢s para que la gente comprenda que esto no es jauja", a?ade Pereda, del COAM. Sin embargo, ambos coinciden en que la dram¨¢tica situaci¨®n laboral tiene mucho que ver. "Si la gente no tuviera tanta necesidad, har¨ªa valer su trabajo. Nos llegan colegiados a los que les quieren pagar 30 euros por certificados que las empresas cobran a 50 euros", se lamenta Pereda.
En teor¨ªa, las tarifas establecidas en noviembre de 2013 para la Sociedad Estatal de Gesti¨®n Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa) deber¨ªan servir como referencia ¡ª184,34 euros sin IVA para inmuebles de hasta 80 metros cuadrados¡ª, pero en la pr¨¢ctica no es as¨ª. "Con la guerra de precios todos salen perdiendo. Por un lado, el exceso de competencia, las plataformas de subastas y la situaci¨®n econ¨®mica est¨¢n llevando a trabajar por precios m¨¢s bajos de los esperados, lo que merma la calidad del certificado. Por otro, las entidades financieras y los grandes patrimonialistas tienen volumen para fijar el precio", se?ala Jos¨¦ Luis Espinosa, director t¨¦cnico de Certificaci¨®n Energ¨¦tica de ASECENER y formador del Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid. Adem¨¢s, las tasas aplicadas por la mayor¨ªa de comunidades ¡ªMadrid es de las pocas que no las cobra¡ª m¨¢s el IVA pueden llegar a duplicar lo cobrado por el t¨¦cnico.
"El ciudadano desconoce que si se realiza un certificado ¨²nico del edificio ¡ªnecesario para acceder a ayudas de rehabilitaci¨®n energ¨¦tica del IDAE¡ª, el ahorro ser¨¢ considerable", asegura Mateo. Pero el coste no es el ¨²nico problema. "Existe confusi¨®n en la Administraci¨®n sobre qui¨¦n puede realizar el certificado, disparidad de criterios entre comunidades. falta de informaci¨®n general y de experiencia de los t¨¦cnicos", asegura Espinosa.
En general, la desinformaci¨®n es la t¨®nica dominante. De ah¨ª que Pereda insista en el valor pedag¨®gico de proyectos como el piloto del plan Madrid Renove: una rehabilitaci¨®n integral energ¨¦tica de una torre de 11 plantas con una calificaci¨®n E que podr¨ªa llegar a ser una B. Ma?ana se conocer¨¢ el ganador de los 16 arquitectos del concurso de ideas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.