¡®Efecto llamada¡¯ y ¡®efecto salida¡¯
La imagen de sociedad asediada por la inmigraci¨®n no la transmiten solo los xen¨®fobos
En 2010 Espa?a todav¨ªa ten¨ªa cinco millones de inmigrantes, atra¨ªdos por una etapa de prosperidad de casi tres lustros seguidos. Un porcentaje de dos d¨ªgitos sobre la poblaci¨®n total, acumulados en apenas dos d¨¦cadas, la de los noventa y la primera del siglo XXI (al rev¨¦s que muchos pa¨ªses de nuestro entorno, donde la inmigraci¨®n lleg¨® poco a poco, a lo largo del tiempo), y sin que emergieran partidos xen¨®fobos.
Hoy se re¨²nen en Bruselas los ministros del ramo para abordar, una vez m¨¢s, las posibilidades de una pol¨ªtica migratoria com¨²n, en medio del malestar com¨²n (la Comisi¨®n Europea frente a Espa?a, y Espa?a frente a la Comisi¨®n), estremecidos por las ¨²ltimas avalanchas de inmigrantes sin papeles por la frontera de Ceuta y Melilla y por las 15 muertes en la primera de las ciudades aut¨®nomas. Una de las ¨²ltimas veces que los ministros se juntaron fue para analizar lo sucedido en la isla de Lampedusa, con casi un centenar y medio de muertos. Poco o nada se ha avanzado entre uno y otro caso.
Desde que la crisis econ¨®mica cambi¨® las condiciones de vida, aument¨® el paro y se empobreci¨® la poblaci¨®n, tambi¨¦n vari¨® la respuesta frente a la inmigraci¨®n: de ser parte de la soluci¨®n a los problemas econ¨®micos de Europa (rejuvenecimiento de la poblaci¨®n activa, incremento del n¨²mero de cotizantes al Estado de bienestar) a generar mayores costes en el sistema, competir por los escasos puestos de trabajo y ser usuarios de una protecci¨®n social cada vez m¨¢s escasa. A pesar de que los inmigrantes son uno de los colectivos que no han tenido ninguna responsabilidad en la gesti¨®n de la crisis, algunos partidos del centro del sistema han allanado el camino a los xen¨®fobos asumiendo, sin decirlo, sus propuestas: han dado la raz¨®n con sus actos a los populistas, al mismo tiempo que se la niegan en sus discursos. El representante del secretario general de la ONU, Peter Sutherland, dijo la semana pasada en Madrid, en las jornadas del Instituto Berggruen por la Gobernanza: ¡°Tenemos que cambiar nuestra actitud en relaci¨®n con la inmigraci¨®n. A trav¨¦s de unos partidos xen¨®fobos hemos creado una imagen de sociedad asediada¡±. No solo de unos partidos xen¨®fobos.
Los inmigrantes son un colectivo sin responsabilidad en la gesti¨®n de la crisis
Cuando se analiza el fen¨®meno de la inmigraci¨®n la reflexi¨®n pol¨ªtica se centra en muchas ocasiones, como ahora en Ceuta y Melilla, en sus efectos y no en las causas de la masiva afluencia de personas (con y sin papeles) a los pa¨ªses ricos. Entre esas causas est¨¢n las extremas condiciones de vida en los pa¨ªses pobres (efecto salida) y en los cambios en las reglas de la econom¨ªa internacional, con la libertad absoluta de los mercados de capitales y la libertad relativa de los movimientos de bienes y servicios, un comercio asim¨¦trico que repercute desigualmente en los pa¨ªses (efecto llegada). Ante ellos, los pa¨ªses pobres exportan lo que m¨¢s abunda en ellos: mano de obra.
La reacci¨®n en tiempos de escasez no se ha hecho esperar. Como ha escrito el secretario general de UGT, C¨¢ndido M¨¦ndez, en estas mismas p¨¢ginas (EL PA?S del 1 de marzo), en Espa?a ¡°tambi¨¦n conocemos la otra cara de las pol¨ªticas de acoso a la inmigraci¨®n¡±: la retirada de casi un mill¨®n de tarjetas sanitarias a los sin papeles y las continuas reducciones en las partidas de los Presupuestos del Estado. Para 2014 se mantiene la suspensi¨®n del fondo para la acogida e integraci¨®n de los inmigrantes y el refuerzo educativo, creado en el a?o 2005. La partida destinada a los Ayuntamientos para la financiaci¨®n de actividades a favor de la integraci¨®n y para actuaciones de ordenaci¨®n de los flujos migratorios se ha reducido en un 98%.
En las jornadas citadas, el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, reclam¨® una verdadera pol¨ªtica de inmigraci¨®n, ya que la inmigraci¨®n de los sin papeles no es un problema localizado de Espa?a, Italia, Malta o Grecia (lugares de entrada por el Sur) sino un problema integral de la UE (se desplazan a todos los pa¨ªses de la regi¨®n). Para que su demanda fuese m¨¢s convincente deber¨ªa ir acompa?ada de una pol¨ªtica m¨¢s activa en contra de la econom¨ªa sumergida, que es donde se refugian muchos de esos inmigrantes, recogidos por quienes se aprovechan de sus lamentables condiciones de supervivencia.
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