El riesgo de deflaci¨®n tensiona al BCE
La eurozona se enfrenta al menos a dos a?os con ¨ªndices de precios por debajo del 2%, el objetivo del Eurobanco, en cuyo directorio hay cada vez m¨¢s voces discordantes
Los tipos de inter¨¦s son la medida de la inquietud en econom¨ªa. Cuando el m¨¢s conservador de los bancos centrales, el europeo, los sit¨²a cerca del l¨ªmite del 0%, y ni aun as¨ª las inquietudes se disipan, es que ronda por ah¨ª cerca alg¨²n extra?o animal econ¨®mico. El estado an¨ªmico de la eurozona es de un verde desesperanza: a una recuperaci¨®n p¨¢lida con altas tasas de paro, un sector bancario l¨¢nguido y una deuda enorme que pesa como una losa, se a?ade un nuevo s¨ªntoma de malestar, con ¨ªndices de precios que caen inesperada y velozmente desde octubre y se adentran en territorio 0%, a un par de escalones de la temida deflaci¨®n (una reducci¨®n persistente y generalizada de los precios). Peligra la credibilidad del Banco Central Europeo: la inflaci¨®n cerr¨® febrero en el 0,8%, lejos del objetivo sagrado del 2%. El Consejo de Gobierno del BCE se re¨²ne esta semana con una tensi¨®n creciente, que se traduce en divisiones internas, seg¨²n fuentes consultadas, entre los partidarios de esperar o dar alguna m¨ªnima se?al que permita un ligero alivio, y quienes quieren poner artiller¨ªa pesada sobre la mesa.
Alemania no es partidaria de que se tomen medidas de calado por el IPC
Tres pa¨ªses registran ya ca¨ªdas de los ¨ªndices de precios: Espa?a, Grecia y Chipre. Y 13 de los 18 socios del euro, incluida Alemania, tienen tasas iguales o inferiores al 1%, que el propio Mario Draghi define como ¡°zona de riesgo¡±, con desarrollos preocupantes en dos econom¨ªas mayores, Italia y Francia. ¡°La pregunta es: ?Queremos ser Jap¨®n?¡±, inquiere Francesco Papadia, ex director general de operaciones de mercado del BCE, en relaci¨®n con el largo flirteo japon¨¦s con la deflaci¨®n. ¡°La respuesta del BCE es que estamos lejos de Jap¨®n, pero la tendencia es preocupante: lo probable es una mayor ca¨ªda de la inflaci¨®n por el recorte del cr¨¦dito, las devaluaciones internas o el fort¨ªsimo tipo de cambio del euro¡±, abunda. Con una inflaci¨®n tan baja se complica tanto el ajuste del Sur, que ve peligrar los resultados de la austeridad, como la sostenibilidad de la deuda. ¡°Draghi tiene que moverse. Lo m¨¢s probable son medidas cautelares: en el consejo no hay tracci¨®n para una decisi¨®n tan controvertida como la compra de activos a la americana¡±, a?ade Papadia. Hay varios consejeros mandando se?ales divergentes. Por tel¨¦fono desde Harvard, Ken Rogoff afirma que el BCE ¡°debe contemplar seriamente medidas inmediatas¡±, aunque Draghi ¡°est¨¢ focalizado en los ex¨¢menes a la banca, que pueden hacer m¨¢s por la recuperaci¨®n a largo plazo, y por la lucha contra la deflaci¨®n a corto plazo, que cualquier otra cosa¡±.
La reuni¨®n del jueves es crucial, porque por primera vez el Eurobanco dar¨¢ pron¨®sticos para los tres pr¨®ximos a?os. El dato de 2016 es fundamental, aunque los 24 miembros del consejo ya sintieron la presi¨®n en febrero. Draghi explic¨® entonces que el directorio no debati¨® posibles opciones, pero esa era una verdad a medias. Acompa?ando la reuni¨®n oficial, el BCE convoc¨® un seminario informal sobre ¡°riesgos de deflaci¨®n¡±, seg¨²n fuentes del Eurobanco. Eso permiti¨® al presidente no tener que dar demasiadas explicaciones a la prensa, ante la creciente trascendencia pol¨ªtica de cada una de sus palabras. Fr¨¢ncfort presiona desde el arranque de la crisis para que la periferia se ajuste, y a la vez no puede sustraerse a la coerci¨®n de Berl¨ªn y su Constitucional. Las tensiones son evidentes. El consenso ya salt¨® en pedazos en noviembre: Draghi pilot¨® una bajada de tipos pese al voto en contra de varios consejeros, muchos de los cuales parecen m¨¢s pendientes de sus l¨ªneas rojas nacionales que de forjar una pol¨ªtica monetaria verdaderamente europea. ¡°Draghi se ve obligado a manejar un consejo condicionado por las necesidades nacionales, cada vez m¨¢s politizado¡±, critica ?ngel Ubide, del Peterson.
El Bundesbank ha insinuado que dar¨ªa luz verde a medidas menores, pero que se opondr¨ªa a compras de activos. Otros bancos centrales del euro dan a entender que la din¨¢mica de la inflaci¨®n es m¨¢s preocupante de lo que quiere hacer creer Alemania, y que el BCE est¨¢ preparado para saltarse la ¨²ltima frontera y salir de compras como la Fed en EE UU. ¡°El riesgo de incumplir el mandato est¨¢ ah¨ª: cualquier shock nos dejar¨ªa en mala posici¨®n. Hay varias opciones, pero sobre todo hay una cuesti¨®n de tiempos (el BCE corre el riesgo de llegar tarde) y una delicada cuesti¨®n pol¨ªtica, si al final se activan las compras de activos¡±, dice una fuente en Fr¨¢ncfort.
Hay datos que cuentan historias. Esa inflaci¨®n del 0,8% lo dice todo sobre las prioridades en Europa; sobre qui¨¦n manda en el euro: Alemania. Casi un 40% de los electores alemanes viven exclusivamente de rentas, ya sea en su calidad de pensionistas o de ahorradores; lo que les importa de veras es que la inflaci¨®n no les quite poder adquisitivo. Por razones como esa, y por el propio dise?o institucional del BCE, ¡°no hay simetr¨ªa en Fr¨¢ncfort¡±, resume Alessandro Leipold, del Lisbon Council. En julio de 2011, con la inflaci¨®n en el 2,6% (seis d¨¦cimas por encima del list¨®n), el BCE no dud¨® en subir tipos, un tremendo error que aceler¨® la entrada en recesi¨®n; ahora, con el IPC del euro 12 d¨¦cimas por debajo del objetivo, sigue en modo de espera. Draghi habla y habla ¡ª¡°estamos listos para actuar si es necesario¡± es su sonsonete preferido¡ª, pero no acaba de pasar de las musas al teatro. Con un ojo siempre en Berl¨ªn, se resiste a actuar.
¡°El BCE est¨¢ en una posici¨®n muy dif¨ªcil¡±, subraya Charles Goodhart, una de las autoridades mundiales en materia de banca central. ¡°Draghi va a tener serios problemas para llegar a un acuerdo y tomar medidas realmente significativas de expansi¨®n monetaria, por lo que ahora mismo su mejor opci¨®n es improvisar un paquete de menor calado, aunque con eso ser¨¢ dif¨ªcil que los pron¨®sticos sobre la eurozona mejoren sustancialmente¡±, cierra.
Desinflaci¨®n
El ¨ªndice de precios de consumo de la eurozona cerr¨® con alzas del 0,8% en febrero. El BCE prev¨¦ que la inflaci¨®n sea del 1,1% este a?o y del 1,3% en 2015. El FMI ve la inflaci¨®n en el 1,6% hasta 2018.
El euro est¨¢ en 1,38 d¨®lares por unidad: m¨¢ximos desde noviembre de 2011. Eso dificulta las exportaciones y obliga a las empresas a bajar precios para ser competitivas.
El cr¨¦dito al sector privado cae a tasas del 2%; la masa monetaria crece a niveles m¨ªnimos.
La devaluaci¨®n interna sigue funcionando en la periferia: los costes laborales caer¨¢n el 0,6% en 2014 y 2015 en el conjunto de la eurozona, seg¨²n la Comisi¨®n.
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