El alquiler es la soluci¨®n para paliar los problemas de vivienda en Am¨¦rica Latina

Ante la disyuntiva entre alquilar o comprar una vivienda, la balanza suele decantarse por la segunda. La posibilidad de capitalizar la inversi¨®n que se destina a un piso en propiedad es una de las razones que determina la prevalencia generalizada de la vivienda propia, una tendencia que se repite en Am¨¦rica Latina, donde la tasa de propiedad alcanza el 65%, muy similar al promedio del resto del mundo, donde siete de cada 10 hogares son propietarios. El estudio Se busca vivienda de alquiler, que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publica este martes, apela por un cambio en esa din¨¢mica e insiste en la importancia de impulsar el mercado del alquiler en la regi¨®n como alternativa para resolver el d¨¦ficit habitacional del hemisferio.

En Am¨¦rica Latina, uno de cada cinco hogares alquila su vivienda, lo que equivale a un total de unos 30 millones de familias, de acuerdo con el documento del BID, una proporci¨®n que aumenta en Republica Dominicana y Colombia, donde la cifra se acerca a uno de cada tres ¨CColombia (38%) es el pa¨ªs donde m¨¢s se arrienda, tres de sus principales ciudades, Bogot¨¢, Cali y Medell¨ªn, se encuentran, junto con Quito y Santo Domingo, a la cabeza de localidades donde m¨¢s se alquila, superando el 35%-. Paraguay, Venezuela y Per¨², con un porcentaje de entre el 10% y el 15%, y Nicaragua, que no llega ni al 10%, son los Estados con menor n¨²mero de inquilinos.

El estudio defiende la importancia de impulsar la pol¨ªtica de vivienda incentivando la oferta y la demanda de alquiler y modificando los marcos regulatorios del mercado para reducir los problemas de hacinamiento, la ausencia de servicios b¨¢sicos, la mala calidad y la informalidad, los principales d¨¦ficits cuantitativos y cualitativos de los sistemas habitacionales de la regi¨®n.El 37% de los hogares de Am¨¦rica Latina ¨C 54 millones de familias- sufren alg¨²n tipo de carencia en sus casas, a los que hay que sumar los nueve millones que residen en viviendas inadecuadas o irreparables o que carecen de ella.

Contrariamente a lo que se podr¨ªa pensar, en Am¨¦rica Latina el mercado del alquiler no es una opci¨®n restringida a las familias con menos recursos, ni quienes arriendan son grandes propietarios. ¡°En algunos pa¨ªses de nuestra regi¨®n, la tendencia a alquilar aumenta con los ingresos de los hogares y en otros est¨¢ concentrada en los segmentos medios¡±, explica Andr¨¦s Blanco, especialista en gesti¨®n fiscal y municipal del BID y coautor de Se busca vivienda de alquiler.

De acuerdo con el informe, en Chile y Per¨², la tasa de alquiler aumenta cuando crecen los ingresos, en Brasil y Argentina no existe una relaci¨®n espec¨ªfica entre estas variables, mientras que en Colombia y M¨¦xico, la opci¨®n de arrendar se extiende entre las clases medias y disminuye entre los que tienen menos y m¨¢s recursos. ¡°Esto se explica por las altas tasas de informalidad de la vivienda, que permiten a las familias de escasos ingresos acceder a la propiedad, a¨²n cuando no sea de la mayor calidad o la mejor ubicaci¨®n¡±, se?ala Blanco.

Quienes alquilan, contrariamente, tambi¨¦n, a la pauta del resto del mundo, no son los m¨¢s ricos o quienes m¨¢s casas poseen en propiedad. La situaci¨®n soicoecon¨®mica de los arrendadores en Am¨¦rica Latina es diversa, con una m¨ªnima presencia de grandes inversores inmobiliarios y una importante oferta de titulares de una sola vivienda. En Chile, por ejemplo, el 80% de quienes alquilan s¨®lo posee una propiedad y el 10%, dos. Este espectro se repite en otras grandes ciudades de la regi¨®n, como Sao Paulo, donde solo el 1% del mercado de alquiler est¨¢ manejado por firmas especializadas.

En la regi¨®n, por lo general, tal y como se desprende del estudio, el arrendador y el arrendatario pertenecen a la misma clase social. Los grupos que se decantan por el alquiler son los j¨®venes, los divorciados y los inmigrantes. Las viviendas que se ofrecen en arrendamiento presentan, adem¨¢s, mejores condiciones en t¨¦rminos de infraestructura que las que se poseen en propiedad, debido, como antes apuntaba Blanco, a la informalidad.

Las caracter¨ªsticas espec¨ªficas que rodean al alquiler en Am¨¦rica Latina, unidas a los altos costes de la transacci¨®n de la compra-venta ¨Clos legales, los del registro o los pagos a intermediarios llegan a un 11% del valor medio de la vivienda-, los relacionados con los del mantenimiento y los impuestos, son razones suficientes que invitan a complementar las pol¨ªticas de vivienda de los Gobiernos con las de arrendamiento. ¡°Es una buena recomendaci¨®n si consideramos las ventajas para la sostenibilidad fiscal y para desincentivar el desarrollo perif¨¦rico de la ciudad¡±, indica Vicente Fretes, jefe de la Divisi¨®n de Gesti¨®n Fiscal y Municipal del BID y otro de los responsables del estudio.

Algunas de las medidas que all¨ª se proponen apuestan por disminuir los tiempos antes de alquilar una vivienda tras un desalojo o por la creaci¨®n de un sistema de garant¨ªas de alquiler.